Pedro Moreira López (Málaga, 1906 - La Línea de la Concepción, Cádiz, 1991) perteneció, junto a otros nombres como Adrián Risueño o Pedro Pérez Hidalgo, al círculo de artistas locales de posguerra encargados, en su mayoría, de reponer el patrimonio artístico de Málaga destruido entre 1931 y 1936.

Moreira fue el encargado de labrar las nuevas imágenes para la Cofradía del Santo Traslado, todas ellas en talla completa: la Virgen de la Soledad (1945), reproducción de la destruida, y el grupo del Traslado al Sepulcro (1949), que nunca llegó a culminarse y quedó finalmente integrado por las figuras de Cristo, San José de Arimatea, Nicodemo y un pastor llamado Estéfanus.

El pasado 19 de febrero fueron presentadas en la Iglesia de San Julián, sede de la Agrupación de Cofradías de Málaga, las nuevas figuras del Traslado al Sepulcro, obras de Israel Cornejo. Se mantiene la imagen de Jesús tallada por Moreira; sin embargo, las tallas de los Santos Varones y Estéfanus son reemplazadas, y el conjunto se amplía con las figuras de Santa María Magdalena, Santa María Cleofás y Santa María Salomé. Todas las nuevas figuras son de vestir, y sus ropajes, mezcla de vestimentas nuevas y ornamentos litúrgicos antiguos, han sido diseñados por el modisto Eduardo Ladrón de Guevara.

Finalmente, el conjunto queda dispuesto de la siguiente forma: el Cristo sigue siendo transportado sobre una sábana por Estéfanus (personaje inventado por Moreira que, aunque Cornejo propuso su sustitución por una efigie de San Juan Evangelista, finalmente se conserva en la escena), Nicodemo y San José de Arimatea; los dos primeros encorvados y flanqueando el cadáver, y el tercero en la trasera del paso, junto a María Salomé y María Cleofás. Por su parte, María Magdalena queda en la delantera de la escena, arrodillada y sosteniendo en su mano izquierda el tarro de ungüentos perfumados con el que será embalsamado el cuerpo del Maestro.

Si pulsan en el icono que encabeza la noticia, podrán ver más fotografías de las nuevas imágenes de Israel Cornejo, las cuales procesionarán desde la Parroquia de San Pablo sobre el nuevo trono tallado por Rafael Ruiz Liébana siguiendo las líneas del anterior de Pedro Pérez Hidalgo.

Sin duda, merecen estar entre lo mejor de la producción del artista de Vélez-Málaga, destacando la fuerza expresiva de los Santos Varones, la callada amargura del pastor y el gran sentimiento dramático de las piezas femeninas, especialmente el de Santa María Magdalena deshecha en llanto que presenta el cortejo fúnebre al espectador. Todas ellas forman una composición complicada a la vez que dinámica.