Cabeza de San Antón

Francisco Salzillo
Siglo XVIII
Madera policromada y dorada
18 x 18 x 17 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Esta cabeza de San Antón se relaciona con la mano de Salzillo por una serie de semejanzas técnicas y estilísticas que se pueden establecer entre ella y las representaciones de santos que, de similar edad, realiza nuestro escultor. La fuerza expresiva de su fisonomía y los detalles y disposición de los cabellos, la relacionan de una forma evidente con las esculturas salzillescas de San Pedro y San Antón. La cabeza conserva su policromía original, muy bella en cuanto a la transparencia de sus carnaciones. (M.C.S-R.F.)

Nuestro Padre Jesús Nazareno

Anónimo
Hacia 1490
Madera policromada y dorada
55 x 38 x 73 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Talla completa para vestir con pelo natural, orlada con un arco de flores. Recuerda al desaparecido Nazareno de Teba (Málaga), donde hubo convento de dominicos por corto tiempo. La peana del fanal se halla ricamente decorada. (A.B.E.)

Niño huertano

Escuela granadina
Principios del siglo XVIII
Madera policromada
15'5 x 22 x 51 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

La iconografía responde al gusto de los escultores, propiciado por la demanda de las comunidades femeninas, por las premoniciones pasionarias donde contrastan la ternura e inocencia infantil con las connotaciones trágicas futuras, reflejadas en la diminuta herida causada también por una pequeña espina. Estilísticamente debe relacionarse con la escuela granadina, y su llegada a Murcia responde a las relaciones artísticas y comerciales que se establecen entre los territorios de Granada y Murcia en los siglos XVII y XVIII. Viste en esta ocasión un completo atuendo tradicional huertano, confeccionado y bordado por las propias monjas en el siglo XVIII. (M.C.S-R.F.-A.R.C.)

Niño nazareno

Atribuido a Francisco Salzillo
Siglo XVIII
Madera policromada
30 x 23 x 54 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Aunque hoy no conserva la espina, parece intentar sacarla de la mano extendida y ensangrentada. Esta iconografía, muy en boga durante la época barroca en España, tiene sus primeras raíces en la escultura alejandrina, y dentro de este contexto debemos traer a colación la célebre escultura del "Espinario". Su expresión dolida recuerda la de los ángeles llorosos que acompañan a la Dolorosa de Salzillo (Cofradía de Jesús), que causan un gran impacto y dejan una fuerte estela formal en la escultura murciana. Se muestra vestido con una túnica completa de mayordomo de dicha Cofradía de Jesús, bordada en plata sobre seda morada por las propias monjas en el siglo XVIII. (M.C.S-R.F.-A.R.C.)

Niño en la cuna

Atribuido a Juan Porcel
Hacia 1740
Madera policromada. 14,5 x 10 x 24 cm
Cuna de madera dorada. 37,5 x 44 x 58 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Nos encontramos ante el Niño original de la imagen de la Virgen del Rosario, sustituido en el siglo XIX por el actual. Sólo se le sigue colocando con motivo de la festividad de la Candelaria, para poder así revestirlo, como es tradicional, con un bello ato de cristianar bordado en el siglo XVIII. Ha venido siendo atribuido, indistintamente, a Nicolás Salzillo o Francisco Salzillo, si bien su parecido con la Virgen Niña de la Santa Ana del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, así como las fechas y datos conservados en el archivo del convento, nos llevan a adscribirlo al murciano Juan Porcel, atribución extensible a la propia Virgen del Rosario. Se expone en una suntuosa cuna de corte neoclásico y de gran calidad técnica, muy emparentada con el respaldo rico que en ocasiones se le añade al Cristo de la Santa Cena de Salzillo. (A.R.C.)

Virgen de la Cueva Santa

Atribuido a Ganga Ripoll
Hacia 1740
Madera policromada, estofada y dorada
67 x 52 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Pieza tallada que debía coronar el adorno del comulgatorio del coro bajo. Puede ser de Ganga Ripoll o de su hijo Francisco Ganga Santacruz, quien realizó el escudo de la puerta del monasterio. Seguramente se incorporó la imagen de la Virgen de la Cueva Santa con posterioridad. Antes de su última restauración se podía apreciar que no era una talla en madera la imagen mariana, sino un relieve de escayola. (A.B.E.)

Relicario de las Lágrimas de la Virgen

Anónimo
1714
Plata cincelada, tabla al óleo, lienzo y cristal
13,5 x 21 cm
PP. Dominicos de Santo Domingo (Murcia)

Regalo del cardenal Belluga al padre Peinado. Contiene un trozo del mantel sobre el que, según la tradición, cayeron las lágrimas de la Virgen de los Dolores en la localidad murciana de Cabezo de Torres. En el paño vemos unas manchas que se identifican con las lágrimas de la Virgen. Este relicario estaba colocado en la antigua capilla y altar dedicado a la Virgen de los Dolores, donde celebraba misa el padre Peinado. (A.B.E.)

