NUEVA OBRA DE FRANCIS ARREDONDO
02/09/2018
Se trata de una escultura en bronce rojo, de tamaño algo inferior al natural y labrada hasta la altura de la cintura, que representa a San Jerónimo Penitente. El santo responde al tradicional dramatismo que caracteriza su iconografía, mostrando como peculiaridad el hecho de cambiar de mano sus atributos: en la derecha sostiene el crucifijo, simbolizado en este caso a través de una tosca cruz de madera agarrada con el brazo estirado en alto, mientras con la izquierda sujeta con tensión la afilada piedra con la que va a golpearse el pecho. El tema tiene su origen hacia 1400, en el seno de las congregaciones jerónimas de la Toscana. Es ilustración del impulso eremítico de la espiritualidad de los jerónimos y una metáfora del apartamiento del mundo logrado por los penitentes gracias a sus prácticas ascéticas, cuyas huellas son visibles en el demacrado rostro del santo; sus barbas, largas y descuidadas, y sobre todo su anatomía, prácticamente un amasijo de huesos y piel flácida. Con todo ello se pretendía simbolizar la más verdadera libertad del alma desnuda y a solas con Dios. Aunque destinada a una colección particular, esta pieza podrá ser contemplada por el público formando parte de la exposición colectiva Interpretando a Murillo, una muestra de artista ecijanos (Real Academia Luis Vélez de Guevara) que transcurrirá del 28 de septiembre al 17 de octubre de 2018 en la sala de exposiciones del Museo Histórico Municipal de Écija (Plaza de la Constitución, s/n) dentro de los eventos conmemorativos que vienen celebrándose en 2018 por los 400 años del nacimiento del pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo. |
Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.
FUENTES MATEOS GÓMEZ, Isabel; LÓPEZ-YARTO ELIZALDE, Amelia; PRADOS GARCÍA, José María. El Arte de la Orden Jerónima. Historia y mecenazgo, Madrid, Ediciones Encuentro, 1999, p. 88. |
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