RESTAURACIONES DE ESCULTURA FLAMENCA EN CANARIAS
11/05/2024
El retablo mayor de la basílica de San Juan del municipio canario de Telde (Gran Canaria, Las Palmas) se organiza en torno al políptico central de escultura gótico-flamenca, que debió de llegar a Telde hacia 1515. Su donante fue el conquistador Cristóbal García del Castillo, que lo hizo traer de Flandes para ser colocado en el templo de San Juan. El políptico está integrado por seis compartimentos, en los que, bajo doseletes y tracería gótica, se representan las escenas sacras de la Visitación, los Desposorios, la Anunciación, el Nacimiento, la Circuncisión y la adoración de los Reyes. Trabajado en madera, tiene unas dimensiones de 290 x 240 cm, correspondiendo a las figuras una media de unos 45 cm. Fue dorado de nuevo a comienzos de la segunda mitad del XVIII, pero todavía se conservan restos de la policromía original. Las innumerables figurillas se sitúan en planos simétricos y escalonados en profundidad, con un verdadero sentido pictórico de la perspectiva. Lo ovalado de los rostros, las amplias frentes, el anguloso plegado, lo emparentan con las constantes de los primitivos flamencos. Parece obra de la Escuela de Bruselas, guardando grandes semejanzas con otros retablos que se conservan en localidades belgas. El conjunto presenta una gran calidad en la composición de gabletes, tracerías, ménsulas y doseles, en la que también destacan la gestualización de los personajes representados en cada uno de los postigos. El actual retablo barroco que enmarca y envuelve el bellísimo políptico, fue concluido en los años de 1752 al 1756 por el retablista Antonio Almeida, del que asimismo se sabe que realizó el actual sagrario y frontal del altar. A poco de su colocación, quizá en 1756, fue dorado por el pintor Jerónimo de Acosta. En las hornacinas laterales se encuentran las esculturas de San Pedro Mártir y San Juan Bautista, obras de Luján Pérez y Estévez del Sacramento, respectivamente. El Cristo crucificado del ático, con resabios de goticismo, está realizado con la técnica de los "tarascos", indígenas de Michoacán (México), consistente en formar una pasta con la médula de la caña del maíz, que, aglutinada con goma vegetal, queda preparada como materia idónea para el modelado, coloreándose luego con otras sustancias vegetales reflectantes. Mide 181 cm y pesa casi 7 kg. Su estilo es manifiestamente popular aborigen, y debió de haber llegado a Telde entre 1552 y el 1555, en virtud de las ya iniciadas relaciones comerciales de Canarias con Indias. |
En las últimas semanas, Iván Arencibia, de la empresa VallRestauro, ha realizado una intervención conservativa de urgencia en el conjunto escultórico con escenas de la vida de la Virgen y de la infancia de Cristo. Con esta intervención se ha estabilizado y consolidado el estado del material para frenar el proceso de desgaste y dotarlo de los medios necesarios para su conservación a largo plazo. De esta forma se protege este valor histórico, artístico y estético mediante acciones meramente conservativas y estrictamente necesarias bajo el principio de la mínima intervención. El deterioro del retablo se debía a múltiples y diversas afecciones, entre ellas "suciedad acumulada, antiguos ataques de xilófagos junto a lagunas de soporte, pérdida de policromía perforaciones y elementos metálicos ajenos a la obra de intervenciones históricas", señala Arencibia. El criterio de intervención "ha sido del máximo respeto por la pieza, su evolución e historicidad", ha indicado el técnico conservador restaurador. Hay que tener en cuenta que "el envejecimiento de los materiales es algo natural y en particular al tratarse de una obra de notable antigüedad hemos de ser conscientes de las múltiples intervenciones que ha tenido a lo largo de su vida material" que quizás "han creado una problemática intrínseca en la obra", considera Arencibia. |
Desde el pasado año 2023, la Dirección General de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias lleva a cabo una campaña de restauración sobre obras de arte flamenco con el fin de conservar este legado cultural en perfectas condiciones junto a otras acciones divulgativas o proyectos de investigación. Otra de las piezas seleccionadas ha sido la imagen de la Virgen de los Remedios, patrona de Los Llanos de Aridane (La Palma, Santa Cruz de Tenerife), por su singularidad, por ser un referente vocacional en la isla y por su precario estado de conservación que afectaba a la utilidad cultual de la pieza. Según Negrín Delgado, estamos ante una obra producida en algún taller de Bruselas en el segundo tercio del siglo XVI, si bien Pérez Morera la sitúa en las primeras décadas de la misma centuria. La doctora Negrín hace referencia a dos grupos marianos conservados en el Museo Mayer van den Bergh de Amberes. En este caso han sido María Luisa Cabrera y Domingo José Cabrera quienes han llevado a cabo el proceso de restauración y conservación al que se sometió esta obra flamenca. Se trata de una imagen "que fue repolicromada en el siglo XVIII por el artista Bernardo Manuel De Silva" y, desde entonces, "no se había hecho ningún tratamiento de conservación integral, solo pequeños retoques puntuales", explicó Domingo José Cabrera. A pesar de su estado de conservación por el paso del tiempo, "la devoción que ha tenido esta Virgen ha propiciado que el cariño y el trato haya sido bastante bueno", aseguró el restaurador, por lo que la intervención se ha basado en solventar los daños provocados por "la suciedad, los repintes, la pérdida de madera o policromía, entre otros aspectos", amplió María Luisa Cabrera. Este tipo de detalles aportan mucha información sobre la historia de la escultura pero también sobre la propia historia del valle de Aridane. Para que la "pieza no siga perdiendo sus rasgos identitarios", la pareja de restauraciones ha propuesto "una serie de medidas de conservación de cara a la funcionalidad de la imagen", aclaró la restauradora, ya que saldrá en procesión durante las fiestas patronales de Los Llanos de Aridane. Cabe recordar que la imagen de la Virgen de Los Remedios está expuesta de manera extraordinaria en el presbiterio del templo de Los Llanos de Aridane para que pueda ser apreciada y vista con mayor comodidad, pero en unas semanas volverá a estar en su espacio habitual, en la hornacina principal del altar mayor. |
FUENTES GONZÁLEZ PADRÓN, Antonio María. "Un nuevo artesano de los retablos barrocos en la isla de Gran Canaria", en Almogaren. Revista del Centro Teológico de Las Palmas, n º 13, Las Palmas de Gran Canaria, Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias, 1994, pp. 230-232. |
www.lahornacina.com