Introducción

Ya pueden contemplarse en la parroquia de San Vicente de Sevilla tras su restauración dos óleos sobre lienzo denominados de la "Inmaculada Concepción" y de "Jesús Nazareno" pertenecientes al repertorio pictórico del templo. Si bien ambos son de autor anónimo, el primero de ellos destaca por su alta calidad, puesta de manifiesto especialmente tras el tratamiento efectuado.

Los trabajos han sido ejecutados por la empresa sevillana Gestionarte, cuyo director-responsable, Benjamín Domínguez Gómez, doctor en Bellas Artes y conservador-restaurador de bienes culturales, ha sido el encargado de redactar y dirigir este proyecto en el que también han participado las conservadoras-restauradoras Laura Díaz-Ángel Castizo y María de los Ángeles Arjona Guajardo-Fajardo. También han contado con la colaboración del fotógrafo especializado José Morón y la historiadora del arte Matilde Fernández Rojas.

Previamente, y en cumplimiento de las obligaciones legales que le son de aplicación, se tramitaron sendas autorizaciones por parte de la Delegación Diocesana para el Patrimonio Cultural de la Archidiócesis de Sevilla (3/05/2018, Prot. Nº 1652/18) y por la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía (autorizado con fecha 05/11/2018), en base a la Disposición adicional Quinta de la Ley 14/2007 de 26 de noviembre del Patrimonio Histórico de Andalucía (Inventario de Bienes Muebles de la Iglesia Católica).

A continuación les ofrecemos información sobre las obras en cuestión, los trabajos llevados a cabo y la experiencia profesional del equipo de restauración.

Origen y descripción de las obras

No tenemos constancia documental del origen de las obras, si bien sabemos que ya en 1815 figuraban en la sacristía del templo. El historiador José Hernández Díaz, en su estudio sobre el edificio publicado en 1977, cataloga el lienzo inmaculista como de la primera mitad del siglo XVII indicando que "recuerda a la pintura de Pacheco". Ciertamente, la altura a la que estaban situadas las obras y el lamentable estado de conservación que presentaban dificultaban enormemente tanto su disfrute como su correcta catalogación.

El óleo sobre lienzo "Inmaculada Concepción" es anónimo de la primera mitad del siglo XVII y mide 190 x 112 cm. Representa la figura sola y monumental de la Virgen en el centro de la composición, ingrávida y estática en el espacio y sobre la media luna en cuarto creciente a sus pies, en la que se distribuyen seis cabezas de querubines en variados escorzos. Su suave rostro de mirada baja, levemente inclinado, está enmarcado por una larga cabellera rubia, y sus manos se hallan unidas a la altura de pecho en actitud orante y recogida. Se encuentra vestida con túnica blanca con adorno de pedrería y broche en el cuello y bocamangas rojas, y envuelta en un amplio manto azul oscuro, como prescribía Pacheco en su Arte de la Pintura y según se le apareció a la monja Beatriz de Silva en 1511: "Haze de pintar con túnica blanca 3 y manto azul, que así se apareció esta señora a doña Beatriz de Silva, portuguesa...". La sólida volumetría corporal de la Virgen "vestida de sol" se recorta en una intensa luz dorada y rodeada de vaporosas nubes que conforman áureos efectos atmosféricos a su alrededor. En la zona inferior del lienzo se describe un paisaje donde se insertan algunos elementos de las letanías. La obra presenta una correcta técnica de dibujo y colorido, mediante la aplicación de una pincelada precisa y segura con la que el artista anónimo consigue trazar con claridad figura y paisaje, los dos elementos fundamentales de la composición. Los suaves rasgos faciales de la Virgen contrastan con el quebrado tratamiento de la descripción de su vestimenta, de rotundos y angulosos pliegues aunque con bellos detalles como el adorno del cuello de la túnica o las bocamangas rojas que aportan el punto de calidez. Interesante resulta también la entonación general de la obra a la que se le aplica una iluminación global y una sutil entrada de luz desde la izquierda que ayuda a recortar los perfiles, mediante un cuidada aplicación de los tonos naranjas y dorados en un suave esfumato. El lienzo se halla guarnecido por un marco de madera tallada, dorada y policromada, complemento visual del lienzo que encuadra y enriquece. El marco -que estimamos original de la obra- presenta el tipo de "cassetta" o caja, el más habitual desde el XVII en la escuela sevillana, en el que se distribuyen, en el centro y esquinas de las entrecalles de sus cuatro travesaños, golpes de talla con motivos vegetales a base de abultadas hojas carnosas o cartilaginosas doradas, que destacan sobre el fondo oscuro de los tramos cóncavos dejados en medio. El filo presenta una decoración de gruesa sarta de cuentas o perlas oblongas y el canto una sucesión de pequeños gallones oblongos que acentúa su acento plástico.

