RESTAURACIÓN DE UN AZULEJO DE JESÚS DEL GRAN PODER EN SEVILLA


 

 

El azulejo ha sido donado por una familia (Rodríguez-Palacios) que lo tuvo durante muchos años colocado en su domicilio particular. Es un azulejo espléndido de la venerada talla sevillana, obra de la fábrica de Manuel Rodríguez y Pérez de Tudela, fechado en el año 1921, con idéntica traza y dimensiones al que desde 1912 figura en la fachada de la Parroquia de San Lorenzo de Sevilla.

 

 

Los trabajos han corrido a cargo de Manuel Antonio Ruiz-Berdejo Cansino, con estudio en el nº 4 de la Calle Monardes (Sevilla). Es Licenciado en Bellas Artes en la especialidad de restauración, especialmente en pintura y escultura. Entre sus trabajos se encuentra la restauración de la Virgen de los Dolores, de Palos de la Frontera (Huelva), y su intervención en la restauración de los azulejos de la sevillana Plaza de España, entre 2003 y 2004.

 

 

En líneas generales, la restauración de este azulejo ha consistido en la limpieza del mortero, desalación, limpieza vítrea, unión de las piezas rotas, relleno de la falta del soporte, reintegración pictórica, protección de la reintegración, fijación a un nuevo soporte y colocación del azulejo en el Columbario que posee la cofradía.

 

 

La limpieza de mortero consiste en quitar el mortero que la obra tiene adosado en la parte trasera y laterales de todos los azulejos, para dejar la base y los cantos de éstos perfectamente limpios de todo lo ajeno a la pieza. Este procedimiento se efectúa con distintas herramientas y bisturí. El proceso de restauración continúa desalando todas las piezas en agua con jabón neutro, cambiando el agua tres veces como mínimo por piezas. Una vez desaladas, se procederá a secarlas correctamente.

 

 

Seguidamente, la parte vidriada se limpia con agua destilada y disolventes, ayudándose el restaurador de hisopos de algodón. A continuación, se unen las piezas rotas con un fuerte adhesivo; cuando están completamente pegadas, se dejan reposar un tiempo. Las faltas, tanto del soporte como de la parte vidriada, se rellenan con un aglutinante duro y resistente a la humedad, que hará a la pieza cerámica más resistente.

 

 

La reintegración pictórica consiste en reintegrar la película de color con pigmentos similares a los que posee la pieza original. A continuación, se aplicará un protector a dichos pigmentos que los fijará bien al soporte. En este caso, se decidió colocar toda la pieza cerámica en unas planchas de aerolans, tanto para la protección de la misma frente a la humedad como para facilitar su posible movilidad.

 

 

El proceso concluyó con la colocación del azulejo en el Columbario de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. El retablo cerámico fue colocado con cubillos y tornillos de acero en una pared del Columbario, donde permanecerá expuesto con carácter permanente.

 

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