Cristo Resucitado propiedad de la Cofradía de la Pasión de Bilbao, aunque la procesión de la Luz y Resurrección de Cristo es organizada por todas las cofradías bilbaínas. El destino definitivo de la obra está aún por determinar, si en la Catedral Basílica de Santiago o en la Parroquia de San Vicente Mártir.

En la ejecución de esta figura tan importante el escultor e imaginero sevillano Jesús Manuel Cepeda Conde ha empleado tres años. Es una escultura de tamaño superior del natural -mide 3 metros de altura-, tallada en madera de cedro real con policromía al óleo rica en texturas y matices.

Es una talla de estilo barroco, plasmada en actitud ascendente sobre el gran sudario que la envuelve. Al igual que el Crucificado de la Salud -titular del paso Gólgota, obra también de Jesús Cepeda- y con el objetivo de dar continuidad a dicha talla, la imagen del Resucitado presenta rasgos judíos y un gran estudio anatómico.

Para su creación más ambiciosa hasta la fecha, el artista le infunde un sentido muy triunfal acorde con su carácter victorioso sobre la muerte. Un Jesús otra vez humano tras el prodigio, que luce las señales de su martirio sin buscar compasión o pena porque el dolor ha pasado y con toda la fuerza de la vida recuperada se apresta a la comprobación de los incrédulos y su glorioso viaje hacia el Padre.

Debido a la pandemia, también se tuvieron que suspender en Bilbao los actos previstos para la bendición del Resucitado y su primera salida en la Semana Santa de 2020. La imagen tiene prevista su incorporación a la procesión de la Luz y Resurrección en la mañana del Domingo de Resurrección del presente año 2022.