LOS CINCO ÓRGANOS DE LAS DOS CATEDRALES DE SALAMANCA
Con información de Alberto Moñivas (01/09/2021)
La Catedral Nueva de Salamanca cuenta con cinco órganos de diferentes estilos y épocas. Cuatro de ellos se utilizan, bien para conciertos o para acompañar en la liturgia, y cada uno de ellos tiene alguna característica que los hace únicos. Este conjunto de órganos forma una colección realmente interesante para ver la evolución en la Península Ibérica, desde el Renacimiento en el siglo XV, hasta el XVIII, que es cuando la organería, el arte de la construcción de órganos, alcanza su máximo apogeo. |
Órgano de la capilla de Anaya El más antiguo está ubicado en la capilla de Anaya, en el claustro de la Catedral Vieja. Es un órgano renacentista que conserva rasgos característicos del medieval, y por ello es un instrumento muy interesante, y también, uno de los más antiguos que conservamos en España e incluso en Europa. Data de principios del siglo XV, aunque debió de sufrir alguna reforma a finales de ese mismo periodo. En la actualidad, no conserva material sonoro, ni los tubos, pero sí muchas partes mecánicas que nos pueden dar pistas de cómo debió de sonar y cuál era su funcionamiento cuando estaba al 100% de sus posibilidades. Este órgano tiene unas puertas que se abren y se cierran, donde está el hueco que ocuparían los tubos, que no se han conservado. En cuanto a la representación iconográfica en sus puertas, se puede observar la Anunciación, una imagen bastante recurrente en este tipo de órganos, y el anuncio que hace el arcángel Gabriel a María, como el anuncio que hace el órgano cuando se abre y comienza a hablar, a emitir su sonido y su belleza. |
Órgano de Salinas En la nave central de la Catedral Vieja están situados otros dos órganos, en este caso, realejos, de pequeño tamaño. A la izquierda está situado el conocido como órgano de Salinas, contemporáneo del músico y organista Francisco de Salinas (Burgos, 1513 - Salamanca, 1590), quien lo más probable es que lo utilizase cuando fue maestro de capilla en la catedral. Una de las características de estos dos órganos es que se podían colocar en cualquier lugar en función de las necesidades. Es decir, no disponían de un lugar físico concreto en la Catedral Vieja. Incluso se sacaban durante las procesiones para acompañar los cantos. En cuanto a la iconografía, está representado el tronco de Jessé, y dentro de la caja se pueden ver diferentes familias de tubos, cada registro tiene una sonoridad. |
Órgano de ala o de la capilla dorada El otro órgano tipo realejo es el órgano de ala, también conocido como el de la capilla dorada porque en origen estaba allí ubicado, en la Catedral Nueva. En sus puertas están representados Jesús orando en el huerto de los olivos y los apóstoles que dormían mientras Jesús oraba, simbolizando este último detalle que el órgano, cuando está cerrado, duerme, al igual que lo hacían ellos. Al igual que el órgano de Salinas, este instrumento de la Catedral Vieja es de mediados del siglo XVI, y funciona, aunque tanto los tubos como el teclado son reconstrucciones de los originales. En la actualidad, se utilizan en conciertos y en algunas visitas. No acompañan a la liturgia porque, por sus características, carecen del sonido suficiente como para acompañar el canto de la asamblea o llenar un espacio tan grande. |
Órgano del coro En el coro de la Catedral Nueva se encuentran dos órganos más, los de mayor tamaño, enfrentados uno al otro. Ambos son barrocos, aunque el más antiguo en origen era renacentista, construido a finales del siglo XVI. Los dos están en funcionamiento y se utilizan cada semana en la liturgia, y a lo largo del año en algún concierto. Como tienen la misma afinación, pueden tocarse juntos, y se suele hacer en determinadas solemnidades como el Corpus Christi o el día de Nuestra Señora de la Vega, patrona de Salamanca. En concreto, este instrumento se construyó para el coro que existía en la Catedral Vieja, en la nave central, pero después se traslada a la Catedral Nueva cuando se termina de construir el coro de los hermanos Churriguera. Fue entonces cuando se reformó el interior del órgano, de forma que tanto el material sonoro como la estética del instrumento se adaptó a la corriente barroca. |
Órgano de Pedro Echevarría El otro gran órgano, el mayor de todos, es el de Pedro Echevarría, construido entre 1742 y 1744. Fue costeado por el entonces obispo de Salamanca, José Sancho Granados. Es un órgano que reúne unas características muy especiales, y en su época, era uno de los mayores órganos que había en el Reino de Castilla. Además, incorporó muchos de los adelantos que por entonces eran novedosos para la época, como dos teclados y una cantidad numerosa de registros, casi todas las familias de las lengüetas o labiales flautados que están representados en este instrumento. En total, tiene 2.365 tubos. Destaca la estética de la caja del órgano de Echevarría, de etilo barroco exuberante, donde se representan elementos de la liturgia celeste, como los ángeles músicos, lo que simboliza la unión de nuestra liturgia y la música, con la que disfrutaremos en el paraíso eterno. Y a ambos lados del instrumento se observa el escudo del obispo Sancho Granados, donante del órgano. A modo de anécdota, en los tubos más grandes, los que dan las notas graves, en la zona del labio han aprovechado para simular una boca y dibujar una singular máscara masculina (imagen inferior) que representa la forma en la que estaría cantando ese curioso personaje barbado. |
Fotografías de Óscar García Rodríguez
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