Algo más tardío cronológicamente se nos antoja el segundo de los cuadros objeto de este proyecto, "Jesús Nazareno", inferior en calidad e interés artístico si lo relacionamos con la pintura de la Inmaculada Concepción ya descrita. Es un óleo sobre lienzo anónimo de la segunda mitad del siglo XVIII y mide 182 x 124 cm. Considerable como obra de taller, representa a Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario, extramuros de la ciudad de Jerusalén, a tenor de las arquitecturas que tras la imagen del reo asoman. La figura, que ocupa prácticamente toda la composición, porta una cruz arbórea sobre su hombro izquierdo, quedando el rostro en dirección hacia el espectador. El rostro y mano derecha quizás sean los elementos más elaborados, así como la túnica, cuyos pliegues se resuelven mediante una pincelada resolutiva y esquemática.

Estado de conservación previo

Todo el trabajo que han desarrollado los profesionales de Gestionarte sobre los lienzos y sus marcos se ha apoyado en la investigación científica que se ha llevado a cabo antes y durante el proceso, fundamentalmente en la fase de redacción del proyecto.

En términos generales, el estado de conservación de las piezas era muy deficiente. En lo que al soporte se refiere, en ambos casos, el bastidor estaba muy debilitado y no cumplía adecuadamente con la función sustentante que le es propia. Esto, unido a la incidencia microclimática que soportan las obras y otros agentes de deterioro, había generado múltiples deformaciones en las telas, que no presentaban forración o entelado alguno. Si presentaban, en el caso del lienzo de la "Inmaculada Concepción", una reparación en forma de parche adherido por la parte posterior de unas dimensiones considerables.

La inestabilidad generalizada del soporte de tela derivó en un debilitamiento general del estrato pictórico, evidenciándose en el cuarteado generalizado que ambas obras presentan, muy acentuado, incluso con levantamientos en forma de cazoleta muy pronunciados, en el de "Jesús Nazareno". En ambos casos, y aunque las lagunas no eran especialmente numerosas, el de la "Inmaculada Concepción" presentaba una amplia zona cubierta con repintes e intervenida con anterioridad.

Mención especial merece la alteración cromática que presentaba el protectivo (barniz), el cual impedía disfrutar del cromatismo real de las obras, oscurecidas por esta alteración y por la acumulación de hollín y polvo sobre la superficie de ambas piezas. Esta acumulación de depósitos en superficie se hacía también especialmente patente en el reverso del lienzo, en los bastidores y en los marcos.

Metodología y tratamiento

Durante todo el proceso se ha seguido un método específico de trabajo y unos criterios de actuación basados en principios teóricos, conceptuales y deontológicos internacionalmente aceptados por las instituciones y los profesionales de la conservación-restauración de bienes culturales, tanto civiles como eclesiásticos.

El objetivo principal de los trabajos ha sido el de erradicar las causas de deterioro que amenazaban la conservación de las obras y su correcta lectura, tanto formal como estética e histórica.

El proceso, iniciado con el traslado de las obras al estudio de conservación-restauración, comenzó con un estudio pormenorizado y la reproducción fotográfica con técnicas de luz natural, rasante y ultravioleta, completándose así el estudio preliminar ya realizado con motivo de la redacción del proyecto de intervención.

