La localidad catalana de Manresa (Barcelona) inaugurará el Museo del Barroco de Cataluña (Museu del Barroc de Catalunya) el próximo miércoles 21 de febrero, coincidiendo con la Festa de la Llum. El nuevo museo está ubicado en el antiguo Colegio San Ignacio, que el Ayuntamiento de Manresa ha rehabilitado completamente. En su primera fase, ocupa las alas oeste y sur de la primera planta del edificio, con un espacio expositivo de 675 metros cuadrados que se doblará cuando se afronte la segunda fase.

El Museo del Barroco de Cataluña pone en valor el patrimonio de este periodo en nuestro país y favorece el conocimiento y la divulgación, aportando una lectura e interpretación que vincula la sociedad y el pensamiento del presente. El museo acoge las obras más representativas del barroco catalán, provenientes mayoritariamente del Museo de Manresa y también de otros museos del país, con un total de 182 piezas. Incluye también doce recursos audiovisuales y cinco recursos sonoros.

A medida que el público visitante recorre sus salas, los ámbitos de interpretación se presentan con ventanas al pasado que revelan la complejidad del periodo barroco y construyen narrativas evocadoras que invitan a conectar con las obras de una manera más íntima. La visita culmina en una sala única, que se presenta como el punto álgido de la experiencia. Este último espacio se transforma en una inmersión audiovisual, transportando el visitante en los territorios barrocos catalanes, y ofreciendo una experiencia multisensorial que profundiza en la riqueza cultural y artística del barroco de Cataluña.

La exposición del Museo del Barroco de Cataluña se forma a partir de los fondos del Museo de Manresa (96 piezas), de la aportación del Museo Nacional de Arte de Cataluña (27) y de la Colección Nacional de Arte de la Generalitat de Catalunya (7), así como de la aportación de varios museos del país con los cuales manifiesta la voluntad de coordinarse en programas de trabajo para la difusión de este patrimonio (51). En este marco, la Generalitat de Catalunya ha potenciado los últimos años la adquisición de arte catalán de la época del barroco.

En el museo encontramos los autores más representativos del barroco catalán, como Antoni Viladomat, el pintor más relevante de la primera mitad del siglo XVIII en Cataluña, del cual se podrán admirar tres de las pinturas de la serie de cuadros dedicados a san Francisco de Asís que decoraban, hasta la época de la invasión napoleónica, el claustro mayor del convento grande de Sant Francesc en Barcelona.

También Joaquim Juncosa, con "Flagelación de Cristo", procedente de la Colección Nacional de Arte de la Generalitat de Catalunya; Francesc Tramulles, uno de los nombres más importantes de la pintura catalana del siglo XVIII, con el grabado "Máscara Real de Carlos III", procedente del MNAC; Francesc Pla Duran, con la pintura "Moisés destruyendo los ejércitos del Faraón"; Pere Cuquet, pintor de estilo tenebrista, con la "Natividad" que formaba parte del conjunto de seis lienzos del retablo mayor de la Iglesia del Carmen de Manresa, salvadas de la destrucción del patrimonio religioso que tuvo lugar durante la Guerra Civil; Josep Bernat Flaugier, con "Séquito nupcial con la estatua de Himeneu", del fondo del MNAC; Andreu Sala y Ramon Amadeu, dos de los escultores del barroco catalán, con el imponente "Santo guerrero" o la delicada "Santa Ana y la Virgen Niña", también del fondo del MNAC; Joan Grau, Josep Sunyer y Jaume Padró, de la escuela de escultura barroca manresana del siglo XVII, de los cuales se pueden ver varias obras del fondo del Museo de Manresa, del Museo de la Catedral de Manresa y del Museo de Cervera; Agustí Pujol, con dos bustos provenientes del Museo de Reus; o Pere Costa, con dos fragmentos de retablo también procedentes de Reus.

Las obras para rehabilitar el antiguo Colegio San Ignacio (siglos XVIII-XIX), declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), permiten recuperar en Manresa una equipación patrimonial de 8.000 metros cuadrados para destinarlo a usos culturales y turísticos. De estos 8.000 metros cuadrados, la actuación de rehabilitación se ha centrado en 6.000 (los 2.000 restantes corresponden al archivo).

En la planta baja del colegio estará el espacio de acogida de peregrinos, la recepción y salas para exposiciones temporales; en la primera planta se ha ubicado el Museo del Barroco de Cataluña; la segunda planta se destinará al Museo de la Ciudad de Manresa; y la tercera planta acogerá un espacio dedicado a la Fundación de Josep Mestres Cabanes, un almacén, que será visitable, y los espacios técnicos administrativos.

En cuanto al claustro, será de libre acceso y, por lo tanto, quedará abierto a la ciudadanía, que ganará un nuevo espacio público preparado también para programar actas culturales.

Los trabajos de rehabilitación del edificio (refuerzo estructural, fachadas y nuevo volumen) han ascendido a 7,5 millones de euros y la construcción y puesta en marcha del Museo del Barroco de Cataluña (obra civil, museografía, plan de comunicación y personal) a 1,9 millones de euros, IVA incluido. Más de la mitad de la financiación (5,2 millones de euros) proviene de subvenciones específicas para la recuperación de patrimonio, provenientes de los fondos europeos Feder, de la Generalitat de Catalunya, de la Diputación de Barcelona y de los fondos Next Generation, de la convocatoria del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

La intervención en el antiguo Colegio San Ignacio de Manresa es una acción estratégica que permite cumplir varios objetivos en la ciudad: recuperar patrimonio, ganar una equipación cultural de referencia en el país, transformar urbanísticamente todo el entorno -Vía San Ignacio, calle Bertrand Serra y plaza de San Ignacio-, revitalizar el centro histórico, en especial el barrio de les Escodines, y potenciar el papel de Manresa dentro del ámbito turístico nacional.