RESTAURACIÓN DE SHEILA CRIADO PARA ALBAIDA DEL ALJARAFE (SEVILLA)
07/10/2024
La restauradora Sheila Criado, con la colaboración de la conservadora y restauradora de patrimonio María del Mar Candau, devuelve a un estado optimo de conservación el altar de la Virgen de la Soledad y el Santísimo Cristo de los Afligidos del municipio sevillano de Albaida del Aljarafe. La intervención ha constado de tres meses de trabajos laboriosos, en los que se ha tratado en toda su integridad el altar y las pinturas murales. En primer lugar se acometió una limpieza superficial de polvo en suspensión, muy agudizado debido a la reforma que se estaba originando en la parroquia. Se trató de aspirar y arrastrar el polvo depositado en la superficie del oro mediante brochas de pelo muy suaves. En el caso de las pinturas murales, se realizó el mismo proceso pero con extremada cautela debido al mal estado de los embolsamientos del muro. Una vez limpio el altar se procedió a aplicar mediante inyección el producto fungicida, pues aunque aparentemente el ataque de carcoma no estaba activo, había que aplicar este tratamiento para evitar una posible reactivación del mismo. Este proceso fue aplicado mediante inyección en todos los orificios que las restauradoras fueron encontrando en el altar, más numerosos a medida que iban ascendiendo. Una vez finalizado, se volvió a realizar una limpieza del polvo en suspensión nuevamente depositado en el altar y las pinturas murales. A continuación se consolidó del soporte mediante resina epoxi. Este tratamiento consiste en inyectar la resina en grietas y separaciones del soporte de madera. En el caso de grietas bastante abiertas se procedió a añadir cuñas de madera que completaron la falta de soporte. Una vez seco el consolidante se procede al lijado y al nivelado. En el caso de las pinturas murales y los embolsamientos que presentaban, el proceso fue más complejo debido a la extrema fragilidad de la capa de policromía: se procede en primer lugar al pulverizado de un consolidante específico para pintura mural y a continuación un empapelado de la zona dañada; una vez empapelado todo, se aplica el consolidante mediante inyección, y una vez rellena toda la bolsa con el consolidante se aplica una ligera presión mediante espátula para llevar a su sitio el estrato de policromía; aplanada la bolsa, se procede a retirar los papeles de protección. Tras realizar la consolidación y tener el conjunto en buen estado referente al soporte, se realiza otra limpieza superficial del polvo en suspensión, ya que con las obras de la parroquia este daño iba sucediéndose cada semana. |
Una vez limpio el altar de nuevo, se procedió al estucado de zonas faltantes y lagunas de pan de oro. También a la reposición de piezas faltantes en algunas molduras que estaban fracturadas. Una vez estucado todo el altar y las lagunas de las pinturas murales, hubo que sanear una gran parte del techo que estaba totalmente suelta y añadir mortero para consolidar el ladrillo del soporte. Se comienza con el enrasado y lijado de la preparación de estuco en todas esas lagunas, dejando la zona totalmente nivelada con el oro colindante. Una vez lijado y enrasado todo el estuco se procede a la limpieza química del altar y las pinturas murales. Se realizaron pruebas químicas con diferentes disolventes no abrasivos con el fin de encontrar el correcto que no afecte ni a las pinturas murales ni al pan de oro fino. Las pinturas murales requieren de un disolvente diferente puesto que son al agua y extremadamente delicadas. Con esta limpieza se reavivaron los colores tanto de las pinturas murales como de la decoración floral y frutal del altar, además de la Verónica y el escudo de la Hermandad de la Soledad. En el caso del oro, esta limpieza hace que su brillo y el color dorado original resalten. |
Una vez realizada toda la limpieza química al conjunto se procede a la reintegración cromática de todas esas lagunas estucadas y algún que otro desgaste debido a la manipulación y roces. En el caso del altar se procedió a la reintegración mediante oro fino líquido y en el caso de las pinturas murales se realizó una reintegración mediante pinturas reversibles. Reintegrado todo el conjunto, se hicieron varias pruebas de barniz para proteger dichas reintegraciones y devolver el brillo al conjunto. En el caso del altar, se barnizó respetando el brillo del oro, y en el caso de las pinturas murales, se aplicó un barniz satinado que otorgue cierto brillo pero no retire el matizado de la técnica usada. En primer lugar se barnizaron las pinturas murales, ya que al ser un barnizado pulverizado podía caer algo de barniz en la zona del pan de oro. Una vez barnizadas las pinturas murales con dos capas se procede al barnizado del altar, también don dos capas, teniendo en cuenta un secado de un día de por medio entre capa y capa. Para finalizar se realizó un estudio fotográfico de los resultados finales para un estudio de comparativas del antes y el después de los trabajos realizados. Anotar que en el primer estudio o toma de contacto del altar en las alturas, se visualiza una inscripción de Francisco Maireles, autor de las pinturas murales, localizada en la parte superior del muro, en la cual se registra toda la documentación en cuanto a fecha, autoría, comitente y diferentes aspectos que el pintor tuvo a bien dejar recogido en el muro como testigo del contrato firmado. Esta inscripción queda parcialmente tapada por la parte superior del altar, por lo que únicamente mediante máquina y cámara endoscópica se ha podido llegar a ella y recoger todos los datos. Estos datos quedarán presentados el día de la conferencia explicativa. Con todo lo anterior, se ha logrado recuperar el buen estado de conservación del conjunto, así como el esplendor del color tanto del dorado como de las pinturas del muro. |
www.lahornacina.com