NUEVA OBRA DE ABRAHAM CEADA

Pedro Barrero (21/03/2021)


 

 

La representación cristológica plasmada en La Aflicción de Cristo (barro cocido y policromado al óleo con peana de madera policromada, 60 cm de altura), la última obra de Abraham Ceada (Huelva, 1994), es una escultura cargada de diferentes particularidades en lo que a la manufactura sacra se refiere.

Se muestra a Cristo sentado sobre una peña, maniatado y elevando la mirada al Altísimo, como si se adelanta a aquello de: " ¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?" (Marcos 15:34 / Mateo 27:46). Su cuerpo es reflejo de la Pasión, y únicamente parece ser amparado por la clámide, una naturalista Corona de Espinas y nimbo de plata; la realidad es que la nueva imagen de Abraham Ceada recibirá el amparo y suspiro de todo aquel que se sienta cristiano y denote sensibilidad hacia la creación artística.

No cabe más digna representación para el Hijo de Dios. Una pieza creada sin encargo previo, fruto de una necesidad personal del autor. Una obra que se encuentra disponible para todas aquellas personas o entidades interesadas en su adquisición.

En los tiempos que corren, donde todo lo vemos -e incluso sentimos- a través de la tan ingrata virtualidad, la producción neobarroca de Abraham Ceada pudiera ser entendida como un anacronismo por las élites posmodernas; no es el caso. La Aflicción de Cristo (2021) es, además de una imagen devocional de una misericordia y unción propia de centurias pasadas, la estratigrafía de la escultura religiosa europea que Ceada estudia, experimenta, contrapone y plasma en todas y cada una de sus hechuras.

Hubo un momento, en la Europa de los siglos XV al XVII, donde el flujo de las estampas devocionales, alegóricas y de trasfondo teológico, realizadas por maestros de la importancia de Alberto Durero, llegaban a centros neurálgicos como Sevilla o ciudades italianas como Roma, Génova y Nápoles. El arte religioso tomará estos cánones, y serán las tesis posteriores al Concilio de Trento (1545-1563), las que aglutinen gran número de referentes anteriores reinterpretados bajo un asimilable naturalismo en el que nunca se olvida la dignidad y realeza de las sacras representaciones.

Ahí es donde La Aflicción de Cristo (2021) se ubica. En una sociedad totalmente globalizada, es propio que Abraham Ceada tome para esta manufactura referentes del barroco centroeuropeo, un fuerte y acusado naturalismo español -donde hasta la propia peana nos remite a esa mesura, sobriedad y elegancia tan propia del seiscientos escurialense- y como no podía ser de otra manera, la dulzura y magnificencia de la escultura italiana de las décadas centrales del siglo XVII.

Y es que no se entiende que los artistas de nuestros días no tengan libros de los grandes maestros de la Historia del Arte en su taller -manchados de barro y grafito-, o un ordenador repleto de fotografías de obras capitales de todas las escuelas escultóricas punteras de los últimos cuatro siglos. Si un artista nunca deja de estudiar y aprender, nunca dejará de sorprender, y ahí es donde se sitúa Abraham Ceada.

 

Nota de La Hornacina: Pedro Barrero es Historiador del Arte. Acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

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