Ya en fase de intervención se procedió al desmontaje de los marcos de las obras y la retirada de depósitos superficiales, preparándolas para el proceso de reentelado al que fueron sometidas posteriormente. Una vez montadas las pinturas sobre los nuevos bastidores realizados al efecto, comenzó el proceso de limpieza, en diferentes niveles o fases, retirando progresivamente la suciedad superficial, barniz, repintes y estucos desbordantes, hasta recuperar la totalidad de la pintura original.

Culminado el programa curativo, culminó el proceso con la reintegración volumétrica y cromática del estrato pictórico siguiendo un criterio de "discernimiento a corta distancia" llevado a cabo con la técnica del "rigattino" -rayado- y la aplicación de un protectivo final, labor especialmente delicada en el caso del lienzo de la "Inmaculada Concepción" por la dificultad que entrañaba la homogenización de las dos grandes lagunas situadas en el celaje, a la altura del rostro de la Virgen.

Paralelamente, los marcos de ambas obras han sido intervenidos siguiendo la misma metodología, criterios y técnicas descritos para la obra principal, consolidando primeramente el soporte de madera para pasar después al tratamiento del revestimiento pictórico.

Experiencia profesional

Gestionarte es una empresa especializada en la conservación, restauración, investigación, difusión y gestión de bienes culturales. Su director-responsable es Benjamín Domínguez Gómez (Sevilla, 1978), Doctor en Bellas Artes con mención internacional por la Universidad de Sevilla (US). Licenciado en Bellas Artes en la especialidad de conservación y restauración de obras de arte por la misma universidad en 2001, también es egresado del Máster en "Arquitectura y Patrimonio Histórico" de la Escuela Superior de Arquitectura de Sevilla, por cuyo expediente fue galardonado con el premio extraordinario Fin de estudios.

Director-gerente de la empresa GESTIONARTE desde su creación en el año 2005, simultanea su labor profesional con la investigación científica dentro del Grupo de Investigación HUM-956 "Conservación y Patrimonio. Métodos y Técnicas", adscrito a la US. Colaborador Honorario del Departamento de Pintura de la US, ha disfrutado de una Estancia de Investigación de doce meses en el Área de Conservación Preventiva del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH.), con quienes ha colaborado en algunos proyectos, así como en el Istituto Superiore per la Conservazione ed il Restauro de Roma (ISCR), durante cuyo período fue beneficiario de una residencia como investigador en la Real Academia de España en Roma, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de España.

Especializado en el tratamiento de obras en madera policromada, en su labor profesional como conservador-restaurador destacan los trabajos de investigación, redacción, dirección y ejecución de proyectos sobre retablos, a los que hay que sumar un buen número también sobre la pintura de caballete y otros elementos análogos.

Asiduo participante en congresos, jornadas y seminarios, nacionales e internacionales, es autor de publicaciones relativas a su área de conocimiento. Igualmente, es miembro de la Red de Expertos del Proyecto "Campus de Excelencia Internacional en Patrimonio Cultural y Natural" (CEB09-0032), del Grupo Español del International Institute for Conservation (GE-IIC), y de la Asociación de Conservadores Restauradores de España (ACRE).

Entre los trabajos efectuados, podemos citar como más importantes los trabajos de conservación-restauración de los soportes de madera de las pinturas de la Sala de los Reyes de la Alhambra o el servicio prestado dentro del programa "Andalucía Barroca", especialmente en los montajes de las correspondientes muestras organizadas por la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía entre los años 2007 a 2010.

En la Archidiócesis de Sevilla, los profesionales de Gestionarte tienen en su haber numerosas intervenciones para las hermandades del Baratillo, Vera Cruz o Montesión, en la ciudad de Sevilla; la Hermandad de Valme de Dos Hermanas; Vera Cruz y San Benito de Brenes; Vera Cruz de Guillena, etcétera. En lo referido a parroquias, han trabajado para la de Santa Ana de Triana en la capital hispalense y para las de municipios sevillanos como Salteras, Guillena, Villamanrique de la Condesa, Gelves, Huévar del Aljarafe o Carrión de los Céspedes.