Este relicario para el Santuario y Centro Diocesano de San Juan de Ávila (conocido como Iglesia de la Encarnación o de los Jesuitas), situado en la localidad cordobesa de Montilla, ha sido cincelado en plata por el orfebre Manuel Valera (Córdoba, 1966) siguiendo un modelo del escultor Antonio Bernal Redondo.

La pieza mide 40 x 65 centímetros y guarda el corazón (expresamente traído desde Roma) y otras reliquias del Patrón del clero español, nombrado recientemente Doctor de la Iglesia. Nacido en la villa de Almodóvar del Campo (Ciudad Real), en el año 1500, gozó de gran popularidad por sus predicaciones y su participación en la renovación del clero secular y regular, promovida por el Cardenal Ximénez de Cisneros.

El llamado Apóstol de Andalucía fue famoso también por participar de los problemas ideológicos planteados por los conversos, así como por su formación humanístico-erasmista (que le llevó a un proceso de la Inquisición) y sus contactos con los alumbrados. Durante la última etapa de su vida, que durará hasta su muerte en Montilla, en 1569, se dedicó principalmente a los futuros sacerdotes, para los cuales creó numerosos colegios.

Volviendo al relicario realizado por los artistas cordobeses, muestra tres partes bien diferenciadas: en la superior aparece sobre un rompimiento de gloria, que contiene el corazón del santo, una reproducción del arca en la que se guarda su cuerpo en el altar mayor del mencionado santuario de Montilla.

La parte inferior delantera es la más interesante a nivel artístico ya que muestra al santo ejerciendo su ministerio sacerdotal en el patio de su casa de Montilla. La escena, exquisitamente labrada, aparece coronada por una parra que se extiende hasta la parte inferior trasera del relicario, en la que, reproduciendo el arco renacentista del mausoleo existente en la antigua iglesia de la Encarnación, se hallan enumerados y enmarcados los nombres de los discípulos más destacados de San Juan de Ávila bajo el conocido título de Consejero y Maestro de Santos.