Imagen mariana con la advocación de Nuestra Buena Madre Dolorosa y del Santo Sudario para la Hermandad Penitencial Stabat Mater del colegio Hermanos Maristas de la ciudad de Alicante.

La hechura representa las Tres Necesidades de la Virgen en el Calvario. Su Hijo acaba de morir crucificado y la Madre necesita escaleras, sudario y sepulcro para poder enterrarlo. Pese a las circunstancias, María se mantiene firme, contemplando con la mirada baja el instante en que acaban de descender a Jesús de la Cruz.

La iconografía de las Tres Necesidades, erróneamente interpretada como una alegoría, es infrecuente por su evidencia, ya que sus instrumentos casi siempre los suelen traer los santos varones y las santas mujeres que acompañaron a María en los últimos momentos de la Pasión. En el ámbito procesional encontramos ejemplos explícitos de la misma en la Virgen de la Luz de la hermandad sevillana de la Carretería y en la dolorosa granadina de la Esperanza, llamada en origen de las Tres Necesidades.

En este caso, una de las tres demandas ya ha sido cumplida, pues María lleva en sus brazos el Santo Sudario con el que luego amortajarán a Cristo. A la dramática escena se suma el fuerte viento y la tormenta que, según las escrituras, tuvieron lugar tras su muerte, representados en el dinámico vuelo de los ropajes de la Virgen.

Esta imagen mariana con el sudario viene además a cubrir un hueco dentro de la iconografía de la Dolorosa en la Semana Santa alicantina, pues otros pasos llevan ya la Cruz con la escalera y también está el sepulcro dentro de los pasos que forman parte de la popular Hermandad de Nuestro Padre Jesús y Santo Sepulcro.

Nuestra Buena Madre Dolorosa y del Santo Sudario es una escultura procesional de tamaño natural (mide 175 cm de altura), tallada en madera de cedro, ahuecada y policromada. De carácter monumental, al procesionar en solitario ha sido una obra concebida para llenar por sí misma todo el espacio, de forma que todos los puntos de vista sean válidos al rodear la Dolorosa. La decoración es de tonalidades planas y frías, habiendo colaborado en las labores de policromía el artista y restaurador Santiago Rodríguez López. Una aureola de orfebrería, con doce estrellas que simbolizan las doce tribus de Israel, completan la figura.

Esta talla del reconocido escultor e imaginero alicantino tendría que haber sido presentada y bendecida el Viernes de Dolores del pasado año 2020, pero la pandemia ha retrasado dicho acto al día de hoy.