Ostensorio para el Cuerpo de Cristo

Carlos Zayadatti
Hacia 1790
Plata repujada y cincelada con partes doradas
32 x 30 x 74 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Esta hermosa pieza de los años finales del siglo XVIII se suma a otras custodias de Zayadatti en la Región de Murcia, como las de Molina de Segura y Fortuna. Con ellas tiene en común la incorporación de figuras. Lleva a la Fe sobre nubes y un globo terráqueo haciendo de astil, y a sus lados las imágenes de la Esperanza y la Caridad, reposando ambas directamente sobre la base. El viril, rodeado de una gloria con querubines y rayos, incorpora así mismo espigas y vides. La custodia es una creación aún propia del barroco tardío. (J.R.C.)

Ostensorio para el Cuerpo de Cristo

Anónimo
Finales del siglo XVIII
Plata repujada y cincelada con partes doradas
34 x 92 cm
PP. Dominicos de Santo Domingo (Murcia)

Perteneciente al Convento de Santo Domingo el Real de Murcia, fue llevado al Monasterio de Santa Ana en 1835, con motivo de la Desamortización de Mendizábal y entregada temporalmente, a petición del obispo de Cartagena, a la Congregación de la Vela y Alumbrado del Santísimo. La propiedad fue recuperada conforme al documento firmado por el obispo si los dominicos volvían a Murcia. Por orden de don Javier Azagra fue devuelta a los frailes. Ha desaparecido el escudo de la Orden que estaba sobrepuesto en la base. (A.B.E.)

Instrumentación para hacer flores.

Hierro y madera
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Era muy común de estos conventos, en épocas en las que aún no se usaba tanto la flor natural como ahora, que las propias monjas fabricaran de forma artesanal las flores destinadas a engalanar el interior de fanales y urnas con imágenes de devoción, como las flores del Nazareno de esta misma exposición. (A.R.C.)

Relicario de San Martín de Porres

Anónimo
Finales del siglo XVIII
Plata repujada y cincelada
9 x 6 x 18 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Exquisito relicario rococó, de finales del siglo XVIII, en el que se guarda una reliquia del popular santo dominico, llamado Fray Escoba. (A.R.C.)

Relicario de Santo Domingo de Guzmán

Anónimo
Siglo XVIII
Plata repujada y cincelada
9 x 7 x 18 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Relicario en plata del siglo XVIII, con una reliquia de Santo Domingo, Padre y Fundador de la Orden de Predicadores. (A.B.E.)

Toisón de Oro

Hacia 1740
Oro repujado
60 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Este toisón debía colocarse a la imagen de vestir de Santo Domingo, obra del artista valenciano Antonio Salvador Carmona (siglo XVIII), enlienzada en el siglo XX por Sánchez Lozano. Era portado por los Grandes de España. Este título lo tenía el Maestro de la Orden de Predicadores en razón de la supuesta vinculación de los reyes de Castilla con Santo Domingo. Forma parte de lo que resta del rico vestuario de la imagen. (A.B.E.)

Palias

MM. Dominicas
Siglo XVIII
Rasos bordados en oro
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

La palia es un ornamento usado para cubrir la boca del cáliz durante la celebración de la Eucaristía, cumpliendo dos funciones: la práctica, evitando que puedan introducirse insectos en el cáliz ante la atracción del dulzor del vino; y la cultual, tendente a velar o reservar el símbolo de algo tan sagrado como la Sangre de Cristo. Las propias dominicas gozaron durante siglos de una increíble maestría en el arte del bordado. (A.R.C.)

Lábaro de San Francisco de Asís

MM. Dominicas
Hacia 1740
Lienzo bordado en plata, oro y sedas
87 x 57 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Magnífica pieza del arte del bordado que es portada por la imagen barroca de San Francisco de Asís durante el mes de octubre. Fue bordado por las religiosas a mediados del siglo XVIII, mostrando un gran colorido sobre el fondo bordado con hilos y láminas de plata. (A.R.C.)

Casulla de la Inmaculada Concepción

Anónimo
Siglo XVIII
Espolín de sedas y oro
68 x 114 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Casulla de las denominadas "de guitarra", a juego con los paños de altar expuestos en esta muestra, destinada a ser utilizada por el sacerdote en la festividad de la Inmaculada Concepción. El tejido, probablemente valenciano, es de espléndida calidad compositiva, por el dibujo, la técnica y el empleo de los ricos y delicados materiales. (A.R.C.)

