Se trata de un Ecce Homo realizado a modo de estudio personal por el autor, sin ninguna pretensión más que el aprendizaje y la investigación artística. Una obra de tamaño natural, labrada en terracota policromada y dorada, que figuró en la exposición de jóvenes creadores de pintura y escultura sacra Ora et Labora, clausurada el pasado 10 de enero en el Palacio de Arjona y Cubas, sede del Museo de Osuna (ver enlace).

Esta figura de medio cuerpo deriva de los perpetuados modelos de Mena, que como bien apreció Gila Medina en su monografía sobre el maestro (Arco/Libros, 2007), tuvieron como fin acercar al fiel la veracidad de la Pasión; de ahí tanto el crudo realismo físico, creado desde una fuerte base pictórica, como el carácter aislado de la figura de Cristo, que en este caso lleva modelada una vistosa clámide con soga en tonos dorados y rojizos.