La Virgen de la Caridad ya está en Cartagena tras pasar los últimos once meses en el Centro de Restauración de la Región de Murcia (CRRM) donde ha sido objeto de un exhaustivo proceso de análisis y rehabilitación.

La venerada imagen mariana fue sometida a un completo estudio previo para determinar su estado de conservación, pudiéndose constatar que la talla presentaba un estado deficiente, agravado por un antiguo ataque de insectos xilófagos que hizo mucho daño debido a su extensión y agresividad, afectando no solo al interior de la escultura, sino también a su exterior, dada las múltiples faltas de soporte que provocó y a la gran cantidad de agujeros que dejó en la superficie de la obra.

La actual restauración se ha centrado en hacer una limpieza de la suciedad generalizada que presentaba la obra, así como en retocar cromáticamente todas y cada una de las zonas que así lo necesitaban, dado que la reintegración cromática aplicada en la última restauración había sufrido notables alteraciones. Asimismo, se desmontaron las lágrimas del rostro de la Virgen, limpiándolas y colocándolas de nuevo en su lugar.

En general hablamos de un delicado proceso que se ha visto complicado por el volumen de la obra y la dificultad de acceso que presentan algunos puntos de la imagen.

La imagen fue contratada en Nápoles, en 1723, con el escultor Giacomo Colombo por el artillero cartagenero Francisco Irsino, en nombre del Santo y Real Hospital de la Caridad. Ese mismo año arribó en Cartagena.

El grupo escultórico cartagenero presenta notables concomitancias con otros similares de tierras napolitanas, así como con la imagen de la Virgen de la Piedad venerada en Eboli, labrada también por Colombo (1698). El parecido es mucho más notable entre el Cristo Atado a la Columna de la catedral madrileña de la Almudena, igualmente de Colombo, y el que la patrona de Cartagena lleva en su regazo.

Como consecuencia de la pandemia del COVID-19 no se ha podido cumplir el compromiso de que la patrona de Cartagena estuviese en su basílica el pasado Viernes de Dolores y, por tanto, ha sido la primera vez que en cerca de 300 años la Virgen de la Caridad no permaneció en su templo en esa fecha señalada.

El acto de presentación ha sido realizado en la Capilla de San José ya que, al encontrarse la basílica en obras, de momento tendrá que ubicarse temporalmente en este lugar y no en su antiguo altar. Para finalizar el acto se ha cantado la Salve Cartagenera que ha culminado entre aplausos y vivas a la patrona.