El Greco

Francisco fue hijo de un próspero comerciante de seda. Vivió la vida típica de un joven rico, pero su desilusión con el mundo que lo rodeaba crecía a medida que pasaban los años. Acontecimientos como su traumática experiencia en la guerra, su encarcelamiento y una larga enfermedad le llevaron a reevaluar su vida. Una visión mística de Cristo en la iglesia de San Damián y su encuentro con un leproso fueron los dos momentos que cambiaron su existencia. Tras ellos renunció a todas sus posesiones, herencia y patrimonio, y abrazó la vida de penitente siguiendo las huellas de Jesús, fundando la orden de los Frailes Menores. En 1224 recibió los estigmas o llagas que aparecen en el cuerpo de una persona en los mismos lugares que las provocadas en el cuerpo de Cristo cuando fue crucificado. Estos eventos contribuyeron a la difusión de su popularidad como predicador, pacificador, ídolo de los pobres, ambientalista temprano y radical social.

Sandro Botticelli

La vida y milagros de Francisco se prestaron a la creación de imágenes y fueron una gran fuente de inspiración para los artistas. Aparte de los del Nuevo Testamento, Francisco es probablemente el santo más representado en la historia del arte y la popularidad del movimiento franciscano creció de la mano de la rápida difusión de la imaginería que cuenta su imagen y leyenda. Los historiadores del arte han estimado que hasta 20.000 imágenes de Francisco, sin incluir las de los manuscritos iluminados, podrían haberse realizado tan solo un siglo después de su muerte.

Caravaggio

A medida que crecía la popularidad del movimiento franciscano, también aumentaba el número de Frailes Menores, como Francisco llamaba a sus seguidores, que se extendieron por Europa fundando conventos, construyendo iglesias franciscanas cada vez más grandes y encargando decoraciones pictóricas que daban gran protagonismo a su fundador, instigando así un florecimiento de la producción artística y arquitectónica en el crítico período artístico de cambio que condujo del Gótico al Renacimiento. Una de las paradojas del arte franciscano es que algunas de las iglesias más suntuosas de la Baja Edad Media, con sus monumentos, capillas funerarias, retablos y frescos, fueran creadas por una orden de frailes mendicantes, comprometidos con la pobreza.

Luc-Olivier Merson

Después del Concilio de Trento, celebrado entre 1545 y 1563, la imaginería de Francisco floreció con renovada intensidad y se convirtió en uno de los santos más representados. Francisco creía que la naturaleza misma era el espejo de Dios. Llamó a todas las criaturas sus "hermanos" y "hermanas", e incluso predicó a los pájaros y supuestamente persuadió a un lobo en la ciudad italiana de Gubbio para que dejara de atacar a los lugareños si accedían a alimentar al animal. Vio a Dios reflejado en la naturaleza. En el himno que compuso, "Cántico del Sol", da gracias a Dios por el Hermano Sol, la Hermana Luna, el Hermano Viento, el Agua, el Fuego y la Tierra. Muchas de las historias que rodean su vida relatan su gran amor por los animales y el medio ambiente, historias que proporcionaron una gran fuente de inspiración artística.

Bartolomé Esteban Murillo

San Francisco de Asís sigue siendo una figura atractiva e inspiradora tanto para cristianos como para no cristianos, para pacifistas y ambientalistas, para quienes claman por la justicia social, para utópicos y revolucionarios, para amantes de los animales y para quienes trabajan por causas de humanidad y solidaridad. Para Gabriele Finaldi, director de la National Gallery de Londres: "El radicalismo espiritual de Francisco, su compromiso con los pobres, su solidaridad humana, su amor por Dios, por la naturaleza y por los animales, lo que podríamos llamar ecologismo embrionario, así como su lucha por la paz entre enemigos y la apertura al diálogo con otras religiones, son temas que aún hoy resuenan entre nosotros y hacen de él una figura de enorme relevancia en nuestro tiempo. La historia de las imágenes de Francisco es también la historia de cómo se le ha percibido a lo largo del tiempo; de forma que, a lo largo de los siglos, ha surgido una variedad de "Franciscos" a medida que se enfatizaron, adoptaron, promovieron e, inevitablemente, también se apropiaron y manipularon diferentes aspectos de su personalidad. Esta muestra explora varios aspectos de esta fascinante historia".

Fra Angelico

Para Joost Joustra, "desde su Umbría natal, la imagen de Francisco se extendió rápidamente para convertirse en un fenómeno global. Desde las primeras biografías escritas por Tomás de Celano y San Buenaventura (siglo XIII) y los primeros retablos y murales pintados (en particular los atribuidos a Giotto y sus colaboradores en la Iglesia Superior de San Francisco en Asís), la vida de Francisco se convirtió tanto en un ejemplo digno de imitación, y hasta el día de hoy, una fuente continua de fascinación artística". La exposición San Francisco de Asís (Saint Francis of Assisi) va acompañada de una publicación totalmente ilustrada y de un programa de conferencias, eventos, actividades y contenido digital.