II EXPOSICIÓN NACIONAL DE ESCULTURA RELIGIOSA

Jesús Abades


 

La segunda edición de la muestra se celebró entre el 23 de noviembre y el 9 de diciembre del año 2001 en el Santuario de Nuestra Señora de Loreto, del municipio sevillano de Espartinas, templo del siglo XVI edificado sobre otro anterior del XIV que ha experimentado notables reformas en centurias posteriores, especialmente en el XVIII.

En palabras de los responsables de la muestra, patrocinada por el Ayuntamiento de Espartinas, el CIDI, Diario de Sevilla y la Comunidad de Loreto, los objetivos marcados fueron conseguir una reunión de artistas de las grandes escuelas españolas de imaginería, crear una exhibición con lo mejor que se hace hoy en día en los mencionados núcleos, y reivindicar el sentido de la escultura religiosa como una variante formal y conceptual del arte escultórico.

 

 

Los imagineros presentes fueron los siguientes (se sigue un orden alfabético dentro de los lugares de procedencia de cada uno de ellos):

Alicante - Joaquín Mayans Ruiz.

Córdoba - Antonio Bernal. José Antonio Cabello. Miguel Ángel González Jurado. Francisco Romero Zafra.

Huelva - David Valenciano Larios. Francisco José Zamudio Barroso.ç

Murcia - Juan José Quirós Illán.

Sevilla - Javier Albenca Hidalgo. José Ballesteros Blanco. Juan Antonio Blanco Ramos. Carlota Blasco Aguirre. José Manuel Bonilla Cornejo. José Antonio Bravo García. Francisco José Coronado Cabrera. Roberto Echevarría Rodríguez. Manuel Ángel Fernández Escobar. Darío Fernández. Fernando de las Heras. Manuel Hernández León. Lourdes Hernández Peña. José María Leal Bernáldez. Emilio López Olmedo. Salvador Madroñal Valle. Juan Manuel Martín García. Manuel Martín Nieto. Fernando Murciano Abad. José Antonio Navarro Arteaga. Hermanos Ortega Alonso. Javier Roán (Rodríguez Angulo). Miguel Ángel Valverde Jiménez. Juan Ventura.

Valladolid - Miguel Ángel Tapia Palomo.

 

 

La gran calidad de muchas de las obras expuestas en esta edición nos hace muy difícil hacer una selección con lo más destacable. De entrada, podemos mencionar el prodigioso Cristo Resucitado de Antonio Bernal Redondo, realizado con una marcada monumentalidad para el municipio cordobés de Montemayor.

La misma belleza heroíca e impecable sentido formal despliega su paisano Francisco Romero Zafra con la talla de Poncio Pilatos, cuyo rostro ha sido concebido como un retrato realista de un personaje de la Roma antigua. De ambos autores se pudieron admirar excelentes bustos de terracota, labrados como bocetos de lo que serán figuras secundarias con destino a enriquecer considerablemente los misterios de la Semana Mayor.

 

 

Admirables también las obras expuestas por el sevillano José Antonio Navarro Arteaga, sobre todo el vigoroso conjunto del romano Longinos a Caballo y la imagen de Santa Elena mostrando al espectador la Vera Cruz de su invención, ambas de madera policromada, con riquísimo estofado en el caso de la santa.

Llamó igualmente la atención el magnífico Ecce Homo que Lourdes Hernández Peña ha labrado para el municipio gaditano de Algeciras, con evidente recuerdo en su composición del homónimo de Luisa Roldán (La Roldana) que se conserva actualmente en la Santa Iglesia Catedral de Cádiz.

 

 

Gran intimismo y serenidad vimos en las creaciones del sevillano Darío Fernández, del cual figuró una efigie de Simón Cirineo, un singular Niño Jesús abrazado a la Columna y una exquisita Virgen Niña, concebida por el escultor siguiendo la iconografía de la Inmaculada Concepción.

Por último, destacar también el gran estudio de anatomía que el cordobés Miguel Ángel González Jurado ha plasmado en un sayón para un grupo procesional de misterio; los interesantes barros de Emilio López Olmedo, en especial el complejo relieve de La Salida de Jesús del Sepulcro, y el expresivo boceto de un Poncio Pilatos meditabundo, viejo y demacrado que nos ha ofrecido el onubense David Valenciano Larios.

 

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