INTRODUCCIÓN

La nueva exposición de CaixaForum Madrid Maestros del Caos: Artistas y Chamanes se enmarca en la voluntad histórica de La Caixa de contribuir a aumentar la capacidad de generar conocimiento y sensibilidad hacia el arte de todas las épocas y movimientos, así como de descubrir al público las distintas formas en que hombres y mujeres de diversos lugares y épocas se han enfrentado a las grandes cuestiones universales.

En este sentido, la muestra que se presenta en el marco de una itineración internacional, gira en torno a la idea de caos, desde la antigüedad y hasta el presente, detallando el lugar determinante que ocupa en muchas culturas y cómo las figuras del desorden se encuentran en el panteón de nuestras creencias y costumbres (dioses, chamanes, bacanales, carnavales, etcétera). Los visitantes asisten un viaje de exploración que invita a los visitantes a experimentar la turbación ante el desorden del mundo y el vértigo de objetos y comportamientos, recobrando el equilibrio a través del conjuro y el ritual.

Son muchas las tradiciones que reflejan la inevitable e interminable lucha entre orden y caos, y que ponen de manifiesto que la tensión entre dichas fuerzas es indispensable para el equilibrio del universo y su continuidad. Las secciones de la exposición nos presentan los mitos que explican el caos y los ritos practicados, conduciéndonos de lo sagrado a lo profano. Paralelamente a los ritos de dimensión religiosa y sagrada, las fiestas son otro medio, más profano, que permite el desenfreno de las pulsiones transgresivas a través del fenómeno de la catarsis. Bacanales, carnavales y aquelarres constituyen momentos de inversión social donde lo burlesco y la risa son las respuestas profanas al orden establecido.

Más de 220 obras entre objetos, trajes y representaciones, procedentes de grandes colecciones antropológicas y etnográficas, se exhiben junto a piezas e instalaciones de artistas contemporáneos. Su presencia pone de manifiesto que las cuestiones ancestrales exploradas en la muestra inspiran aún a los grandes artistas de hoy, cuyos trabajos abordan temas inherentes a la conciencia humana.

Concebido y producido por el parisino Musée du Quai Branly, y organizada por la Obra Social "la Caixa" con la colaboración del Kunst- und Ausstellungshalle der Bundesrepublik Deutschland (Bonn), este interesante evento se halla comisariado por Jean de Loisy, presidente del Palais de Tokyo (París), asistido por Sandra Adam Couralet, y con Nanette Jacomijn Snoep, responsable de la Unidad Patrimonial de las Colecciones de Historia del Musée du Quai Branly, en el comisariado adjunto.

La muestra Maestros del Caos: Artistas y Chamanes abre con la obra Vitrine Murale (Goya), de Thomas Hirschhorn, que proporciona a los visitantes una idea inicial del desorden del mundo. La exposición está estructurada en tres grandes ámbitos: El Caos en el Mundo, El Dominio del Caos y La Catarsis. Las instalaciones de los artistas contemporáneos seleccionados (Thomas Hirschhorn, Annette Messager, Antoni Tàpies, Joseph Beuys, etcétera), que hacen "legibles" en un lenguaje contemporáneo signos y comportamientos de los que pensábamos habernos liberado, escenifican o introducen cada sala temática.  

EL CAOS EN EL MUNDO

El orden imperfecto

Todas las mitologías y religiones contemplan la existencia del mal. Las catástrofes naturales, las guerras, la muerte y el sufrimiento, la degradación de las cosas, etc. son síntomas de la imperfección del mundo. Revelan la impotencia de los dioses y las religiones, incapaces de amparar a los humanos.

En todas las cosmologías, dioses y demonios luchan desde el inicio de los tiempos. El mundo se mantiene en un equilibrio frágil. Orden y desorden, creación y destrucción, se suceden de forma cíclica. Frente a dicha convulsión, los humanos recurren a divinidades tutelares y se rodean de figuras protectoras.

 

Las fuerzas del caos

En la mayor parte de las culturas, el imaginario colectivo ha creado figuras ambivalentes, transgresoras, subversivas: héroes o dioses que se distinguen de las demás divinidades por su impureza original.

Esta figura del "perturbador divino" se manifiesta de Egipto a Japón, de Grecia a Alaska, de Brasil a Benín. Sus hazañas y fechorías han dado lugar a gran número de cuentos y relatos tradicionales y seculares. Frente al orden regido por la razón, representa lo salvaje y lo sagrado, desmesura descabellada, confusión de las normas, movimiento y quiebra de las categorías sociales. Es el caos generador que atenta contra el inmovilismo.

