Se trata de la Virgen de Regla, una escultura de madera policromada, de 61 cm de altura, con ojos de cristal y traje de seda labrada. La efigie, venerada en la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios de Los Llanos de Aridane (Santa Cruz de Tenerife), fue sustraída del templo la víspera del Día de Reyes, entre las cinco y las seis de la tarde. La imagen de la Virgen estaba recibiendo culto público en un retablo barroco en el que resaltan unas columnas con puntas de diamante de curiosa solución jónica. Las orlas laterales están decoradas con aves y frutas magníficamente doradas y policromadas, calabazas de agua, granadas y papayas.

Aún no se ha podido determinar el origen de la talla, según explicó ayer la investigadora María Victoria Hernández, ya que el expediente que obra en el archivo parroquial del Salvador de Santa Cruz de La Palma se contradice con la información que el corresponsal del periódico El Time de Los Llanos publicó en 1864: "el 8 de septiembre de aquél año se bendijo el altar dedicado a la Virgen de Regla por Celedonio Camacho Pino, habiendo hecho venir de Barcelona la preciosa imagen de quien era especial devoto".

Sin embargo, en otra documentación figura que "el 4 de julio de 1860 Celedonio Camacho Pino, que era natural de Los Llanos de Aridane y vecino del pueblo de Regla, población situada en La Habana, Cuba, obtuvo autorización para construir un altar en la nave del evangelio de la iglesia de los Remedios con el fin de entronizar en una esfinge de vestido a nuestra Señora de Regla". La peculiaridad de esta imagen, subrayó María Victoria Hernández, reside en que la Virgen es negra y el niño es blanco porque "es la iconografía clasista de los países iberoamericanos, donde la Virgen es negra y el niño no se podía concebir que fuera negro".

"Es una Virgen negra cuya piel oscura contrasta con el tono marfileño del niño Jesús que lleva sobre sus manos. Se trata de una escultura de madera policromada, con ojos de cristal y traje de seda labrada cuyo tamaño y su expresión ensimismada le confieren especial encanto. De impronta clasista y cuidado modelado presenta ojos de cristal y está colocada en una peana de nubes como es habitual en las representaciones escultóricas del siglo XIX. Además del color de su piel, otros detalles como las humildes sandalias que lleva atadas en los pies acentúan su identificación con el pueblo sencillo y con la raza negra, una de las tres que poblaron el nuevo mundo", según cuenta otro prestigioso historiador palmero, Jesús Pérez Morera, gran conocedor de esta imagen, quien afirma además su origen cubano.

En cualquier caso, sea cual sea su origen, Hernández señaló que la talla es "muy bonita" y que está perfectamente catalogada, recordando que en 2001 se hizo una exposición, El arte en Canarias, siglos XV y XIX, una mirada retrospectiva y "entre todo lo que se mostró en ella estaba la Virgen de Regla de Los Llanos".