Cabeza de Anciano

Una de las obras más importantes que mostró el pasado mes de marzo TEFAF 2013 (The European Fine Art Fair) en la ciudad holandesa de Maastricht. A través de la Weiss Gallery de Londres se muestra este vigoroso y subyugante retrato de Rubens, constituyendo un descubrimiento significativo y una nueva incorporación al catálogo de obras del maestro.

Der Trompetende Putto

Un grupo de expertos de la Universidad de Hannover atribuyó oficialmente al pintor austríaco Gustav Klimt la autoría de este cuadro (en la imagen, detalle de la restauración), perdido durante años y descubierto el verano de 2012 en un garaje en Austria. Ffue encontrado por uno de los expertos tras años de búsqueda. No obstante, en el momento en que apareció, algunos especialistas habían expresado sus dudas acerca de la presunta autoría de Klimt. La ratificación de ésta ha venido a través de los análisis químicos efectuados al lienzo. Tiene un formato circular, con un diámetro de 170 cm, y estuvo durante un tiempo en el techo del taller de Klimt en Viena, de donde desapareció (con información de EFE).

La Reina Isabel y las Tres Diosas

Se trata de una acuarela y oro sobre pergamino pegado en una tarjeta. Fechada en torno a 1590, fue dada a conocer tras su adquisición por la National Portrait Gallery de Londres y atribuida al miniaturista inglés, nacido en Francia, Isaac Oliver (hacia 1565-1617). Se trata de una curiosa reinterpretación del tema mitológico del Juicio de Paris, en la que la reina inglesa no solo es jueza sino ganadora de la manzana de oro a la más bella, por encima de Afrodita, Hera y Atenea. Del tamaño de una postal moderna, esta pieza, completamente inédita hasta la fecha, presenta un excelente estado de conservación.

San Jerónimo

Por casualidad, el Museo del Prado descubrió en 2012 que poseía esta obra de José de Ribera, atribuida durante décadas al pintor valenciano Esteban March. Fernando Rayón y Gianni Papi son los expertos que certificaron su autoría en la Casa de Colón de Las Palmas de Gran Canaria, donde se exponía desde 1951. La pinacoteca madrileña pidió que le devolvieran la obra el pasado septiembre para que fuese estudiada por los expertos. Después de los estudios iniciales, las radiografías, etcétera, fue sometida a una cuidadosa restauración para poder mostrarla en El Prado como un cuadro importante del Ribera joven, un artista que se ha ido redescubriendo en estos últimos años y del que se conservan casi 50 obras en la gran pinacoteca madrileña. El cuadro ha permanecido más de medio siglo en Gran Canaria, donde llegó cedido en el marco de un proceso de depósitos de obras de El Prado llevado a cabo cuando se hicieron los Museos Provinciales de Bellas Artes en los años cuarenta, después de la Guerra Civil. Otras obras de juventud de Ribera, como este San Jerónimo, permanecen probablemente desconocidas o escondidas bajo otro nombre, como pasó en este caso (con información de EFE).

Paisaje

Un pequeño cuadro comprado en una subasta y que estuvo oculto en un armario durante años se ha revelado como una obra original del pintor británico John Constable (1776-1837). La pintura, de tamaño postal, representa un paisaje y ha sido identificada por el anticuario y experto en falsificaciones Curtis Dowling. Fue adquirida hace una década por 30 libras en la ciudad inglesa de Canterbury. Hoy su valor estimado es de unas 250.000 libras.

Puesta de Sol en Montmajour

Esta pintura de Vincent van Gogh (1853-1890), propiedad de un coleccionista privado, ha estado durante más de un siglo almacenada en un ático y mantenida oculta del público porque era considerada una falsificación. Gracias a recientes investigaciones documentales y técnicas, este paisaje francés, pintado en 1888 cuando el maestro holandés residía en la ciudad de Arlés, será expuesto a partir de este mes y durante un año en el Museo Van Gogh de Ámsterdam, que también negó su paternidad en 1991 aunque ahora ha cambiado de opinión.

Retrato de Isabella d'Este

Esta pintura de Isabella d'Este, tras permaner 500 años en el anonimato, fue encontrada en un sótano de Suiza. Es el sucesor del boceto al carbón previo hecho por Leonardo que se conserva en el Louvre. Mientras que el carbón fue realizado a principios del siglo XVI, el retrato a color tuvo que esperar alrededor de 15 años. El experto Carlo Pedretti califica esta pintura como "excepcional" y asegura que el retrato de la marquesa de Mantua es "el único de este tipo en el mundo". Se trata de un óleo sobre tela (61 x 46,5 cm) realizado entre 1513 y 1516. Presenta varios motivos iconográficos inspirados en Santa Catalina de Siena, tales como la corona y el cetro. Al parecer no hay dudas sobre la autenticidad del retrato y la firma del maestro florentino. El retrato presenta muchas similitudes con La Gioconda, especialmente en cuanto al color y la iluminación, aparte de la pose de ambas modelos. Isabella d'Este fue una noble italiana, gran mecenas de artistas y protectora de, entre otros, Rafael, Mantegna y Giulio Romano, y retratada por otros genios como Tiziano.

Estampa Japonesa

El Museo de Bellas Artes de Córdoba, dentro el Año Dual España-Japón 2013-2014, presentó en 2013 la exposición Bijin. El Japonismo de Julio Romero de Torres, donde se conectan estampas japonesas con representaciones femeninas con las obras del pintor cordobés Julio Romero de Torres (1874-1930). Esta conexión llegó más allá, con la realización de dos obras de inspiración oriental durante su etapa de aprendizaje para la barbería del Casino Militar de Córdoba, de las cuales la que nos ocupa se expuso por primera vez. Modernismo, la fascinación por el Lejano Oriente, y sensualidad componen esta muestra. Según David Almazán, comisario de la exposición ("bijin" significa "mujeres hermosas"), dicha pieza es obra de juventud, prácticamente desconocida, y que recuerda poco al pintor de la mujer cordobesa, aunque recoge muy bien el espíritu "japonista" que hubo en España y Europa, una moda que también llegó a otros pintores como Salvador Dalí, Pablo Picasso o Joan Miró, atraídos por las estampas japonesas. A pesar de ser inédita, como hemos apuntado no se trata de la única obra de Romero de Torres que hay de esta temática, puesto que realizó otra pieza para el Casino Militar, semejante a la expuesta en Córdoba, tanto en formato como en contenido, pero cuyo paradero se desconoce.

Martirio de San Bartolomé

Gracias a la restauración efectuada por la empresa RECAR, se ha descubierto que este lienzo, propiedad de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción del municipio pacense de Segura de León, es obra del pintor sevillano Juan de Valdés Leal, quien lo realizó entre 1683 y 1686. El gran oscurecimiento que presentaba la tela había dificultado la lectura correcta de la misma y, por consecuencia, impedido establecer de nuevo su paternidad y cronología.

Ecce Homo

Esta obra, adquirida a una familia de Sevilla por el sacerdote granadino Joaquín Caler, ha sido atribuida a Bartolomé Esteban Murillo. Se presentó el pasado 19 de diciembre en la Catedral de Guadix (Granada), donde permanecerá expuesta durante todo un año. Guarda relación con otras creaciones sobre el tema del maestro hispalense, caso del que se conserva en el Museo de Cádiz procedente del Convento de Capuchinos. Parece más obra de taller o copia antigua de un seguidor, si bien tanto su restaurador Manuel Chiappi como el historiador Enrique Pareja la consideran original, lo que la convertiría en la primera obra de Murillo en Granada (con fotografías e información de la Catedral de Guadix).