Hablamos de la decoración escultórica del nuevo trono procesional de la cofradía malagueña del Monte Calvario, compuesta por la cartela central frontal con la Virgen de Belén; la cartela central trasera de la Resurrección de Cristo, escoltada por la Resurrección de Lázaro y la Resurrección de la hija de Jairo; las cartelas centrales laterales de la Última Cena y el Pentecostés; las estaciones del Via Crucis, a lo largo del frontal y la trasera del trono; los Padres de la Iglesia (San Agustín, San Ambrosio, San Juan Crisóstomo y San Jerónimo), entre cartela y cartela en el frontal y la trasera, y los Apóstoles, entre cartela y cartela en los laterales.

Las piezas están realizadas mediante la técnica del medio y altorrelieve. En todas ellas se pone de manifiesto una vez más la pericia del escultor e imaginero de Fregenal de la Sierra (Badajoz), afincado en Sevilla, a la hora de tratar la imaginería, en general, y el relieve, en particular, haciendo de los tronos que cuentan con decoración escultórica de su mano auténticos altares andantes; en esta ocasión, para el Viernes Santo malagueño. La idea original del proyecto es de Juan Casielles del Nido y fue aprobada hace más de veinticinco años. El conjunto se inspira en el retablo de la Iglesia del Sagrario de Málaga, obra del siglo XVI.

El diseño definitivo y adaptación concreta a la madera corrió a cargo del tallista sevillano Antonio Martín Fernández, recientemente fallecido; la carpintería es de Francisco Bailac; el dorado corresponde a Manolo y Antonio Doradores, y los faroles pequeños son de Orfebrería Triana, inspirados en los grandes faroles cincelados en los años 80 del pasado siglo XX por Villarreal, únicos elementos que se conservan de las antiguas andas procesionales junto con los arcángeles que figuran en las esquinas, piezas de la misma época.

Si pulsan en el icono que encabeza la noticia, podrán ver más fotografías de la imaginería de Manuel Carmona, así como del trono al completo, el cual estuvo expuesto hasta ayer en el templo malagueño de San Julián, sede de la Agrupación de Cofradías de Málaga. Entre las figuras que desfilarán sobre el trono se encuentran la dolorosa titular de Fe y Consuelo, atribuida a Antonio Asensio de la Cerda (hacia 1770-1771), y el Cristo yacente de la Paz y Unidad, labrado por Antonio Eslava Rubio en 1971. Ambas fueron recientemente restauradas por el artista sevillano Juan Manuel Miñarro tras quedar seriamente afectadas por un incendio fortuito.