EL DOMINIO DEL CAOS (I)

Los mediadores

Para mediar con las figuras del caos, los humanos cuentan con una herramienta de comunicación, el rito, que permite dominar los desequilibrios naturales, personales o sociales recuperando el orden y la armonía.

En las sociedades animistas, los agentes de la adversidad son seres de otro mundo. El mediador, elegido desde el más allá, es un especialista de lo sobrenatural que negocia con las fuerzas subversivas: antepasados insignes, espíritus multiformes, genios antropomorfos o encarnaciones de dioses.

Orfeo, por ejemplo, atraviesa la línea que separa el mundo de los vivos del de los muertos. Es el llamado "hombre límite" y, como tal, un marginal. En él conviven lo masculino y lo femenino, lo humano y lo animal. Para poder realizar su misión e interceder entre ambos polos, debe seguir un peligroso aprendizaje, una iniciación que, según las culturas, le llevará a realizar viajes cósmicos y a emplear sustancias psicotrópicas. Cuando ha sido capaz de dominar las fuerzas del más allá, puede sanar, exorcizar, proteger, hechizar y deshechizar, lanzando augurios sobre los males que provocan las desgracias de los individuos y de la comunidad.

 

Payasos sagrados

Entre los "hombres límite", en contacto con el más allá, destacan los "payasos sagrados", presentes en distintas tradiciones y continentes. Son bufones rituales que tienen como misión hacer visible lo censurado, lo rechazado, lo reprimido de la sociedad. No respetan nada ni a nadie, y su aparición en las ceremonias más solemnes acostumbra a ser motivo de escándalo. Su provocación alcanza el punto más alto en el aspecto sexual: se muestran semidesnudos, exhibiendo falos y vulvas abiertas y simulando actos sexuales.

Estos bufones ceremoniales recuerdan a los ascetas míticos, personajes marginales en gran número de tradiciones, como los qalandar en Irán, los "locos por Dios" ortodoxos o el dios genio egipcio Bes, el bufón de los dioses. A pesar de su apariencia de saltimbanquis, están en contacto con la divinidad. A menudo se revelan como poderosos exorcistas y adivinos, provocando por ello el temor entre los humanos.

 

Iniciación

Los espíritus eligen a los mediadores y les someten a un proceso de iniciación largo y doloroso que conlleva convivir peligrosamente con lo sagrado.

Cuanto más salvajes son los espíritus, más violentos, imprevisibles y generadores de caos se muestran. Cuanto mayores son los peligros que debe afrontar el mediador, mayores serán sus poderes. La finalidad de la iniciación es aprender a controlarse a sí mismo y hacer surgir "otra" personalidad. La aptitud del futuro chamán, hechicero, curandero o adivino para comunicarse con los espíritus y viajar entre dos mundos dependerá de dicha iniciación. Para dominar el caos cósmico primero deberá controlar su propio caos interior.

EL DOMINIO DEL CAOS (II)

Viajes cósmicos

Vuelos mágicos, ritos de ascensión mediante escaleras, árboles cósmicos o mástiles, experiencias extáticas de levitación, viajes al fondo del mar sobre un pez, bajo la tierra en una hormiga o a lomos de un animal volador. Los maestros del caos son especialistas en atravesar el difícil abismo espacial que separa la tierra de los humanos del mundo de los espíritus.

 

Psiconautas

Un psiconauta es quien explora la psique con la ayuda de plantas psicoactivas que alteran la percepción y abren la vía hacia otros mundos. Su estado modificado de la conciencia le permite hablar con los espíritus, incorporar conocimientos sobre plantas y animales, y experimentar metamorfosis.

Estas prácticas ancestrales gozan de gran vitalidad gracias al interés contemporáneo por el chamanismo, asociado al movimiento de la Nueva Era y al uso de psicótropos tradicionales como la ayahuasca, el peyote o la iboga.

 

Espíritus auxiliares

Los espíritus auxiliares guían al mediador, le muestran los itinerarios a seguir en las regiones extraterrestres, le advierten de los peligros y le prestan ayuda en su lucha contra las fuerzas hostiles. El mediador conoce a sus espíritus protectores al ser elegido y puede contar con varios de ellos, considerándose más fuerte cuantos más posea. Los espíritus actúan como bienhechores o servidores de su dueño. El mediador establece con ellos una unión de fuerte connotación sexual, convirtiéndose en algunos casos incluso en su "esposo".

