Descripción de la obra

La venerada imagen de San Vicente Mártir de Zalamea la Real, titular de la Hermandad que lleva su nombre, patrón, alcalde honorario y con gran arraigo devocional en dicha localidad onubense, ha sido restaurada con gran acierto en la misma ermita que lleva su nombre, donde recibe culto todos los días del año.

Se trata de una obra del artista sevillano Agustín Sánchez-Cid Agüero (1939) que sustituye a una anterior, perdida en la Guerra Civil. Fue muy reformada en 1967 por el imaginero y orfebre zalameño Manuel Domínguez Rodríguez, que la vació y le hizo nueva cabeza, mano izquierda y policromía estofada en relieve.

Restauradora

La restauración de la imagen del santo ha sido llevada a cabo por la restauradora María Teresa Rodríguez García, natural del municipio onubense de Zalamea la Real.

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla (US) en las especialidades de Conservación y Restauración de Bienes Culturales y Pintura, Rodríguez García reside actualmente en la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor, donde también tiene su taller.

Para la presente intervención, con el fin de evitar riesgos a la obra, la restauradora zalameña trasladó todo su equipo a su localidad natal, previo acuerdo con la Hermandad de San Vicente Mártir.

Estado de conservación

Entre los daños que acusaba la talla había levantamientos por oxidación de elementos metálicos, pérdidas de policromía en sus diversos estratos, abrasiones, roces accidentales, depósitos de cera y suciedad superficial, numerosas grietas, fendas de pequeño calibre... Estas últimas se habían multiplicado por las condiciones climáticas de la ermita, con alta humedad relativa y bruscos cambios estacionales.

Lo anterior, unido a la patología que la imagen de San Vicente presenta desde que se ahuecó más en la intervención de Domínguez Rodríguez, ha hecho que el material constituyente sea más sensible a los cambios de humedad y temperatura. Esta es la causa de que se decidiera intervenir en la propia ermita, ya que su estado podía empeorar si se sacaba de su ambiente, además del evidente riesgo que suponía el transportarla.

Proceso de intervención

Entre otros tratamientos, Rodríguez García ha llevado a cabo fijaciones de la policromía, consolidación de las grietas y las fendas existentes, labores de limpieza en seco y en húmedo, reintegraciones cromáticas y modificaciones en algunos sistemas de sujeción para minimizar los daños que sufre la imagen del santo al poner y quitar sus ornamentos o al ser subida a su paso procesional.

También se ha realizado un estudio de la humedad y temperatura en la Ermita de San Vicente Mártir, al ser un importante factor de deterioro para la escultura.

Todas las labores que se han efectuado son reversibles y respetuosas con la obra. Los materiales empleados son compatibles con los originales y específicos para la restauración de bienes culturales.

Conclusiones

En el informe técnico se incluye una revisión periódica de la obra, recomendando la restauradora que se realizara aprovechando las fiestas patronales con el fin de no mover la imagen exclusivamente para ello.

La finalización de la restauración se presentó en una conferencia en el hall del Teatro Ruiz Tatay de Zalamea la Real, ofrecida por Teresa Rodríguez, y con la apertura oficial de la ermita y posterior vuelta al culto de la imagen, para lo cual se celebró una Eucaristía oficiada por el párroco de la localidad y director espiritual de la Hermandad, don Manuel Cirilo Arroyo Arrayás, con la asistencia de autoridades civiles y religiosas.