NUEVA OBRA DE ANTONIO DÍAZ ARNIDO

22/12/2010


 

 

La obra pictórica que se propone para Gloria del techo de palio de Nuestra Señora del Carmen en sus Misterios Dolorosos, imagen procesional de la Semana Santa de Sevilla, representa a la Reina de Todos los Santos, obra de Cristóbal Ramos, en rompimiento de gloria, con los santos y sobre paisaje urbano de la capital hispalense.

Se concibe por el autor para llevar la ráfaga, las coronas y la media luna de la mencionada Virgen de Todos los Santos, en orfebrería, cuando la economía de la hermandad lo permita. Es importantísimo saber que la obra está inconclusa y la pintura de las piezas antes referidas es meramente provisional.

Pintada sobre tela de lino belga de trama-urdimbre fina, presenta gran variedad de procedimientos pictóricos en su realización: desde el dibujo a grafito y carboncillo inicial, pasando por temple, gouache, pastel, lápices de acuarela, y sobre todo óleo, una técnica ecléctica habitual en mi obra.

Dada mi formación como restaurador de obras de arte, se intenta cuidar al máximo los aspectos de conservación preventiva en la propia configuración matérica de la obra. Así, la imprimación que se aplica al lino es a la creta tradicional; la protección final de la pintura, una vez seca por completo, se realiza a base de barniz dammar, de fabricación propia, en dos capas aplicadas a brocha y una última aplicada en spray.

La tela está montada con la ayuda de un tensor y con grapas de acero inoxidable, sobre contrachapado de madera de pino de 7 mm de grosor, previamente tratada. Dicho tratamiento consistió en lo siguiente: corte de la pieza según plantilla proporcionada por el diseñador; lijado de la tabla con lijas de distinto grano; aplicación de dos capas cruzadas, con secado intermedio, de resina de etilmetacrilato disuelta a baja proporción en xileno, y que cumple las funciones de consolidante y de biocida.

En el reverso de la tabla figuran los cinco puntos de sujeción al tubo que conforma el esqueleto del techo de palio de la Virgen del Carmen en sus Misterios Dolorosos, obra de Francisco Berlanga (1984). Dicho sistema se ideó para ser reversible y permitir la exposición de la obra en vertical en las vitrinas de la casa-hermandad.

 

 

En la obra se aprecia, como hemos dicho, la imagen de Nuestra Señora de Todos los Santos, ataviada sin manto procesional y con tocado de mantilla, tomando como modelo el retablo cerámico conmemorativo de la fachada de la Real Parroquia de Omnium Sanctorum, la cual preside, obra de Antonio Kiernam Flores (1928).

La diferencia con el azulejo es que en la nueva pintura el tratamiento es absolutamente naturalista, es decir que los colores de los ropajes, por ejemplo, no están invertidos como en la cerámica; así mismo, la orfebrería aparece ya dorada y no plateada. A los pies de la Virgen, arrodillados, figuran los dos grupos escultóricos que componen, tres a la derecha y tres a la izquierda, la configuración iconográfica de Todos los Santos.

En la zona inferior y en un plano posterior, se ve un paisaje urbano de Sevilla, con tratamiento estilístico más contemporáneo (licencia artística del autor). En dicho paisaje, en primer plano y central, aparece la Real Parroquia de Omnium Sanctorum, sede canónica de mi Hermandad del Carmen Doloroso; en un segundo plano, la torre de la Parroquia de San Julián, sede de mi Hermandad de la Hiniesta; más atrás, la silueta de la Giralda y la Catedral de Sevilla, que simbolizan nuestra Archidiócesis y nuestra ciudad de Sevilla; y, por último, al fondo, la cúpula de la Basílica de San Pedro de El Vaticano, símbolo de la Iglesia Universal.

 

 

 

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