RESTAURACIÓN DE SHEILA CRIADO PARA RONDA

11/02/2024


 

 
 

 

La imagen del Cristo Yacente (década de 1940), perteneciente a la Real Hermandad del Santo Entierro de Cristo, Nuestra Señora de la Soledad, Cristo Resucitado y Nuestra Señora del Loreto, es una obra seriada de los talleres de Olot, realizada para sustituir una figura anterior destruida en 1936. Inspirada en los modelos castellanos de Gregorio Fernández, es una figura a tamaño natural, en resina y madera policromadas, formando un bloque con la sábana y la peana con cojín sobre las que se asienta. Tiene la cabeza inclinada hacia la derecha, la boca entreabierta con los dientes en su interior, y vías de sangre en las llagas y en la frente por la corona de espinas.

Según la pintora y restauradora Sheila Criado, de Castilleja de la Cuesta (Sevilla), la imagen presentaba daños como golpes y grietas localizadas. Asimismo, la peana rectangular de madera sobre la que se asienta estaba prolongando esas grietas y daños en la escultura. Por otro lado, la policromía de todo el conjunto mostraba un cristalizado excesivo y un amarilleamiento del barniz, así como desgastes en las zonas más salientes y manchas de suciedad puntuales en la zona del rostro que interrumpían la lectura original de la policromía. Pese a todo ello, la capa pictórica se encontraba estable y sin peligro de desprendimiento. Respecto a los daños causados por los golpes, han causado desprendimientos de soporte y policromía, con las correspondientes pérdidas del material y los tonos primitivos.

 

 
 

 

El estudio de la restauradora se complementó con uno de tipo organoléptico y un TAC en el Centro Radiológico Resolana de Sevilla. Todo este importante proceso de conservación a la imagen fue anunciado previamente en un Cabildo Extraordinario de Hermanos, celebrado el 29 de junio, y aprobado por el Obispado de Málaga.

La restauración llevada a cabo por Sheila Criado durante tres meses ha conservado y respetado en todo momento el original, usando medios reversibles para ello. Tras una limpieza mecánica de la cera y la suciedad y una limpieza química que rescató la policromía, oculta por el oxidado barniz, se realizó el saneamiento de grietas y fendas. Todo lo anterior ha posibilitado que el Cristo Yacente vuelva a tener su aspecto original y un correcto estado de conservación.

Tras la presentación y reposición al culto de la efigie restaurada ayer sábado, 10 de febrero, y posterior celebración a partir de las 18:00 horas en el templo rondeño del Espíritu Santo, Sheila Criado explicó en una breve intervención el proceso de restauración al que ha sido sometida la imagen.

 

 
 

 

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