1 |
|
|
|
|
Dánae (Rembrandt)
En 1985 un hombre que escondía bajo su abrigo un frasco lleno de ácido, un cuchillo y un pequeño artefacto explosivo entró en el Hermitage. Se acercó al lugar donde se exponía la pintura y le hizo varios cortes antes de echarle el ácido, sobre todo en la zona central del cuadro. Las capas más superficiales se perdieron,
precisamente los últimos retoques que tan importantes son para culminar una obra maestra.
Tras una larga restauración en 1997 se expuso de nuevo una creación de notable belleza y muy querida por el artista. La bella Dánae perdió parte de su suave luz, pero sobrevivió.
|
|
|
|
|
2 |
|
|
|
|
Piedad (Miguel Ángel)
Foto: José Javier Martín Espartosa
En 1972 un australiano que se creía la reencarnación de Cristo, golpeó con un martillo la imagen de la Virgen, dañando su brazo y párpado izquierdo, y rompiéndole la nariz. Los restauradores pudieron recuperar los fragmentos y reintegrarlos, tras un largo proceso que, además, permitió el feliz descubrimiento de un monograma que el artista grabó en la mano de María. Como afirma Brian Zahnd, hoy la Piedad no es solamente un testimonio del genio de Miguel Ángel, sino también de la destreza de los artistas restauradores que fueron capaces de recuperar completamente su dañada belleza.
|
|
|
|
|
3 |
|
|
|
|
La Venus del espejo
Con una hacha pequeña una militante sufragista rompió en 1914 el cristal que lo protegía y rajó el lienzo de la National Gallery varias veces hasta ser vista y detenida. El motivo había sido llamar la atención sobre el trato dado a la líder sufragista Emily Pankhurst, que estaba en huelga de hambre en una cárcel londinense. Constituyó una de las actividades del movimiento sufragista británico para lograr el voto y oponerse a la discriminación de la mujer. La agresora en este caso confesó que admiraba la pintura, pero que le desagradaba el modo en que los hombres la miraban. |
|
|
|
|
4 |
|
|
|
|
David (Miguel Ángel)
Foto: Miguel Cortés
De nuevo otra obra maestra del genio florentino. La escultura ha sufrido varios atentados a lo largo de su historia. El primero, de origen natural, fue un rayó que lo alcanzó en 1512; a mediados del siglo XVI sufrió la destrucción del brazo izquierdo durante una revuelta popular contra la familia Médici; en 1843 una agresiva restauración eliminó la pátina original del autor y en 1991
sufrió el ataque de un individuo que, con un martillo, le rompió el segundo dedo del pie izquierdo, siendo derribado e inmovilizado el agresor por visitantes del museo hasta que llegaron las autoridades.
|
|
|
|
|
5 |
|
|
|
|
Gioconda o Mona Lisa (Leonardo)
Es una de las obras de arte más vandalizadas de la historia. En 1911 fue robada por un empleado del Louvre, siendo recuperada indemne dos años después. En 1956 le tiraron una piedra que impactó en el codo izquierdo de la enigmática retratada, siendo necesaria una restauración para disimular la pérdida de pigmento, tras la cual fue protegida, al igual que la Piedad, con un cristal blindado. Ello ha impedido que le causaran nuevos daños otras cosas que le han sido arrojadas en las últimas décadas: la pintura roja de 1974, la taza de 2009 y la tarta del mes de mayo de este mismo año 2022.
|
|
|
|
|
6 |
|
|
|
|
Jesús del Gran Poder (Juan de Mesa)
Foto: Juan Antonio García Delgado
Entre la nefasta restauración perpetrada en los 70 y el ataque vandálico sufrido en 2010, podemos decir que el nazareno sevillano está vivo de milagro. En esta ocasión el vándalo fue un funcionario de prisiones, que tras ser detenido, declaró en el juzgado que "era Jesucristo" y que por ello no "necesita ningún representación en madera muerta". Fue el escultor Luis Álvarez Duarte, cuyas obras también han sido vandalizadas, quien junto a su discípulo Ventura Gómez reparó la famosa talla barroca, restaurando su espalda, su peana y la sujeción del brazo izquierdo, que había quedado desgarrado.
|
|
|
|
|
7 |
|
|
|
|
Adoración del becerro de oro (Poussin)
Una de las dos obras de Poussin que fueron rociadas con spray de pintura roja en 2011 por un vándalo. El otro óleo sobre lienzo afectado fue "La Adoración de los Pastores". Ambos forman parte de la colección permanente de la National Gallery de Londres. El agresor fue detenido momentos después por los vigilantes y luego por la policía, hablaba en francés y parecía orgulloso de lo que había hecho. La pronta intervención del equipo de restauradores de la institución permitió que el daño quedase minimizado y que las obras pudieran ser expuestas en breve completamente restauradas.
|
|
|
|
|
8 |
|
|
|
|
Ronda de noche (Rembrandt)
Sin contar la mutilación que conllevó su cambio de ubicación, otra joya del maestro neerlandés ha sido atacada en tres ocasiones: fue acuchillada en 1911 por un antiguo cocinero de la marina, pero el corte fue poco profundo y solo rasgó el barniz; en 1975 un profesor desequilibrado hizo varios cortes más graves en zig-zag, y aunque la pintura pudo ser restaurada las "cicatrices" aún pueden apreciarse; por último, también con daños superficiales se saldó el ataque en 1990 que llevó a cabo con ácido un enfermo psiquiátrico, gracias a la rápida intervención de la seguridad del Rijksmuseum.
|
|
|
|
|
9 |
|
|
|
|
Inmersión o Piss Christ (Andrés Serrano)
Igual que los pretextos ideológicos, religiosos o morales no justifican en ningún caso la destrucción de una obra de arte, tampoco las críticas y la censura pueden vulnerar la libertad creativa de un autor. Es el caso de esta fotografía del año 1987, concebida como un altar religioso, en la que un crucifijo aparece sumergido en la orina del propio artista. Casi desde su primera exhibición, copias de la instantánea, considerada blasfema, han sido retiradas, destrozadas a golpes y arrancadas con martillos de las exposiciones, y ello pese a que Serrano se declaró "artista cristiano" desde un primer momento.
|
|
|
|
|
10 |
|
|
|
|
Girasoles (Van Gogh)
Esta versión de 1888 sobre un tema recurrente de Van Gogh se conserva en la National Gallery. Es una de las tres pintadas en Arlés que muestra 14 girasoles en un jarrón. El pasado viernes dos ecologistas le arrojaron sopa de tomate en protesta por las políticas energéticas de la primera ministra Liz Truss. Gracias al cristal de seguridad la obra ha salido intacta. Los agresores no son más villanos que las compañías de combustibles que, con la complicidad de algunos gobiernos y medios de comunicación, están destrozando la Tierra, pero nada legitima este terrorismo artístico tan necio como absurdo.
|