CATÁLOGO ESCULTÓRICO DE LAS 12 ESTRELLAS. PROCESIÓN MAGNA EN MURCIA

Alejandro Romero Cabrera. Con información de Santiago Rodríguez López (22/11/2014)


 

Con motivo del Cincuentenario de la Proclamación de la Virgen María como "Madre de la Iglesia", la Parroquia de San Juan Bautista, junto con las cofradías de gloria de Murcia, ha organizado una Procesión Magna Mariana con doce imágenes de la Virgen.

El evento tendrá lugar el próximo sábado, 29 de noviembre, a las 17:00 horas, teniendo su salida desde dicha Parroquia histórica murciana. Las 12 imágenes van a conformar un auténtico museo de imaginería, tronos y artes suntuarias en la calle. Se exponen a continuación cada una de ellas según el orden procesional.

 

 

 

Santa María de la Arrixaca

Antigua Patrona de la Ciudad de Murcia, hasta que fue sustituida por la Virgen de la Fuensanta a mediados del siglo XVIII. Es una pequeña imagen-relicario del siglo XIII, labrada en madera tallada, dorada y policromada, cuyo aspecto es fruto de diferentes actuaciones sobre el original medieval, con especial relevancia la llevada a cabo en el XVIII, cuando se fecha la policromía que en la actualidad conserva, aunque no menos significativa la que en 1885 devolvió la imagen a su aspecto original, tras haberse mostrado sobrevestida durante siglos.

En cuanto su origen se plantean distintas hipótesis, a caballo entre la historia y la leyenda: se identifica con una de las imágenes llegadas tras la reconquista, traída por el Rey Alfonso X el Sabio, si bien la versión de su hallazgo legendario dentro de un pozo en la zona del Arrabal de la Arrixaca (hoy Barrio de San Andrés) ha pervivido ligada al imaginario popular. Lo que sí está claro es que se trata de la primera o una de las primeras imágenes marianas veneradas en Murcia desde la Reconquista.

Tiene Capilla propia en la Parroquia de San Andrés y Santa María de la Arrixaca.

 

 

 

Nuestra Señora de la Candelaria

Imagen de vestir de mediados del siglo XVIII, atribuida con fundamento a Francisco Salzillo. Proviene del desamortizado Monasterio de Padres Trinitarios de San Blas, donde parece ser que ostentó la titularidad de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza o de la Esclavitud del Dulce nombre, corporación esta última con que se traslada en 1836 al cercano templo de Santa Eulalia.

Una vez en Santa Eulalia su primitiva advocación caerá en el olvido, prevaleciendo la advocación de la Candelaria en alusión a la festividad litúrgica de la purificación, día en el que procesiona junto a la efigie salzillesca de San Blas, como centro de las seculares fiestas del barrio de Santa Eulalia.

La hechura mariana se muestra frontal y erguida, con la candela en la mano derecha, portando en brazos un Niño Jesús de hechura más antigua que la Virgen. Su corona de gala de plata (obra barroca del italiano Carlos Zayadatti) es una de las piezas clave del patrimonio argénteo murciano.

 

 

 

Santa María la Real de Gracia y Buen Suceso

Bajo una de las advocaciones más señeras y antiguas de Murcia, esta efigie preside la Iglesia del antiguo Hospital de San Juan de Dios (en origen, Hospital de Nuestra Señora de Gracia y Buen Suceso), lugar en el que se ha venido venerando a la Virgen María bajo el mismo título desde la Reconquista, cuando el oratorio del antiguo Alcázar islámico se convierte en templo cristiano.

La talla original del siglo XVI, profundamente transformada en el XVIII, responde actualmente a la tipología de imagen del candelero, propia de la sensibilidad barroca, constituyendo un interesante ejemplo en la pervivencia de las modas y usos del ajuar textil. A esta suntuosa puesta en escena contribuyen la corona de plata barroca o la importante colección de tejidos brocados y espolinados del XVIII de muy distinta procedencia.

Procesiona anualmente en octubre, siendo venerada por la Asociación del Santísimo Cristo de la Salud con sede en el antiguo templo hospitalario.