En la sesión chamánica, el mediador toma posesión del espíritu auxiliar. No se trata de una simple simulación de su comportamiento; se identifica con el espíritu, se apropia de sus poderes y se transforma en él: es lo que se denomina el "ensalvajamiento" del chamán. El espíritu auxiliar actúa como sicopompo, es decir, como acompañante del chamán en el viaje cósmico. Los espíritus pueden tener forma de animal (ciervo, liebre, oso, águila, pez, etcétera) o ser espíritus de la naturaleza (de los bosques, de la tierra o de una planta). La transferencia se materializa y hace visible en los accesorios de la indumentaria.

 

El vuelo

El chamán abandona su condición humana y viaja al mundo de los espíritus: se trata del vuelo místico. Su ascensión o descenso al reino de las sombras tiene como fin el bienestar de su comunidad. A través de ese viaje, el mediador puede interceder con los espíritus celestes o subterráneos.

En esta sala se muestran algunos de los vehículos empleados por los viajeros cósmicos: asientos, troncos escalonados mapuches, bastones buriatos con cabeza de caballo (Siberia), tambores, etcétera.

EL DOMINIO DEL CAOS (III)

Metamorfosis

Los maestros del caos practican un arte teatral que alcanza su máxima expresión en la metamorfosis. En algunas regiones, para viajar, cazar o sanar, los chamanes deben transformarse en animales.

El zoomorfismo es un elemento fundamental en muchas sociedades primitivas que desafían la división de los seres vivos en distintos reinos. Mediante el canto, la música, las sustancias psicotrópicas, las máscaras o la simple concentración, su cuerpo se abre a otro mundo. Su indumentaria animal no es un simple disfraz: refleja la capacidad del mediador para elevarse hacia el mundo de los espíritus. Existen distintos tipos de metamorfosis: en pájaro, nutria, murciélago, jaguar, lechuza, mosquito, etcétera.

 

Objetos del poder

La muerte, la enfermedad, las catástrofes naturales y la violencia humana están en el origen de numerosos rituales. En ellas, los iniciados usan distintos objetos como receptáculos de poder: materiales frágiles, de uso común, precarios o residuales, donde se concentran las fuerzas ocultas. El secreto añade poder al objeto uniendo a quienes los comparten y alejando a los demás.

Cuerdas entrelazadas, montículos de objetos inclasificables y conjuntos indefinibles resultado de la manipulación llevada a cabo durante los rituales evolucionan constantemente y se transforman cada vez que el sacerdote los activa. Únicamente el iniciado, el maestro del caos, es capaz de descifrar el mensaje de esos objetos. Su fuerza es el resultado de la condensación de gestos, palabras y materiales.

 

La enfermedad

La enfermedad es una de las manifestaciones del caos individual, reflejo del caos cósmico. Recuerda al ser humano la transitoriedad del cuerpo y la ambivalencia del otro mundo, porque a menudo el dios que sana es también el que provoca la enfermedad. La muerte y la enfermedad son tan necesarias como la vida.

En este apartado se reúnen objetos que representan el cuerpo deformado por distintas aflicciones. Estatuillas patológicas que detallan las metamorfosis sufridas por el cuerpo debido a ataques maléficos y marcas físicas ocasionadas por distintas enfermedades. Exvotos que sirven para obtener un don o agradecer el cumplimiento de un deseo. Con frecuencia están destinados a combatir la enfermedad que representan y constituyen la recreación material de una súplica de protección, una ofrenda para negociar con las entidades superiores que controlan el destino del ser humano.

A través de los ritos que lo acompañan, el talismán se convierte en objeto de esperanza y transformación. La comunidad se hace cargo de la enfermedad individual, lo que propicia una posible curación. La instalación de Annette Messager, un monumental exvoto, representa el flujo sanguíneo de un cuerpo fantasmagórico y fragmentado. La artista se apropia de lo que nos aterroriza, como el interior de nuestro cuerpo.

 

El exorcismo

En los sistemas animistas, la enfermedad puede ser también el resultado de una intromisión negativa de los espíritus. Entra en juego entonces la noción de exorcismo. La labor del exorcista consiste en localizar la fuente del caos en el poseído y expulsarla para restablecer el bienestar del paciente y permitir que vuelva a la "normalidad".

LA CATARSIS

La suspensión del orden cósmico

La efervescencia de las celebraciones representa la suspensión del orden del mundo, sustentado en el trabajo y el ritmo diario. Estas explosiones y excesos, a menudo estacionales, son necesarios para renovar la naturaleza y la sociedad. El mundo se rejuvenece. Lo sagrado, que se deteriora a causa de expiaciones y tabúes, vuelve a ser soportable gracias a dichas expansiones.

