Ya se puede contemplar la última obra salida de las manos del escultor Miguel Ángel Caballero Pérez. Se trata de San Blas Obispo y Mártir, una imagen de vestir que tiene como destino la nueva ermita de San Blas del municipio de Granátula de Calatrava (Ciudad Real). La efigie tiene una altura de 122 cm, obedeciendo a un canon de 7,5 cabezas. La policromía ha sido realizada al óleo, a medio pulimento y patinada.

San Blas ha sido concebido como un santo de edad avanzada, con avanzada calvicie y un mechón de pelo en la frente. Tanto el cabello que le queda como la barba han sido policromados en tonos grises y están trabajados con mucho movimiento, sintetizando los mechones de pelo. En el cuello muestra la herida del martirio.

La imagen, de mucha fuerza en su expresión, muestra un rostro severo reforzado por la anatomía que detalla el paso del tiempo con un estudio pormenorizado de las arrugas. Como nota curiosa decir que, para su realización, el imaginero ha tomado como modelo a su propio padre, Antonio Caballero, sometiendo el retrato, como es natural, a una serie de cambios para que funcione como imagen sagrada.

La figura tiene un movimiento muy acusado, propio del barroco. Dicho movimiento se ha conseguido, por una parte, apoyando el peso del cuerpo sobre su pierna izquierda mientras la derecha queda suavemente flexionada hacia delante; por otra parte, girando la cabeza hacia su derecha mientras el torso se gira hacia su izquierda; y, por último, alzando la mano derecha en actitud de bendecir, mientras la otra, a media altura, sujeta el báculo de obispo. Los ojos, de color gris, dan singularidad a la obra.

El santo aparece vestido de obispo y mitrado, con báculo de talla y dorado con oro fino en la mano izquierda. Las manos se representan con guantes de la misma materia escultórica. Los pies han sido tallados calzados, y estofados al temple sobre oro. La imagen se presenta sobre una peana rectangular de molduras doradas, estando el resto marmoleado. En la parte frontal de la peana aparece tallado el nombre de San Blas.

La ropa de la imagen ha sido confeccionada por el taller La Galeona del municipio gaditano de Sanlúcar de Barrameda. Dicho taller está regentado por Eusebio Romero Ibáñez, que ha sido el vestidor de la imagen. El santo fue bendecido el pasado 3 de febrero con motivo de su festividad. Cinco días después fue trasladado en procesión hasta su nueva ermita, que fue bendecida e inaugurada en ese mismo acto.