Introducción

La muestra España Contemporánea. Fotografía, Pintura y Moda, presenta una cuidada selección de fotografías que recorren la historia de España a lo largo de los dos últimos siglos, desde la invención del daguerrotipo, hasta el bombardeo de imágenes con el que convivimos en la actualidad.

Las fotografías relatan los hechos históricos más relevantes de los siglos XIX y XX en nuestro país. La narración va acompañada de pinturas que muestran las coincidencias formales de ambos medios e ilustran la construcción de algunos de los estereotipos de nuestra sociedad.

De forma paralela, la exposición recorre la evolución del traje femenino a lo largo de este periodo. Una treintena de piezas ponen de manifiesto la sintonía entre la transformación de la silueta femenina y los cambios sociales experimentados. Conforme el discurso avanza a lo largo del siglo XX, la narración incorpora las imágenes publicitarias y la televisión que han pasado a formar parte de nuestra iconografía colectiva.

La exposición España Contemporánea. Fotografía, Pintura y Moda muestra la historia -en minúsculas- de los dos últimos siglos de España. Una historia que presenta algunos de los acontecimientos políticos más destacados, pero en la que los grandes determinismos históricos tienden a desaparecer, para dejar paso a la memoria de las sociabilidades y los recuerdos. Una mirada que incide en el peso de lo cotidiano y en la que nuestra propia manera cambiante de vernos ocupa un lugar fundamental.

Espejos con memoria

El primer daguerrotipo realizado en España se tomó en Barcelona el 10 de noviembre de 1839. Desde ese momento se multiplican en todo el país los estudios de retrato y proliferan los inventarios visuales de paisajes urbanos, monumentos y tipos españoles en paralelo a la evolución técnica de la fotografía.

Simultáneamente, los trajes burgueses reflejan los códigos sociales, estrictos y regulados, de esta nueva clase social, que encontrará en la fotografía el medio más adecuado para representar sus gustos y aspiraciones.

Transformaciones y estereotipos

La fotografía registró los acontecimientos y conflictos políticos y bélicos que tuvieron lugar durante el reinado de Isabel II: desde las grandes obras públicas, hasta las primeras catalogaciones de bandoleros.

Los primeros fotógrafos formaron parte de expediciones científicas al continente americano, documentaron las guerras carlistas y participaron en la construcción de la imagen romántica de España, popularizando los estereotipos de flamencos y toreros e ilustrando las fantasías orientalistas de los viajeros, que buscaban en Andalucía los ecos del legado árabe en nuestro país.

La mujer se libera

Durante los últimos años del siglo XIX, la moda se internacionaliza y el miriñaque se abandona en favor del polisón. En los años cercanos a 1900, la figura femenina se va simplificando, coincidiendo con los primeros intentos emancipadores por parte de la mujer.

Las teorías higienistas favorecen el deporte, y los modistos trabajan en trajes de telas de algodón más sencillas que, poco a poco, comienzan a liberar a la mujer del constreñimiento del corsé.

El nuevo siglo

Los comienzos del siglo XX traen consigo profundas transformaciones sociales, y un nuevo paisaje en el que destacan las nuevas infraestructuras eléctricas, las fábricas y los modernos entramados urbanos.

La fotografía pictorialista retrata el costumbrismo rural, mientras las clases elegantes aumentan su refinamiento: se visten con trajes de Poiret y delphos de Mariano Fortuny y se aficionan a la fotografía estereoscópica o a inmortalizar sus momentos de ocio con las populares cámaras comercializadas por Kodak.

Hacia la modernidad

Durante los años 20, la imagen de la mujer se transforma para adecuarse a su nuevo papel: mientras asistimos al triunfo de la garconnière surgida en Francia, la sociedad de estos años se polariza entre una España campesina y supersticiosa, y una burguesía urbana que accede a las grandes corrientes europeas de pensamiento, y que centra sus esfuerzos en la modernización del país.

La Guerra Civil

En julio del año 1936 se inicia en España la Guerra Civil, uno de los momentos más dramáticos de nuestra historia reciente. Las fotografías conviven con la propaganda política y reflejan la dolorosa fractura de un país destruido y dividido por una contienda fratricida.

Tiempo de silencio y autarquía

Durante los años 40, la sociedad enfrenta con penuria la reconstrucción del país; muchos españoles parten hacia el exilio o emigran en busca de mejores horizontes.

El imaginario de esta época se nutre de las retransmisiones radiofónicas o las emisiones del NO-DO, y se impone una estética más sobria y contenida. Los álbumes familiares nos muestran en voz baja una imagen verdadera y desprovista de ideología de la sociedad de estos años.

La emergencia de la clase media

Los años 60 marcan un cambio sustancial en la evolución del país: la apertura internacional, los planes de estabilización, las divisas de los emigrantes y la llegada masiva de turistas cambian nuestro paisaje.

La clase media se consolida poco a poco y la televisión, la publicidad y el consumo aportan una nueva iconografía. Triunfa el color, la minifalda y los tejanos, dejando atrás la sobriedad de décadas anteriores.

Demócratas y europeos

Durante la Transición se produce un intenso fortalecimiento de la sociedad civil, que celebra con optimismo la ebullición cultural y económica del país.

España se integra en Europa y en la nueva moneda -el euro- y vive un largo ciclo de estabilidad política, crecimiento y modernización de infraestructuras.