Nuestra Señora del Consuelo. Es una dolorosa de candelero con las partes visibles modeladas en barro cocido, y mide 42 cm de altura. Los ojos son de cristal pintados a mano, las cinco lágrimas son también de cristal, y las pestañas superiores, de pelo natural.

Forma parte de una colección particular de Málaga, y para realizarla el artista se ha inspirado en algunas esculturas de la Escuela sevillana del Barroco, más concretamente en la obra de Montes de Oca.

La ternura de su cara aniñada y el delicadamente expresivo gesto de crispación son caracteres propios de la producción del joven escultor e imaginero a la hora de tratar esta iconografía. En este caso, abre sobre el pecho ambas manos, sobresaliendo entre las joyas el navío que sujeta en la derecha.

Como habitualmente se ha dado en la obra de Delgado Carrera en sus imágenes de vestir, esta nueva creación ha sido ataviada por el diseñador onubense Blas López.