Se trata de una Dolorosa de candelero para vestir que ha recibido la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación y tiene como destino el municipio jiennense de Torredelcampo. Mide 170 cm y se halla labrada en madera de cedro policromada con técnica oleosa.

La Virgen presenta rasgos juveniles y estilizados, suave modelado y pronunciado rictus de dolor. Los ojos, de color miel, han sido policromados en la madera y los carnosos labios, entreabiertos, permiten ver la lengua y la dentadura perfectamente esculpidas en el soporte.

Como elementos postizos, lleva cinco lágrimas de cristal en alusión a las Cinco Angustias padecidas por María, dos en la mejilla derecha y tres en la izquierda, así como pestañas postizas en los párpados superiores. Las manos, extendidas, portan el sudario con el que ha sido amortajado Jesús. Sobre su pecho luce el corazón con los siete puñales.

Pulsando en la imagen, accederán a una completa galería de fotos, realizadas por Manolo Gómez y por el propio artífice de la talla, en la que podrán observar con mayor detalle el trabajo realizado por el escultor cordobés.