Introducción

Martín Rico es un pionero en la introducción del paisaje realista en España. Su especial captación de la luz y de las peculiaridades de las ciudades a las que viajó le dieron un gran reconocimiento en su época, particularmente en Estados Unidos, donde su obra está presente en distintos museos y colecciones particulares.

Durante más de cuarenta años, hasta su muerte, trabajó en París y Venecia, donde captó la belleza de las dos ciudades y contactó con destacados artistas europeos e internacionales, entre ellos Camille Pisarro, uno de los primeros impresionistas y Daubigny, paisajista francés de la escuela de Barbizon.

El perfil cosmopolita de Martín Rico hizo que sus obras tuvieran mayor éxito fuera de España por lo que, con la excepción del Prado, es un pintor poco representado en las colecciones institucionales de nuestro país.

Los inicios como paisajista (1854-1861)

Esta sección incluye los comienzos de su actividad como acuarelista, a través de un álbum con vistas realizadas al natural de El Escorial, Segovia y Ávila que posee el Prado, y como pintor al óleo, con vista de Covadonga, la sierra de Guadarrama, los alrededores de Madrid y Azañón (La Alcarria).

En estas obras su pintura evoluciona desde una concepción panorámica propia del Romanticismo, hacia otra más realista, con mayor atención a las calidades de las hierbas, rocas y árboles representados y a la luz natural.

Martín Rico y Ortega nace en Madrid, el 12 de noviembre de 1833. Entre 1845 y 1857 se inicia en el grabado en madera y asiste a clases con el paisajista Vicente Camarón y luego, en la Real Academia de San Fernando, con Genaro Pérez Villaamil. Allí tiene como profesor de Dibujo del Natural a Antonio Ribera y de Colorido a Federico de Madrazo. En esos años traba amistad con Eduardo Rosales y Raimundo de Madrazo.

Obtiene una mención honorífica en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1858 por Un Paisaje del Guadarrama y una tercera medalla en la de 1860 por Un País. Cercanías de Azañón. En 1861 logra una pensión de paisaje para el extranjero tras superar brillantemente la oposición con Paisaje de la Casa de Campo.

El camino hacia el realismo (1862-1870)

Los trabajos seleccionados en esta sección revelan ya un marcado estilo realista en los numerosos dibujos de gran tamaño y cuadernos de apuntes que realizó del natural durante su estancia en Suiza, donde Martín Rico formó parte del círculo de Alexander Calame, y posteriormente en Francia, donde apreció los paisajes fluviales de Charles-François Daubigny (1817-1878) y de otros pintores de Barbizon.

Martín Rico pintó en las orillas del río Sena obras de cuidada ejecución y límpida atmósfera, que comenzaron a ser apreciadas por los marchantes Reitilinger y Goupil, establecidos en París. Además, obtiene dos segundas medallas en las Exposiciones Nacionales de 1864 y 1866, año en que conoce a Mariano Fortuny.

Entre 1868 y 1870 comienza entonces su éxito de ventas, apreciado por William H. Stewart y por Goupil. En diciembre de 1869 se casa con Louise Priet. Un año después vuelve a España, al Escorial.

Vistas españolas (1870-1893)

Las obras de esta etapa manifiestan un período de especial luminosidad y frescura de color, más cercano a Fortuny, con quien entró en contacto durante su estancia en Granada en 1871.

La influencia de Mariano Fortuny fue decisiva en la trayectoria de Martín Rico. La emancipación del realismo anterior se revela, especialmente, en las vistas de la Alhambra y de otros lugares como Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Hondarribia (Guipúzcoa), Toledo y Madrid.

En el año 1878 recibe la Legión de Honor por su contribución a la Exposición Universal de París. En el año 1889 obtiene una medalla de plata en la Exposición Universal de París.

Vistas francesas e italianas (1872-1908)

Esta sección muestra la fase madura de Martín Rico con la incorporación de una luz intensa combinada con una ejecución preciosista en tonos muy claros que se hace evidente en sus vistas de Cloyes, París, Chartres, Beaulieu o Verona, ciudad esta última en la que manifiesta un renovado interés por los cursos de agua, núcleo de su producción pictórica.

A partir de 1879 se traslada cada primavera y cada verano a Venecia (excepto en 1893) y pinta en la Costa Azul (1881), Madrid (1882), Tívoli (1885), Verona (1886), Cannes (1888), Núremberg (1892) y Toledo (1893).

En el año 1898 muere su esposa Louise. 

Vistas venecianas (1873-1908)

La etapa más conocida de la trayectoria artística de Martín Rico, a partir del año 1873, está representada en esta sección con sus mejores obras.

El descubrimiento de Venecia, ciudad italiana en la que fija su domicilio, como un gran taller al aire libre le hizo perfeccionar su definitivo estilo, en un perfecto equilibrio entre la suavidad de ejecución, la finura de la captación de la luz y las calidades cromáticas.

La fascinación por la atmósfera, pictórica por excelencia, de la ciudad, le llevó a utilizar sus dotes de colorista para captar en todo su esplendor su ambiente y, en ocasiones, crear una Venecia sorprendente e imaginaria, llevado de su gusto por la belleza.

En 1900 se casa con María Sofía Breda Dubrowska, y al año siguiente nace su hija Isabel Eleonora. A partir de 1902 veranea en Belluno, en los Alpes Dolomíticos. En 1905 cuatro de sus obras ingresan en el Museo del Prado a través del Legado de Ramón de Errazu y en 1906 publica sus memorias, Recuerdos de mi Vida. 

En Venecia, Martín Rico trabajó hasta su muerte, el 13 de abril de 1908, alentado por la excelente recepción que sus pinturas tenían entre su clientela internacional, en especial la norteamericana.

Catálogo

Considerando la falta de estudios monográficos sobre Martín Rico, fuera del artículo del año 1908 de Aureliano de Beruete y del texto biográfico de Du Gué Trapier, del año 1937, el catálogo editado con motivo de esta muestra tiene una importancia extraordinaria.

Está compuesto por un ensayo principal que estudia la personalidad artística de Martín Rico, las fichas de las obras expuestas en la muestra y las de los dibujos de los cuadernos que corren a cargo del comisario de la exposición, Javier Barón.

Además, incluye, una biografía fundamental para contextualizar las fechas de los viajes del artista y sus principales obras escrita por Claude Rico Robert, nieta del artista, quién también ha colaborado generosamente en la preparación de esta exposición.

Actividades

Para facilitar al público el recorrido por las salas de El Paisajista Martín Rico (1833-1908), proporcionándole los detalles esenciales para apreciar y comprender mejor las obras expuestas y ayudarle a profundizar en la figura artística del pinto, el Museo del Prado ha organizado, un ciclo de conferencias, charlas didácticas y visitas exclusivas para jóvenes (El Prado Joven).

Además se celebrará un curso monográfico organizado en torno a la muestra los días 4 y 5 de febrero de 2013 en el auditorio del Museo Nacional del Prado de Madrid.