EL NUEVO MUSEO DIOCESANO DE DONOSTIA/SAN SEBASTIÁN

24/03/2016


 

 

INTRODUCCIÓN

Ya es una realidad. El Museo Diocesano de Donostia/San Sebastián ya está en funcionamiento en la Nave Santa Marta de la Basílica de Santa María del Coro. La colección permanente reúne más de 150 obras que muestran el Patrimonio y la riqueza cultural de la Diócesis de Gipuzkoa/Guipúzcoa. Además contará con exposiciones temporales, la primera de las cuales se inaugurará el 7 de abril.

Tras la inauguración, el Museo Diocesano de San Sebastián ha abierto sus puertas al público. Su horario será diario, de mañana y tarde (de 10:30 a 13:00 y de 16:00 a 19:00 horas), aunque permanecerá cerrado durante las horas de culto. El precio de la entrada es de 5 euros.

El Museo cuenta con una colección permanente que acoge más de 150 obras de arte -escultura, pintura y orfebrería-, una muestra del patrimonio cultural y artístico de la Diócesis. Son obras medievales, modernas y contemporáneas, que se encuentran repartidas en más de 400 metros cuadrados.

Además, el Museo tiene varios espacios destinados a las exposiciones temporales que, en su inicio, muestran varias exposiciones, entre las que destaca una recopilación de obras de Xabier Álvarez de Eulate, conocido por ser el autor de las vidrieras de Arantzazu y uno de exponentes más importantes de la vanguardia del arte sacro en nuestro país. Así mismo, a partir del 7 de abril podrá visitarse la muestra de Nerea de Gracia, un muestra de iconografía con la que, además, se abrirá al público la segunda planta que compone el Museo.

Las obras de rehabitación llevadas a cabo en la Basílica de Santa María del Coro y el acondicionamiento de la Nave Santa Marta para adecuarla al contenido museístico, han sido realizadas por el estudio del arquitecto Rafael Moneo y han estado dirigidas por el arquitecto Pedro Elcuaz.

 

 

LA NAVE DE SANTA MARTA

La nave de Santa Marta es edificación original del templo barroco de Santa María del Coro. Ocupa todo el flanco norte del mismo, contra la ladera del monte Urgull, siendo un cuerpo largo de aproximadamente 40 por 6 metros en planta y 9 metros de altura. Tiene su suelo a cota de la nave principal del templo. Hereda su nombre del claustro que tenía al norte el templo precedente (siglo XVI).

Restaurada en el año 2015 por los arquitectos Rafael Moneo y Pedro Elcuaz, acoge la parte fundamental de la colección de arte religioso que la Diócesis de Donostia/San Sebastián recabó a lo largo del siglo XX. Obras recogidas en iglesias, ermitas, conventos y casas particulares, extendiéndose desde el siglo X al XXI. La presente colección se estructura en tres apartados: Arte Medieval, Arte Moderno y Arte Contemporáneo 

La obra realizada significa la restauración y adecuación del ámbito conocido como nave de Santa Marta y su planta alta, incluyendo los pasillos de conexión de éstos espacios con el ámbito de la escalera oriental del templo y la zona conocida como las necesarias, en la esquina nordeste de la Basílica de Santa María del Coro.

Al mismo tiempo se han realizado actuaciones puntuales en el entorno del templo, en el pasaje de Eugenio Goia y la calle Elvira Zipitria, resolviendo la accesibilidad de la planta superior y problemas en el conjunto monumental derivados de infiltraciones de agua. Algunas de estas obras fueron en su momento requeridas por el ayuntamiento de la ciudad de Donostia/San Sebastián para resolver problemas de seguridad derivados del fácil acceso a las cubiertas de la basílica.

Realizada la restauración, la nave de Santa Marta se dedicará a exponer parte de la colección del Museo Diocesano de Donostia/San Sebastián. En la planta alta se acomodan algunos de los usos secundarios necesarios a dicho uso, como despachos, depósitos y aseos. La utilización de ambas plantas ha conllevado la instalación de un ascensor en el ámbito de las necesarias.

