Se trata de una imagen de San Agustín para una de las capillas del Santuario de María Santísima de la Sierra Coronada, patrona del municipio cordobés de Cabra. Esta talla completa ha sido realizada en madera de cedro real, policromada al óleo con acabados en oro fino de 23 3/4 quilates y estofados de temple al huevo.

El santo, nombrado obispo de la ciudad de Hipona (la actual Annaba argelina, situada muy cerca de la frontera con Túnez), lleva los atributos propios de su rango sacerdotal: mitra, capa, estola cruzada, báculo y cruz pectoral, estos dos últimos cincelados en orfebrería. Aparece mirando el corazón llameante que enseña al fiel, símbolo de su gran amor por Dios. Es de tamaño natural, con una altura de 150 cm sin peana.

La Real Archicofradía de la Virgen de la Sierra ha encargado esta obra al escultor cordobés para recuperar devociones perdidas, ya que antiguamente en el santuario recibían culto imágenes de los santos fundadores de conventos en Cabra: San Agustín, Santo Domingo de Guzmán, San Juan de Dios y San Francisco de Asís.