 

 

 

Virgen de los Dolores

Esta célebre versión de la dolorosa, de talla completa y tamaño menor que el natural, fue tallada por Francisco Salzillo para su capilla de la entonces parroquia de Santa Catalina, donde aún se venera, procesionando cada Sábado de Pasión con la Cofradía del Cristo de la Caridad.

Se trata de una de las imágenes más admiradas y reconocidas del gran maestro murciano. Fue fechada por Baquero entre los años 1732 y 1735 y por Sánchez Moreno en 1733. Durante la reciente intervención a la que fue sometida, en el Centro de Restauración de la Región de Murcia (CRRM), un manuscrito hallado en su interior arrojó luz sobre las circunstancias de su encargo y datación, fechándose en 1742: "Seiso esta Imagen delos dolores enel mes de febrero del año de 1742 y lapago el señor D.n Joseph Rodrigues y secoloco ensu Capilla enla Parroquial de S.a Catalina siendo cura el señor D.n Juan Roxo".

 

 

 

Nuestra Señora del Rosario de Fátima

Talla vestidera, cuya ejecución se fija entre los últimos años del siglo XVII y el primer cuarto del siglo XVIII. Se atribuye a Nicolás Salzillo en base a su parecido formal respecto a otras obras del escultor napolitano.

En la actualidad pertenece a la Parroquia de San Antolín y es la Titular de su propia Hermandad Juvenil, teniendo su sede en la cercana Ermita del Pilar de la Virgen. Desde la Guerra Civil hasta hace unos años estuvo escondida, siendo repuesta al culto tras una intervención de conservación y restauración llevada a cabo por Santiago Rodríguez López.

De su iconografía primigenia poco se conoce, aunque con probabilidad se trate de la imagen de una santa, pudiendo proceder de alguno de los conventos cercanos a la parroquia. Al recibir la advocación de Fátima, es vestida siempre en color blanco y porta algunos de los atributos iconográficos de la representación lusitana: el Rosario en una mano y el corazón llameante en la otra.

 

 

 

Simpecado de la Hermandad del Rocío

Como elemento principal de veneración, en el que queda reflejada la imagen de la Patrona de Almonte (Huelva), cuenta la Hermandad desde el año 1993 con este simpecado bordado en oro sobre terciopelo color rojo Cartagena, realizado por las Madres Dominicas de Jaén.

El color del simpecado no fue escogido al azar, sino que, como otros muchos detalles de las insignias de esta Hermandad, hacen referencia a la tierra murciana donde tiene su sede.

La carreta de plata que custodia al simpecado en cada romería o salida, y también en ciertos días señalados del calendario litúrgico, empezó a construirse en 1995. Es una obra de orfebrería con destacados toques murcianos, como por ejemplo los frontones imitando el de la imafronte de la Catedral dr Murcia o la cadena que rodea el techo de la carreta, al modo de la famosa cadena pétrea de la Capilla de los Vélez.

Por último, la Patrona de Murcia, la Virgen de la Fuensanta, también está presente en este altar rodante, con una pequeña imagen modelada por el imaginero murciano Francisco Liza Alarcón.

 

 

 

Nuestra Señora del Carmen

Patrona de la pedanía murciana de Beniaján, se trata de un vistoso conjunto escultórico de madera tallada plateada y policromada, labrado en el año 1956 por el imaginero José Sánchez Lozano, quien reprodujo el grupo original, obra de principios del siglo XVIII que ha sido puesta en relación con el quehacer del marsellés Antonio Dupar y resultó destruida en su mayor parte durante la Guerra Civil.

La nueva hechura incorporó aquellas partes que salvadas del incendio de 1936, tales como el Niño o las cabecillas de ángeles, conservados en su integridad, o diversos fragmentos de los ángeles y las almas. La cabeza de la virgen se conservó calcinada y maltrecha, sirviendo para sacar de puntos la imagen actual.

Muestra, con gran efectismo y movimiento, a la Virgen del Carmen con el Niño Jesús, como intercesora de las almas, descendiendo entre ángeles hasta el purgatorio, donde ayudará a la salvación de los que esperan suplicantes entre las llamas, tarea a la que contribuyen los dos ángeles mancebos que flanquean a María.

