NUEVA OBRA DE RAMÓN CUENCA SANTO

08/04/2014


 

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Esta talla pasionista de vestir representa a Jesús maniatado y preso como un malhechor, después de entrar en agonía y orar fervientemente en el huerto de Getsemaní. Podemos incluirla en el pasaje del evangelista San Lucas, que pone en boca de Cristo: "Todos los días he estado con vosotros en el templo, y no pusisteis las manos sobre mí. Pero ésta es vuestra hora, y el poder de las tinieblas" (Lc 22, 53).

Ha sido realizada por el escultor de Cox (Alicante) para procesionar en la ciudad de Capas, situada en la provincia filipina de Tarlac. Es una imagen de tamaño natural, serena y libre de signos de angustia, concebida con un sentido profundamente devocional para atraer la atención de los fieles. Su rostro comunica resignación y una tristeza no exenta de la paz interior del que ha asumido definitivamente su sacrificio.

El Cautivo tiene los ojos algo cerrados, inclinada suavemente la cabeza hacia el hombro derecho, los labios ya callados en señal de sumisión y una lágrima de cristal que comienza a caer por la mejilla izquierda, apenas insinuada. Las manos, anchas y de largos dedos, comienzan a mostrar la lógica hinchazón provocada por las ataduras, simbolizadas en un rutilante cordón dorado que pende del cuello.

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

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