El proceso de la catarsis (palabra de origen griego que significa "purificación") constituye una forma profana de purificar las pasiones mediante su representación. Las bacanales, las fiestas de los locos en Francia y los carnavales autorizan la expresión de los impulsos. Son momentos de inversión social en los que la burla y la risa trabucan las jerarquías sociales y políticas. Evocan un mundo al revés, un universo dominado por el caos.

 

Lo "musicalizado"

El trance es un momento sacrificial en el que el cuerpo animalizado de la persona poseída se ofrece al otro mundo, experimentando metamorfosis o encarnando fragmentos de un mito colectivo. La música es un elemento fundamental en estas coreografías del caos que pretenden liberar al cuerpo.

El trance no es tan solo un impulso histérico; controlado de principio a fin, adquiere una función social: el baile frenético supone un acto catártico.

 

Las bacanales

Los excesos colectivos forman parte de una tradición ancestral. A menudo están vinculados a rituales conmemorativos de acontecimientos míticos cuyo recuerdo desea conservarse.

Las bacanales son ritos relacionados con Dioniso, el dios que suplía a Apolo cuando este se ausentaba durante el solsticio de invierno y la oscuridad dominaba el mundo. Su celebración resulta fundamental en la teología. Origina la división del año humano y los ciclos divinos: uno consagrado a Apolo, otro a Dioniso, el usurpador.

Las antiguas bacanales incluían representaciones dramáticas y concursos líricos, pero ante todo desenfrenadas danzas de las bacantes, tumultuosos desfiles, orgías, ritos extáticos, procesiones de falos gigantes y consumo de vino. Todos estos temas están reflejados en jarrones y relieves antiguos.

 

Conjuros profanos: el arte contemporáneo

La risa y el disfraz son mecanismos de transgresión que permiten saltarse los patrones sociales establecidos. Como los héroes civilizadores de las sociedades arcaicas, los artistas, subversores indispensables, contribuyen a hacernos más soportable su carga.

Locura e inmadurez, bufones carnavalescos y payasos metafísicos, ruptura de las reglas, ultrajes y excesos corporales se dan cita en la sala de los conjuros profanos creada por Arnaud Labelle-Rojoux.

CONFERENCIAS

Conferencia inaugural

El poder de los objetos
Martes, 5 de febrero, a las 19:00 horas
A cargo de Jean de Loisy, comisario de la exposición

 

Ciclo de conferencias: Orden y Caos

 

Norma y transgresión en las culturas humanas y en las artes
Del 3 al 29 de abril de 2013
Coordinación: José Jiménez, catedrático de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad Complutense de Madrid
Precio por conferencia: 4 €. 50 % de descuento para clientes "la Caixa"
Aforo limitado
Los seres humanos necesitan articular su vida, tanto individual como social, siguiendo criterios de orden que proporcionen estabilidad y continuidad a la experiencia del mundo. Sin embargo, para no convertirse en una barrera demasiado asfixiante, para hacer viable el dinamismo que la vida demanda, esa estabilidad requiere a su vez puntos de escape, líneas de fuga que incorporen el desorden, la transgresión. Siguiendo este planteamiento, trazaremos un recorrido entre estas dos pautas alternativas, orden y caos, en la experiencia de la vida humana según la reconstruye la antropología cultural, en el conocimiento del cosmos que despliega el pensamiento científico y también en las distintas artes.

Orden y caos en la teoría antropológica
Ubaldo Martínez Veiga, catedrático de Antropología de la UNED
Miércoles, 3 de abril, 19:30 horas

El caos creador
Jorge Wagensberg, director científico de la Fundación "la Caixa"
Lunes, 8 de abril, 19:30 horas

Chamanismo y arte moderno
Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza
Miércoles, 10 de abril, 19:30 horas

El hecho teatral como retorno de la transgresión
Ignacio Amestoy, autor dramático y profesor de la Real Escuela Superior de Arte Dramático
Lunes, 15 de abril, 19:30 horas

¿No será el orden lo transgresor? Algunas preguntas desde el mundo de la música
Alfredo Aracil, compositor y profesor universitario de música
Lunes, 22 de abril, 19:30 horas

Retractación y ansiedad en la evolución de la literatura
Antonio García Berrio, catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad Complutense de Madrid
Lunes, 29 de abril, 19:30 horas