UN TRAJE DE CHARLES F. WORTH PARA LA PATRONA DE MURCIA

Texto y Fotografías de Alejandro Romero Cabrera


 

 
 
 

Durante los pasados dieciséis primeros días de septiembre se ha celebrado la Festividad de Nuestra Señora de la Fuensanta, Patrona Principal de la Ciudad de Murcia y su Huerta. Con tal motivo y durante la estancia de la Patrona en su Catedral, su Camarera, Pilar de la Cierva Kirpatrick, la vistió con un valiosísimo traje de gala, diseñado por el modisto Charles Frederick Worth, y ofrendado a la Virgen en 1912 por la Marquesa de la Laguna. Dicho traje, debido a su gran peso y delicadeza de materiales, se encontraba imposibilitado de ser colocado sobre el miriñaque de la imagen y, después de cincuenta años sin utilizarse, ha sido restaurado y puesto en uso de nuevo por iniciativa de su actual Camarera.

Esta pieza única dentro de los ajuares marianos de España, fue diseñada y confeccionada en los talleres parisinos del que era considerado como el "padre de la alta costura y primer modisto", quien además recibía el apelativo de couturier, mediante el cual se consideraba al modisto como un verdadero artista y sus creaciones como obras de arte. Worth era inglés, se formó en la industria textil de Londres y en el año 1858 fundó su casa de moda en París, cuyo taller continuaron a lo largo de la primera mitad del siglo XX sus hijos. Sus creaciones vistieron a dos emperatrices, estrellas de teatro, cantantes, princesas, etcétera (y hasta una Virgen, como es nuestro caso), y hoy se pueden admirar en los mejores museos.

 
 
 

 
 
 

El traje está confeccionado sobre un delicadísimo terciopelo de seda chifón de color marfil, con un elegante diseño de estilo modernista. Toda la superficie del manto, todos sus dibujos y elementos, así como el salpicado, están conformados por miles de cristales de roca; cristales de colores; lentejuelas de plata; perlas cultivadas; tachuelas de multitud de tamaños, formas y acabados; miles de trocitos de nácar; circonitas, e incluso brillantes en zonas muy seleccionadas de la prenda.

El manto tiene una cenefa perimetral con una enramada de rosas, formada en su totalidad por miles de trocitos de nácar y tachuelas de plata. Le sigue otra cenefa de roleos con ángeles y querubines pintados al óleo sobre cuero, con las grandes alas conformadas por circonitas y cristales, y con las líneas de dibujo delimitadas por diminutas perlas. El campo de estos roleos aparece escoltado por un salpicado de cruces y estrellas de circonitas. El centro del manto lo ocupa un gran jarrón con azucenas.

 
 
 

 
 
 

La Virgen de la Fuensanta ha vuelto a ser vestida con este traje en los días de su Novenario, y lo ha lucido especialmente en el día de su Festividad (domingo siguiente al 8 de Septiembre) en el transcurso de la solemne Procesión Claustral y Misa Pontifical celebradas en la Catedral, siendo este hecho una gran sorpresa y alegría para todos los devotos de la Patrona de Murcia y para los estudiosos y amantes de las artes suntuarias y de la moda.

 
 
 

 
 
   

Las asas y pie del jarrón son de cuero, el Ave María de su centro de hilo de plata, la decoración en relieve de marfil y el fondo del jarrón de lentejuelas de plata, todo perfilado de cristales. El amplio ramo de azucenas está conformado por trocitos de nácar y tachuelas de plata.

Por debajo del jarrón se abren dos grandes hojas de palma que se extienden hasta asomar por el frontal de la imagen, y están realizadas con piezas de nácar, tachuelas doradas y cristales blancos y amarillos. Todo el campo del centro del manto está salpicado por cientos de cristales tallados.

 
 
 

 
 
   

El vestido tiene una cenefa con roleos de ángeles pintados al óleo sobre cuero igualmente, combinados con flores de estilo modernista. El campo del delantal lo salpican claveles realizados con tachuelas de plata y el corpiño es una espesa enramada de azucenas de nácar, tachuelas de plata y brillantes. El corpiño luce amplio y bajo escote de perlas, que se recata mediante una camisa de encaje de seda que sube hasta el cuello. La túnica del Niño está formada por multitud de líneas de perlas y cristales formando rombos. El forro de los vestidos es de raso marfil, mientras que el del manto es de terciopelo celeste, lo que le da una peculiaridad cromática.

La discreta restauración de tan maravilloso traje (conocido popularmente en Murcia como “el traje de baile o de fiesta de la Virgen de la Fuensanta”) ha sido realizada en unos históricos talleres de moda de Madrid, y ha consistido en un especial tratamiento para la conservación del terciopelo; la limpieza de los cristales, las piedras y demás elementos decorativos que lo exornan y el reforzamiento de los que estaban a punto de desprenderse; la confección de un nuevo y fuerte forro para las partes del manto que le sirven de sujeción al miriñaque, y el estirado natural de todas las prendas, las cuales han sido desplegadas en el obrador durante varios meses.

 
 
 

 
 
 

Acompañando al traje, la Virgen de la Fuensanta lucía también las coronas, rostrillo y globo terráqueo del Niño ofrendadas por el pueblo de Murcia en el año 1873 por iniciativa de su Ayuntamiento, realizadas en plata y con piedras preciosas y diseñadas por el gran arquitecto murciano Marín Baldo; el nuevo pectoral de platino y piedras preciosas; el nuevo fajín de Generala; un cetro también reciente de plata y oro, y una nueva y gran peluca castaña, de tirabuzones y ondas al agua, confeccionada por el Peluquero de la Virgen, José Fernando Espinosa, con cientos de mechones de mujeres murcianas de la actualidad.

 

FUENTES: ANTÓN HURTADO, Josefa. De la Virgen de la Arrixaca a la Virgen de la Fuensanta, Murcia, 1996;
PÉREZ CRESPO, Antonio. La Virgen de la Fuen Santa, Patrona de Murcia, Murcia, 2005.

 

Nota de La Hornacina: Alejandro Romero Cabrera es Historiador del Arte y Caballero de Nuestra Señora de la Fuensanta.

 

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