Casulla del Sagrado Corazón de Jesús

MM. Dominicas y José María Almela Costa
Hacia 1940
Raso bordado en oro y sedas y pintado al óleo
67 x 109 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Otra casulla "de guitarra", pero en esta ocasión bordada en sedas y oro, que mantiene la estética tan murciana del colorido de las sedas. En el frente lleva bordada la cruz dominicana y a la espalda un óleo del pintor murciano Almela Costa, quien destacó por su medallones en estandartes y casullas, de los que hay muchos ejemplos en Murcia. (A.R.C.)

Traje de gala de la Virgen del Rosario

MM. Dominicas
Hacia 1900
Tisú de plata bordado en oro y sedas
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Se conservan en el archivo conventual las referencias a los materiales y las agujas que se gastaron para realizarlo. Destaca por su colorista y exuberante diseño sobre un robusto tisú de plata, que es el original, centrando la atención el minucioso trabajo del bordado en sedas de colores. (A.R.C.)

Misal Romano

Anónimo
1776
26 x 38 x 9 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Edición típica del Misal Romano del papa Pío V, bellamente encuadernada en terciopelo de seda granate y con adornos en plata, y con los cantos dorados y troquelados. Probablemente se reservaría su uso para las grandes solemnidades y las fiestas más destacadas de la Orden. (I.M.O.F.)

Joyas de la Virgen del Rosario

Plata, circonitas, coral, oro, alfójar y nácar
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Fruto de la devoción a la Virgen del Rosario, Reina y Señora del Convento y titular de su Archicofradía, es su rico y amplio ajuar, del cual se expone aquí esta pequeña selección proveniente de ofrendas de sus devotos y de las propias monjas. En conjunto representa una notable muestra de la historia de la joyería, que aún se sigue ampliando. (A.R.C.)

Juguetes del Niño Jesús

Plata, esmeraldas y otros materiales
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

La imagen del Niño que porta en su brazo izquierdo la Virgen del Rosario posee un ajuar de "juguetes", amuletos, broches y "detentes", la mayor parte del siglo XVIII. Aún hoy se colocan en la imagen. Se trata de la trasposición de una antigua costumbre social, para con los niños recién nacidos, al interior de los conventos. (A.R.C.)

Túnicas del Dulce Nombre de Jesús

MM. Dominicas
Siglo XVIII
Celeste, rosa, verde, blanca y de tisú de plata. Todas bordadas en oro
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

El Dulce Nombre de Jesús es una de las grandes devociones de la Orden de Predicadores y su pequeña imagen del convento murciano posee una colección de una quincena de túnicas, todas bordadas y algunas de brocado, y siempre confeccionadas por las propias monjas. Las cinco expuestas (dos de ellas en la imagen) datan de distintas épocas del siglo XVIII, y demuestran que en la comunidad monacal siempre hubo hermanas con especial habilidad tanto para la composición y el diseño como para el bordado en sí. (A.R.C.)

Libro "becerro"

Anónimo
1716
27 x 36 x 12 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Es el ejemplar bibliográfico más elaborado y trabajado desde el punto de vista artístico por los dibujos y motivos decorativos que contiene en varios de los 447 folios que lo componen. Encuadernado con tapas duras forradas en piel y con broches de cierre, sus folios presentan la caja de escritura pautada y algunos de ellos enmarcada por orlas decoradas con motivos vegetales y signos de la Orden de Predicadores. (I.M.O.F.)

Lamentación 3 del Jueves Santo

P. Fr. Juan Cruzeta
1778
15 x 22,5 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Partitura en canto gregoriano de la III lamentación de Jueves Santo, para uso de la cantora. Antes de la reforma del Concilio Vaticano II, el Triduo Pascual comenzaba en la mañana del Jueves Santo; y en Oficio de Maitines, tanto del Jueves como del Viernes Santo, además de los salmos y las lecturas correspondientes, se cantaban las Lamentaciones. Ahora se cantan el Viernes Santo y el Sábado Santo, pero su uso es opcional. (I.M.O.F.)

Libro de Santa Catalina de Ricci

Fr. Domingo María Marchesi, O.P.
Mallorca, 1750
15 x 20 x 4,5 cm
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Narra la vida, virtudes y milagros de la santa. Su nombre era Alejandrina Lucrecia, hija de la noble familia de los Ricci, nacida en Florencia, ingresó a los trece años en el Convento de San Vicente de Prato y vistió el hábito de la Orden dominicana, tomando el nombre de Catalina. Durante doce años, revivió en su cuerpo las llagas del Crucificado y la Pasión del Señor. (I.M.O.F.)

Libro de canto

Anónimo
1764
Medidas sin especificar
MM. Dominicas de Santa Ana (Murcia)

Libro de pergamino fino que contiene partituras para usos litúrgicos. Es un ejemplar único realizado por el P. Fr. Juan Amador del Convento de Santo Domingo de Murcia para sus hermanas de hábito del monasterio de Santa Ana. Es de gran valor por las letras capitales hermosamente adornadas, así como por los dibujos que aparecen al comienzo o al final de cada pieza musical. (I.M.O.F.)