EL NUEVO PROGRAMA PICTÓRICO DE LA IGLESIA MALAGUEÑA DE SAN FELIPE NERI
Con información de Raúl Berzosa
El conjunto pictórico de la iglesia malagueña de San Felipe Neri está formado por seis tablas que han sido dispuestas en el presbiterio, cada una de ellas con unas medidas de 365 x 220 cm, y cuatro tondos de 50 cm de diámetro situados sobre altares de la nave circular. Todas las obras han sido realizadas al óleo por el pintor malagueño Raúl Berzosa sobre tableros DM. El conjunto del presbiterio del templo lo forman dos escenas centrales sobre la vida religiosa de San Felipe Neri y cuatro, situadas en los extremos, sobre la Resurrección de Cristo. La Iglesia de la Santa Cruz y San Felipe Neri comenzó a construirse en Málaga en el año 1720, culminándose su ejecución 65 años más tarde. La última restauración ha tenido lugar el presente año 2011. |
||
Aparición en Galilea Esta escena ocurre a orillas del Mar de Galilea. Tras una noche sin pesca alguna, algunos apóstoles vieron en la orilla a un hombre que no es identificado debido a la niebla. Este hombre les pidió que echasen la red al lado derecho para pescar. Tal fue el número de peces que cayeron entonces en las redes, que los pescadores no podían tirar de ellas. Esta escena les trajo a los apóstoles grandes recuerdos, y a raíz de ella San Juan Evangelista identificó al hombre que estaba en la orilla como Jesús. Tras el suceso, San Pedro se lanzó al mar para ir a la orilla donde se encontraba el Maestro. |
||
Cena de Emaús Escena tomada del Evangelio de San Lucas. Dos discípulos avanzaban desde Jerusalén hasta Emaús. Un tercer caminante se unió a ellos y, al parecer, ignoraba los acontecimientos que ocurrieron tres días antes. Los peregrinos expresaron las dudas y el asombro por el hallazgo de la tumba vacía de Jesús, según comentarios de algunas personas que fueron a verlo. En ese momento, Jesús (el tercer caminante) dio una lección de catecismo: "Les explicó lo que les concernía en todas las escrituras". Cayó la noche y los dos discípulos, que estaban impresionados por la actitud de su acompañante, lo invitaron a cenar. La escena representa el momento donde el Maestro está en la posada junto a los dos discípulos con los que había compartido camino: Jesús tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo ofreció a sus discípulos, con lo cual se les abrieron los ojos y le conocieron; pero él, entonces, desapareció de su vista. |
||
La Incredulidad de Santo Tomás La fuente es el Evangelio de San Juan. Tomás no cree los testimonios de los otros apóstoles y quiere, literalmente, tocar con sus manos las llagas de Jesús, que se le aparece una semana después de la Resurrección y le invita a tocar las llagas de las manos y del costado para no ser incrédulo, sino fiel. |
||
Noli me Tangere La fuente es también el Evangelio de San Juan. Cuando Santa María Magdalena lloraba fuera de la tumba del Maestro, se le aparecieron dos ángeles y un hombre. La santa confundió al hombre con un jardinero y le preguntó si él había sacado el cuerpo de Jesús del sepulcro. Entonces el Maestro la llamó por su nombre y la ferviente discípula le reconoció, cayó de rodillas y quiso abrazarle los pies mientras clamaba "¡Maestro!", pero Jesús se apartó de ella diciéndole "noli me tangere" (expresión latina que significa "no me toques") y le pidió que difundiera la noticia de la próxima Ascensión. |
||
Éxtasis de San Felipe Neri En las vísperas de Pentecostés del año 1544 se encontraba el santo pidiendo los dones del Espíritu Santo en las Catacumbas de San Sebastián. Fue el momento en que San Felipe recibe los dones: cuando vio venir del cielo un globo de fuego que penetró en su boca y se dilató en su pecho. El santo se sintió poseído por un amor de Dios tan enorme, que parecía ahogarle. Cayó al suelo y exclamó con acento de dolor: "¡Basta, Señor, basta! ¡No puedo soportarlo más!" Cuando recuperó plenamente la consciencia, descubrió que su pecho estaba hinchado, teniendo desde entonces un bulto del tamaño de un puño que jamás le causó dolor alguno. Experimentaba, por tanto, un constante Pentecostés. |
||
Aparición de la Virgen María a San Felipe Neri El santo fue siempre de salud delicada. En cierta ocasión, la Virgen se le apareció y le curó de una enfermedad de la vesícula. Felipe casi había perdido el conocimiento cuando, súbitamente, se incorporó, abrió los brazos y exclamó: "¡Mi hermosa Señora! "Mi santa Señora!" San Felipe Neri renovó y afianzó la Iglesia en Roma cuando la institución se encontraba en franca decadencia. Oraba numerosas horas, sus misas eran muy largas y la adoración del Santísimo Sacramento llegaba a durar hasta 40 horas. |
||
Profetas En la nave central del templo, sobre cuatro altares, se colocan los retratos de los cuatro Profetas Mayores del Antiguo Testamento: Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel. |
||
www.lahornacina.com