JORNADA DE PUERTAS ABIERTAS EN LA
IGLESIA DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN DE HUELVA
22/08/2005
Durante los días 19, 20 y 21 de julio de 2005, la iglesia onubense de la Purísima Concepción, situada en pleno casco histórico de la ciudad, permaneció abierta para que el público pudiese contemplar las obras de restauración que se están llevando a cabo desde hace varios meses en el templo.
El origen de la iglesia, primera en España en consagrarse a la Inmaculada Concepción, se remonta al año 1515, cuando Cristóbal Dorantes hace donación de unas casas para la construcción de un templo que sirviera de ayuda de parroquia de la Mayor de San Pedro. Las obras se prolongaron hasta bien entrado el siglo XVII y, poco más de un siglo después, con motivo del tsunami de 1755, tuvo que realizarse la primera reparación importante ante el desplome de los muros y la torre, labor en la que intervendrían Andrés de Silva y Antonio de Figueroa.
La gran reforma del templo no llegaría hasta 1793, de la mano de Fernando de Rosales. Fue entonces cuando adquirió su actual fisionomía, pasando de ser una iglesia netamente mudéjar a un espacio barroco, con el levantamiento de la Capilla del Sagrario, la reconstrucción de la Portada del Evangelio, y la ejecución de los arcos medio punto de los intercolumnios y de arcos formeros que recibían unas falsas bóvedas de aristas cubiertas de yeso. Las obras fueron concluidas por el maestro Santiago de la Llosa.
En julio de 1936, el templo fue incendiado, perdiéndose todos sus bienes muebles y las bóvedas anteriormente descritas. Entre 1936 y 1939, se realizan obras de reconstrucción y reposición de lo destruido. En 1967 y 1969, la modernidad malentendida que impuso el Concilio Vaticano II motivó la reforma de la cabecera, siendo retirado el antiguo retablo mayor que había sido adquirido tras la guerra y procedía de la provincia de Sevilla.
En 1998 se decide acometer unas obras para reemplazar la techumbre, aunque no llegarían a realizarse debido a la afección que sufre el templo y sus edificios colindantes por la imprudente construcción de un gran edificio moderno muy cercano a ellos. Pasó mucho tiempo hasta que el templo fue consolidado y se tomara la decisión de recuperar el primitivo aspecto que tuviera tras la reforma dieciochesca de Rosales. La intervención, por tanto, está dirigida a la reposición de las bovedas bárrocas conservadas hasta 1936, ejecución de la techumbre prevista y tratamiento de los revestimientos interiores y exteriores del templo, cuya reapertura se prevee en noviembre de este mismo año.
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