JESÚS MÉNDEZ LASTRUCCI
Sergio Cabaco y Jesús Abades
¿Qué es lo que le continúa provocando ser escultor? Para avanzar en la escultura sacra, ¿Deberíamos renunciar a ideas preconcebidas? ¿Cómo se toma este momento profesional tan dulce? ¿Hay algo que le siga sorprendiendo de su oficio? |
Usted considera como maestro a José Pérez Delgado, ¿Qué le ha aportado a su talento que no hayan hecho las demás personas que han influido en su formación? La escultura "Pablo", no responde a encargo alguno, fue una obra por impulso, nació desde lo más intrínseco de mí. Una vez que conocí a este vagabundo, le pedí permiso para retratarlo, porque viendo en él la esencia de lo que es sopesar la lucha interior del mismo sino contenido en su persona, no quería dejar pasar la posibilidad de inmortalizar esa sensación. Este señor me dijo que de acuerdo, pero me puso como condición que se la enseñase cuando la tuviese terminada, lo cumplí y al mostrársela, nunca antes he visto llorar a un ser humano como lo hizo Pablo. ¡Jamás lo olvidaré!. El Señor de la Coronación de Espinas de Ciudad Real, fue mi primer misterio, realizado en 1996 y entregado en febrero de 1997. Este trabajo me aportó mucho, en todos los aspectos, con dicho trabajo entablé amistad con personas muy queridas, que a pesar de lo transcurrido está igual de viva como el primer día. En el aspecto artístico, la responsabilidad de este ambicioso trabajo, me cogió en segundo de carrera y tuve que dejarla apartada porque adsorbía todo mi tiempo. No soy muy dado a presentarme a concursos, ni siquiera a exposiciones, pero debido a mi admiración por el maestro Sebastián Santos, decidí presentarme con sumo gusto, haciéndolo en dos ocasiones. Siendo premiado en la segunda convocatoria presentada con una imagen de San José de casi un metro de altura tallado en madera de cedro, dorado en oro fino, bruñido y estofado al temple al huevo. Hice este trabajo para ganar el concurso, no escatimé esfuerzo alguno, me lo premiaron con una segunda medalla que guardo con satisfacción. A tu pregunta si este certamen me abrió muchas puertas, la verdad no soy consciente, al menos trasladado a encargos no. Lo que sí me aportó fue que pude conocer al hijo del escultor, Sebastián Santos Calero, el cual me animó mucho en mi trabajo y me une una grata amistad. |
La imagen de San Juan Evangelista, que junto con la Virgen de la Amargura ha realizado recientemente para Tarragona, ha obtenido también una gran aceptación por parte de la crítica. Este trabajo realizado para Tarragona, abre un nuevo camino por otro frente, poco a poco se da a conocer la obra en toda la geografía española y extranjero. La hermandad del Santísimo Cristo del Buen Amor y Nuestra Señora de la Amargura con San Juan Evangelista es una corporación con la cual conecté desde un primer momento maravillosamente bien y esto se ha notado en su resultado. No obstante en la mayoría de los casos hay un entendimiento mutuo, pero esta hermandad sin desmerecer a las demás, pero como me preguntas por estas imágenes en concreto, no tengo reparo en manifestar que me he sentido muy a gusto además de valorar la labor de su junta y en especial la de su presidente el señor Núñez, al cual me une una verdadera amistad, extensiva a su esposa. El retrato es un apartado de la escultura el cual adoro, me siento cómodo, como pez en el agua, mi alma de artista se eleva y me siento feliz. Bien desearía que fueran muchos más retratos los que tuviese realizados, pero es una lástima que en mi tierra se cultiva en pequeña medida la obra profana y esto me obliga a abrir nuevas vías o aprovechar las más interesantes que se me planteen. Tengo en proyecto en un futuro muy inmediato realizar al menos un par de trabajos de este tipo que volverán a embriagar mi espíritu más bohemio. Ya se dará cumplida cuentas de todo ello. Personalmente, desde que tuve las primeras noticias al respecto, no entraba dentro ni de mis necesidades ni de mi forma de entender el encanto que debe acompañar en todo momento el entorno del artista. Al menos para el escultor e imaginero, debe verse impregnado de la esencia de la ciudad, prefiero mil veces saber que en un barrio como es Triana se dan cita artistas como Lourdes Hernández, Navarro Arteaga, la familia Dubé, etc., en el Barrio de San Lorenzo, otros tantos y así sucesivamente. La verdad en un polígono empresarial no contempla estas necesidades por muy bien que nos la quieran pintar. Me quedo donde llevo desde que tenía quince años de edad, al lado de la calle que honra la memoria de mi bisabuelo, para mí no hay mejor sitio. |
¿Le impone abordar el arte de Antonio Susillo? Me impone sí, pero siempre desde la perspectiva del respeto y sobre todo de la admiración. Desde mi postura de escultor, me planteé dedicarle un sentido homenaje, para lo cual he estado investigando y elaborando un trabajo durante tres intensos años, de hecho entraba de inmediato en imprenta. Pero por modo a un acontecimiento que en primer momento no tuve en cuenta, me obliga ahora a posponerlo y verse pospuesto por un poco más de tiempo. Sólo espero que cuando vea la luz, disfruten en la verdadera magnitud de su genio. ¿Las circunstancias históricas dieron al traste con un Antonio Castillo Lastrucci que podría haber desarrollado su genialidad? Castillo Lastrucci, o como cualquier otra persona, va ligado a sus circunstancias históricas que marcan su perfil de artista, -en este caso- muchas veces el mismo artista se ve arrastrado por las corrientes y tendencias del momento, por las necesidades imperantes ante una sociedad asfixiada en todas sus necesidades vitales. Por eso siempre me exijo el mayor de los respetos a la hora de hacer un juicio de valores de un compañero, de este tiempo o de cualquier otro. Quedándome con lo mejor de cada uno, me enriquezco más, que quedándome con las miserias y lo meramente superficial. Pero desde luego, Castillo Lastrucci es a muy pesar suyo un gran desconocido. Todo a su debido tiempo. No es frecuente encontrar a un imaginero que sea a la vez escritor. La palabra escritor me provoca el eco de una responsabilidad añadida, por lo que me estimo como un escultor que escribe. Y lo hago porque lo siento, quizá gracias a verme desinhibido de esta responsabilidad de no verlo como un medio de vida, me da la enorme satisfacción de encajarlo desde otro prisma. Peo si miramos atrás en el tiempo, ha habido escultores que han dejado su sentida manera de vivir y de entender las cosas mediante la palabra escrita, sin ir más lejos Antonio Illanes escribió tres interesantes libros; "En el viejo estudio" "En el nuevo estudio" y su último libro "Sevilla y yo". Sin tener que recurrir a ejemplos de tiempos remotos del renacimiento o del barroco. Para terminar, háblenos de sus proyectos confesables. Siempre estoy rodeado de proyectos, unas veces más sobrecogedores que otros, pero siempre he necesitado de este estado, que me mantiene vivo. Descifrar aquellos que están por llegar harían que pierdan su magnetismo, prefiero verlos hechos realidad para darlos a conocer en su estado más real. Pero en todo caso, de los confesables te cuento que tengo para entregar un Nazareno para Ibiza, dos ángeles pasionarios para La Campana (Sevilla), una Dolorosa para Castilla la Mancha, la restauración del Señor de Medinaceli de Ciudad Real, entre otras. |
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