 

 

LA EDAD MEDIA: ROMÁNICO y GÓTICO
LOS CAMINOS DEL CRISTIANISMO. SIGLOS X-XV

Gipuzkoa, desde la Prehistoria, ha sido lugar de paso y de cruce de culturas. El Cristianismo, ya desde el siglo III, avanzó por las vías del comercio y las vías de peregrinación a Santiago de Compostela. Obispados y monasterios trasmitieron la fe cristiana, los cultos a Cristo, a María, a los Santos y a la Eucaristía, en pequeñas comunidades, depositando así obras de arte en ermitas, iglesias, conventos y monasterios.

 

 

LA EDAD MODERNA: RENACIMIENTO y BARROCO
ASENTAMIENTO Y ESPLENDOR DE LA FE CATÓLICA. SIGLOS XVI-XVIII

Las llamadas órdenes mendicantes -Franciscanos, Dominicos, Mercedarios y Agustinos- dejaron una honda huella en el país, con sus devociones y modos de comprender la vida. Entre otras labores, se dedicaron a predicar la austeridad y la vida religiosa profunda.

El Concilio de Trento (siglo XVI) dejará también una profunda huella: catequesis, predicación, culto a la Eucaristía, imágenes, etcétera. Otras órdenes como los Jesuitas, Carmelitas, Trinitarios, Capuchinos, Clarisas, aportarán grandes figuras: Ignacio de Loyola y Francisco Javier. Y en el arte surgirán grandes escultores: Pierre Picart, Juan de Anchieta, Ambrosio de Bengoechea, Lope de Larrea, etcétera.

 

 

LA EDAD CONTEMPORÁNEA
NEOS Y VANGUARDIAS. SIGLOS XIX-XX

Frente a los ejércitos napoleónicos, obispos y clero vasco se posicionaron junto a la monarquía y en contra del Liberalismo. La Desamortización eclesiástica será considerada como una ofensiva contra la tradición e identidad vasca. En 1862 se crea la Diócesis de Vitoria, foco de espiritualidad y cultura. La Universidad de Deusto dará respuesta educativa a la nueva sociedad vasca industrial.

Tras el período de crisis de la dictadura franquista y la celebración del II Concilio del Vaticano se abren, para la Iglesia y el Arte Religioso, enormes expectativas. Jorge Oteiza, Eduardo Chillida, Xabier Álvarez de Eulate, Nestor Basterretxea, Francisco Javier Sáenz de Oiza y Rafael Moneo son algunos de sus referentes.

 

 

ESTADO TRAS LAS OBRAS

La solución funcional adoptada para los espacios restaurados se ajusta a lo dispuesto para ellos en el plan de 2008 en el que se reconoce el uso cultual como preferente y predominante, si bien se menciona la importancia de la Basílica de Santa María del Coro como referente cultural y parte integrante en el eje urbano formado por el Museo de San Telmo, la Iglesia de San Vicente y el Convento carmelita de Santa Teresa.

La nave de Santa Marta se dedica a espacio expositivo permanente, contando con acceso principal desde su portón occidental bajo el coro. Se ha transformado la ventana de la Capilla del Santísimo al pasaje de Eugenio Goia como salida de emergencia, transformada en puerta.

El nuevo ascensor ocupa la esquina nordeste, en el cuerpo denominado "de las necesarias", reforzando la accesibilidad y circulación entre ambas plantas. Se aprovechan los espacios dejados por el mismo como aseo privado y cuarto de limpieza, habilitando el acceso desde el primer descansillo de la escalera.

En la planta alta se traslada la sala de calderas al chaflán oeste y dejando diáfana el resto de la planta, para que pueda ser utilizada por los servicios auxiliares del uso cultural (administración, depósito de obras, etcétera). Los aseos públicos ocupan el chaflán este por su cercanía al nuevo ascensor y a la escalera, pudiendo ser utilizados tanto por los visitantes del museo como por el personal adscrito a la parroquia y al museo.

Por último, se ha realizado la modificación parcial de la rasante de la calle Elvira Zipitria y el último tramo de la escalera del pasaje de Eugenio Goia; de este modo, el acceso al área administrativa se realiza a la misma cota, evitando la facilidad de acceso a la cubierta desde la calle.

 

 

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