En el proceso de preparación del Año Jubilar 2025, los Museos Vaticanos y la Embajada de España ante la Santa Sede inauguraron ayer un proyecto expositivo conjunto: Las Ánimas de Bernini, que exhibe excepcionalmente, en las salas de la Pinacoteca Vaticana, dos esculturas primerizas de Gian Lorenzo Bernini, realizadas en 1619 por encargo del sacerdote sevillano Pedro de Foix Montoya: el Alma Bendita y el Alma Condenada, ambas propiedad de la Opera Pia-Stabilimenti Spagnoli in Italia y conservadas en la Embajada de España.

La exposición, comisariada por la directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta, junto con Helena Pérez Gallardo, de la Universidad Complutense de Madrid, permitirá al público de los Museos Vaticanos admirar, hasta el 31 de enero de 2025, estos dos excepcionales bustos de mármol generalmente no visibles al público, gracias a la iniciativa y colaboración de Isabel Celaà Diéguez, embajadora de España ante la Santa Sede.

El Alma Bendita aparece extasiada por la contemplación del paraíso mientras que su antítesis, el Alma Condenada, expresa todo su horror y sufrimiento ante la presencia del infierno. Las dos reflejan la admirable capacidad de Bernini para plasmar con auténtica maestría los movimientos más profundos y recónditos del alma humana, utilizando formas y técnicas a menudo sorprendentes o imprevisibles. Para el Alma Condenada se dice que el escultor se paró frente a un espejo y se dejó quemar por el fuego de una vela: la expresión de este busto es la que experimentó el propio Bernini.

Los Museos Vaticanos, respondiendo al llamamiento del papa Francisco de conjugar la dimensión espiritual del Año Jubilar 2025 con un camino de enriquecimiento cultural, inauguran el calendario del evento con una iniciativa que involucra directamente al gran artista del Barroco, hoy más que nunca protagonista en el Vaticano tras la importante y simbólica restauración de dos de sus obras maestras en la Basílica de San Pedro: el Baldaquino y la Cátedra.

En El Vaticano, el asombroso arte barroco encuentra varios de sus mejores ejemplos gracias a las obras creadas por Bernini: el Baldaquino, la Cátedra, los monumentos funerarios de los papas Urbano VIII y Alejandro VII, la Scala Regia, la Plaza de San Pedro y el friso de la Sala Ducal, pero también el corpus de sus dibujos y documentos conservados en la Biblioteca Apostólica Vaticana, los bocetos y modelos para sus esculturas que se conservan en los Museos Vaticanos y mucho más; de forma que El Vaticano no sería el mismo sin las geniales empresas de Bernini.

El Jubileo proclamado por el papa Francisco para el próximo año 2025, centrado en el tema de la Esperanza, estará acompañado en El Vaticano por iniciativas como esta exposición y las citadas restauraciones, así como por numerosas ceremonias jubilares que se desarrollarán en la Plaza de San Pedro y en las que intervendrán importantes piezas procesionales de la imaginería española como los pasos del Cristo de la Expiración (Cachorro) de Sevilla y del Nazareno de León y el trono malagueño de la Virgen de la Esperanza.

La recaudación del catálogo de la exposición que narra la relación entre Roma y España, con la impagable presencia artística de Bernini en El Vaticano, se donará a las víctimas de la Comunidad Valenciana afectadas por las desastrosas inundaciones causadas por la Dana el pasado 29 de octubre.