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Catedral de Santa María (Palma)
Hay constancia documental que en el siglo XV los canónigos de la Seu,
vestidos de apóstoles, procesionaban la bellísima imagen gótica que todavía se conserva. En 1671 el canónigo Pere-Joan Belloto
pagó la magnífica urna barroca de madera tallada y dorada que lleva los escudos de armas
de su familia y que ha dado lugar a la tipología más clásica del "Llit de la Mare de Déu" en Mallorca: una especie de cama-palio, constituido por la urna con la talla mariana protegida por un palio cuyas
varas son sostenidas por cuatro esculturas de ángeles, casi
siempre de tamaño natural. Toda la escenografía escultórica está compuesta
sobre un gran catafalco escalonado adornado con las típicas macetas de albahaca
y bellveure. En algunos casos, la cama tiene adosado un altar con una cruz,
candeleros y sacras.
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Convento de Santa Clara (Palma)
Después de la Guerra de Sucesión y con la instauración del rey Felipe
V en el trono de España el arte barroco evolucionó hacia el gusto francés e
italiano. Es a partir de aquel momento cuando en las casas de la nobleza borbónica
de Palma aparecen las grandes consolas de madera tallada y dorada, decoradas
con relieves escultóricos y formas de voluta.
Más tarde, durante el reinado del monarca Carlos III, la consola tomó las formas rocallas que, muy a menudo, fueron aplicadas hasta el punto de distorsionar
la propia apariencia del mueble. En este periodo observamos como algunos "Llits de la Mare de Déu" se inspiran en esas grandes consolas de estilo barroco-rocalla y se rematan en su
cabecera con un pequeño dosel que cuelga desde una corona levantada a no
demasiada altura. De este modelo de cama coronada destaca el del convento de Santa Clara que, como las consolas de la primera época, tiene las patas
unidas por volutas y muestra una silueta muy recortada. Cabezas de querubines y otras figuras de ángeles
aparecen en torno al mueble aportándole una nota de gran teatralidad. Foto: Roberto Fernández Legido.
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Iglesia de San Julián (Campos)
A medida que avanza el siglo XIX podemos notar una decadencia en el diseño
de las camas. Hay excepciones, como la de la parroquia
de San Julián de Campos, una antigua iglesia gótica reconstruida en estilo
neorrenacentista entre 1868 y 1873, según un proyecto del escultor
Miquel Torres, entonces profesor de la Academia Provincial de Bellas Artes.
Curiosamente, el "Llit de la Mare de Déu" fue diseñado en el mismo
estilo de la iglesia, de forma que entonara con su plástica
historicista.
La urna de Campos, que alberga una talla mariana del escultor Joan de Salas (1529), es un tipo de catafalco clásico con hornacinas
que contienen imágenes de los apóstoles, mientras que a los lados aparecen
ángeles atlantes. Desde un baldaquino en forma de templete abierto con formas
rectas pende un velo sostenido por ángeles que cubre la talla de la virgen.
Este conjunto, a pesar de cierta rigidez compositiva, es una buena muestra del
patrimonio mueble del XIX que merece una revisión, sobre todo en el
campo de la liturgia donde se localizan piezas de gran valor. Foto: Gaspar Carrió.
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Iglesia de Santa Eulalia (Palma)
Del siglo XVII se conocen unos modelos de camas de apariencia muy rica,
labrados en madera tallada, dorada y policromada, de los cuales ya solo se
conservan escasos ejemplares en varias casas señoriales de Palma. Uno de ellos tiene un magnífico cabecero decorado con
relieves escultóricos de ángeles y la Virgen María acompañada de santos.
El "Llit de la Mare de Déu" de la parroquia de Santa Eulalia en Palma
se inspira, probablemente, en estos lujosos ejemplares
porque su estructura con los pilares entorchados y rematados por
florones es muy parecida a la del mueble doméstico que acabamos de comentar. El rostro de la espléndida talla gótica
mariana se inspira mucho en la escultura funeraria
medieval, de la que es buen ejemplo la estatua yacente de reina consorte Elisenda de Montcada
en el monasterio de Pedralbes en Barcelona (hacia 1340-1350). Foto: Roberto Fernández Legido.
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Iglesia de San Jaime (Palma)
La llegada a Mallorca hacia 1809 del escultor catalán Adrià Ferran i Vallès conllevó una renovación del arte local y, sobre todo, una etapa de esplendor en el diseño del mueble. Adrià, nombre como ha sido conocido tradicionalmente el artista, tuvo en Palma un prolífico taller con numerosos ayudantes y su nombre es ya legendario tanto en el campo de la escultura como en el del mobiliario siguiendo las pautas de la corriente neoclasicista. Posiblemente, su máxima creación es el "Llit de la Mare de Déu" de la parroquia de San Jaime en Palma, una obra espectacular que marcó una nueva pauta estética en este tipo de escenografías sacras y dio lugar al modelo de cama-baldaquino inspirado en las camas de tipo imperio. Del dosel con forma de corona cuelgan cuatro cortinajes que van enganchados a columnas de fuste estriado en las esquinas del catafalco. Sobre ellas figuran cuatro ángeles que sostienen unos largos cordones, de tal manera que, con un efecto puramente teatral, parece que abren un pabellón textil para mostrar la imagen de María, tallada como una matrona romana, que duerme sobre una alta urna decorada con relieves dorados de finísima talla. Cuatro impresionantes candeleros de madera cortada y dorada aparecen sobre sencillas ménsulas situadas a los lados del mueble. Este lecho de San Jaime despertó gran admiración y fue imitado por otras parroquias de Mallorca, pero nunca con la majestuosidad que posee el original de Adrià. Foto: Roberto Fernández Legido.
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Parroquia (Santa Maria del Camí)
Las representaciones en Bizancio son, como en tantos otros
ejemplos, la cuna de nuestra iconografía mariana. Y de todos
los misterios que forman parte de los gozos de la Virgen, el de
la Asunción es, para Mallorca, uno de los más significativos. Lo
justifican diferentes circunstancias como la dedicación de la
catedral de Palma -cristalización de la vocación mariana de
la conquista- y la larga lista de tradiciones cultas y populares
que dotan de significación la veneración del Tránsito o la Dormición de María.
Los lechos, las vigilias y las procesiones alrededor de la imagen
repiten, ahora más reducidamente que antaño, una de las
escenificaciones piadosas más interesantes de nuestro patrimonio
cultural. Este interesante ejemplar de finales del siglo XVI, relacionado con el escultor Gaspar Gener II, sigue el modelo construido para la Seu, como también ocurre con el "Llit de la Mare de Déu" del monasterio de la Concepción de Palma.
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