MARTÍN CHAMBI
19/09/2006
La Fundación Telefónica ya organizó en Perú una muestra en torno a este fotógrafo peruano: La Recuperación de la Memoria. Perú 1842-1942, cuyos retratos han alcanzado la categoría de símbolos de una época y de la cultura cuzqueña. Martín Chambi se completa con un ciclo de conferencias que se celebrará en octubre. La exposición se podrá visitar en las salas de exposiciones de Fundación Telefónica hasta el próximo 12 de Noviembre.
Martín Chambi (1891-1973) ofreció a través de sus imágenes una nueva dimensión social del retrato y el paisaje. En el mundo retratado por Chambi las formas extremas de desamparo, la discriminación y el vasallaje han sido dignificadas por la limpieza y la elegancia de su tratamiento, una visión igualitaria, de respeto y admiración por su cultura: “Me siento como un representante de la raza, ella habla en mis fotografías”, declaró en una ocasión.
Como indica Carlos Gollonet, comisario de la exposición, por el estudio fotográfico de Chambi pasó la sociedad más selecta junto a la más humilde, los notables de la ciudad y los indios. En opinión de Gollonet, Chambi distinguió claramente entre el retrato de encargo “artístico” y el de tipos populares, como el gigante o el niño mendigo, que realizaba para su divulgación en postales o publicaciones periodísticas. Estos retratos tienen por tanto un afán documental claro, están despojados de todo artificio (también de retoques) y por ello, resultan más reales. Los retratos de grupo recogen celebraciones familiares o sociales, grupos indígenas o asociaciones de todo tipo. Están realizados en el exterior, con luz natural, y constituyen un álbum del universo de la sociedad cuzqueña de su tiempo, con sus notables diferencias sociales y raciales. Chambi sentía respeto, afecto y empatía por los indígenas y dominaba las dos lenguas en las que se expresaban los retratados: el español y el quechua.
Las fotografías de fiestas, costumbres y personajes populares nos introducen en lo más vital de la cultura andina, con todas las complejidades del mestizaje colonial. La capacidad para seleccionar un lugar determinado en un momento dado, el conocimiento de los lugares que visitaba, el sentido del tiempo y de la luz más adecuada, le proporcionan una admirable manera de retratar grandes grupos.
Para la realización de los retratos, Chambi, según el comisario de la exposición, no dudaba en usar pincel, cuchilla o aerógrafo si creía que conseguiría con ello mayor fuerza o belleza en el retrato. En cambio, las fotografías de temas rurales y actividades del hombre andino “son directas, de carácter documental, resueltas en el negativo, sin retoques”, en palabras de Gollonet. Se trata de un grupo social que no ofrece barreras ante el fotógrafo, que puede franquear su intimidad. Es el Chambi más moderno, con una importante carga de verosimilitud. A su acostumbrada calidad técnica, se añade la fuerza y la naturalidad con que muestra a unos personajes que raramente aparecían en la fotografía contemporánea suramericana.
A mediados de los 70, empezó una lenta recuperación de la obra de Chambi, gracias al trabajo de Edward Ranney, que culminó con la exposición del MoMA del año 1979. Esta y otras exposiciones posteriores, como la organizada en Zurich dos años más tarde, han permitido el conocimiento y admiración de su obra en todo el mundo. Sus retratos han ganado con el tiempo el estatus de símbolos de una época y una cultura.
Como actividades complementarias de esta exposición se celebrarán talleres didácticos dirigidos a alumnos de enseñanza primaria y secundaria.
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