La prestigiosa firma del escultor e imaginero sevillano José Antonio Navarro Arteaga ha llegado a Salamanca de la mano de la Archicofradía del Rosario, cuya sede canónica se halla en el monumental convento dominico de San Esteban de la ciudad. Será una relación a largo plazo a través del conjunto escultórico de la Sagrada Cena, cuya imagen de Cristo, bajo la advocación de Nuestro Padre Jesús de la Redención, se estrenó en 2015.

Seis años después de la entrega de Jesús de la Redención instituyendo la Eucaristía, como primera realización del conjunto de la Última Cena, Navarro Arteaga presenta ahora las imágenes de María Santísima del Dulce Nombre y San Juan Evangelista con una particular mezcla de estilos entre las escuelas andaluza y castellana, demostrando de nuevo, tras el misterio de la Exaltación para León, que tal diálogo de estilos es posible.

La escena representada se conoce como "Sacra Conversación" por el diálogo entablado entre la Virgen y Juan, que acude a su encuentro para anunciar a María el proceso iniciado en contra del maestro. Consternada por la noticia, la Señora apoya su mano en la del joven discípulo en busca de sostén mientras las primeras lágrimas empiezan a correr por sus mejillas. Juntos emprenderán el camino hacia la Calle de la Amargura.

Ambas tallas son abordadas por Arteaga desde una filosofía personal en la que la imagen es un medio para llegar a los fieles, creando unas figuras que son más conceptuales que naturalistas, mediante un estilo que no se basa en un retrato concreto, sino que parte de una idealización para tender a lo universal, que es lo que, en opinión de Arteaga, mueve a la devoción y es el gran desafío para todo artista dedicado a la escultura sacra.