Se trata de una imagen mariana de Gloria, de unos 55 cm de altura, realizada en terracota y madera con ojos de opalina, venerada bajo la advocación de Nuestra Señora del Trabajo. Recibe culto privado en la colección de la familia Garrido-Arcas, que la adquirió a un anticuario barcelonés. La imagen es la más antigua que se conserva en dicha colección y se atribuye su factura al artista catalán Ramón Amadeu (1745-1821).
Pertenece al tipo de obras para vestir denominadas de cap i pota y fue concebida en su origen como Inmaculada Gloriosa, no guardando relación aparente con la corriente catalana habitual de las llamadas cap i potas, pero sí emparentada con la estética napolitana cuya influencia se advierte en obras de relevancia de Ramón Amadeu, dedicadas en su mayor parte a los belenes y a piezas costumbristas de pequeño formato.
Debido a su estado de conservación, recientemente ha sido sometida a un profundo proceso de restauración por el escultor hispalense Álvaro Abrines. El proceso ha consistido en la consolidación y reintegración de todas aquellas partes de la escultura que estaban afectadas por el paso del tiempo, ya que no se había efectuado mantenimiento con anterioridad. De esta forma, se ha procedido a la consolidación de la estructura interior, incorporándole un nuevo candelero y brazos articulados. En cuanto a las partes anatomizadas y policromadas, existían varias fisuras y agujeros cuyo deterioro se vio favorecido por los elementos metálicos que la consolidaban. Mostraba además numerosas pérdidas de policromía y manchas debidas a la humedad que han sido limpiadas exhaustivamente. Todo ello para devolverle la impronta original que ha permitido una justa lectura artística y devocional de la imagen.
La imagen presenta una posición frontal con la cabeza ligeramente inclinada, mirada serena y ligera sonrisa que deja entrever el interior de la boca. Posee un rico patrimonio consistente en varios ternos bordados en oro, encajes de la época y piezas de orfebrería, muchas de ellas de gran antigüedad.
Actualmente se le está confeccionando una nueva saya en tisú de oro bordada, y se están pasando los antiguos ornamentos de chapería de plata y espejuelos que la imagen traía de origen en una saya de seda blanca.