 

 

 

Nuestra Señora de la Cabeza

La imagen más reciente de cuantas formarán parte del evento, responde es una versión naturalista, con claras alusiones al barroco local, de la Virgen de la Cabeza que se venera en su Santuario de Andújar (Jaén), y fue tallada por el escultor e imaginero de Cox (Alicante), Ramón Cuenca Santo, en 2012 (ver enlace).

Es la Titular de la nueva Hermandad que lleva su nombre, y que tiene su sede canónica en San Juan Bautista (la amplia iglesia neoclásica de donde va a salir esta Procesión Magna). En Murcia ya hubo secularmente una cofradía que veneraba a María con las advocaciones unidas de "la Cabeza y Dulce Nombre", y que tenía su sede en el desamortizado y desaparecido Monasterio de Padres Trinitarios de San Blas.

 

 

 

Nuestra Señora de la Fuensanta

Conocida como "la Peregrina", se trata de una antigua imagen de vestir fechada en el siglo XVIII y que en la actualidad reproduce la iconografía de la Patrona de Murcia.

Procede del Convento de clarisas Verónicas, donde se veneraba como una escultura yacente de la Virgen, siendo adaptada a su nueva iconografía en el año 1986 por Francisco Liza, quien modificó los ojos y la posición de la talla. La efigie del Niño Jesús que porta en el brazo izquierdo fue labrada y donada por el escultor Antonio Labaña Serano en el mismo año.

En la actualidad tiene su propia Cofradía, con la que procesiona cada mes de septiembre, recibiendo culto en la moderna Parroquia de Santa María Madre de la Iglesia del barrio murciano de Vista Alegre.

 

 

 

Nuestra Señora del Rosario

Imagen de vestir perteneciente al Monasterio de Madres Dominicas de Santa Ana, titular además de su propia Archicofradía. Las investigaciones en los archivos conventuales sitúan su ejecución entre 1738 y 1744.

Si bien es de autoría anónima, sus aspectos morfológicos, estéticos, y de modelado y composición, la emparentan con toda una serie de imágenes de la Región de Murcia que han venido atribuyéndose al artista murciano Juan Porcel (contemporáneo de Salzillo, aunque en torno a 1750 marchó a trabajar a la Corte).

Posee uno de los ajuares textiles y suntuarios más ricos de la Región y es procesionada cada mes de octubre en un peculiar trono-baldaquino fechado en 1914, auténtica reliquia del patrimonio murciano.

 

 

 

Nuestra Señora del Olvido

Muy inspirada en diversos modelos tardobarrocos propios de Andalucía occidental, esta imagen de candelero representa a la Virgen María en sus Dolores. Posee un semblante aniñado y afligido, con la cabeza inclinada y levemente girada hacia la derecha; dirigiendo su mano izquierda hacia el pecho mientras la derecha queda extendida, portando un pañuelo.

Fue labrada en madera tallada a partir de un modelo original del fallecido Juan José Álvarez Buendía (1994). La policromía corresponde a la labor conjunta de Ramón Cuenca Santo y Santiago Rodríguez López.

Es la Titular de su propia Hermandad y cuenta también con retablo propio en la céntrica Parroquia de San Bartolomé y Santa María. Procesiona cada Cuaresma y tiene su Función Principal en noviembre.

 

 

 

Inmaculada Concepción

Cerrando la procesión, la imagen de la Patrona de España. La efigie escogida constituye una muy notable imagen de talla completa en madera tallada y policromada, y de tamaño natural, labrada por Roque López en 1809, con destino al desaparecido Convento de San Diego, de donde pasaría junto a otros bienes desamortizados a la Parroquia de San Andrés, donde se conserva en la actualidad.

La monumental composición reproduce el prototipo inmaculista cultivado por Salzillo en tan célebres creaciones como la Inmaculada de los Franciscanos de Murcia y la versión para el convento franciscano de Hellín, ambas destruidas en 1931 y 1936, conservándose distintos ejemplares de menor tamaño salidos de las manos del maestro, que sin duda sirvieron de modelo en esta y otras tantas piezas de Roque López, su discípulo más célebre.

 

Nota de La Hornacina: Alejandro Romero Cabrera es Licenciado en Historia del Arte y miembro de la comisión organizadora del evento. Las fotografías son de Joaquín Bernal Ganga, Máximo Clemente, Francisco Nortes Tornel, Santiago Rodríguez López y Alejandro Romero Cabrera.

 

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