La última obra del escultor e imaginero onubense, Nuestra Señora del Rosario, Porta Coeli es un conjunto escultórico realizado en madera de cedro real, de 125 cm de altura, aproximadamente. Los ropajes de la Virgen y de los ángeles, así como las alas, han sido dorados con oro fino de 23 ¾ quilates, y la nube, plateada con plata fina. Todo el dorado y plateado se han estofado usando la técnica del temple al huevo. Las imágenes cuentan con ojos de cristal pintados a mano, y la Virgen tiene pestañas superiores de pelo natural.

Cuando el grupo de oración "Porta Coeli" del templo parroquial de San Isidro Labrador (Almería) contactó con el joven artista para la realización de esta imagen mariana, su más ambiciosa creación hasta la fecha, trabajó sobre el concepto "Puerta del Cielo" para darle forma. Por ese motivo, Nuestra Señora del Rosario, con el Niño Jesús en brazos, aparece sobre una nube rodeada por ángeles y querubines, que forman una línea descendente desde atrás hacia delante, buscando reforzar la actitud de la Reina del Cielo como enlace con la Tierra.

El Niño Jesús se muestra durmiendo plácidamente sobre el pecho de la Madre, que extiende su brazo para entregar al fiel el Santo Rosario como arma poderosa de conexión con Dios. Los ángeles portan atributos que hacen referencia a las letanías de la Santísima Virgen María.

La orfebrería es obra de Raúl Cejas. El dorado y el plateado de la imagen de la Virgen, la nube y los ángeles han sido realizados por María Osuna Montaño, y el dorado de la peana, por Francisco Javier Gutiérrez. Ambos doradores, además de realizar magníficamente su trabajo, han ayudado y aconsejado siempre a Santiago Delgado Carrera; por eso, el escultor quiere aprovechar estas palabras para darles las gracias de corazón.

El autor quiere además mostrar su agradecimiento a varias personas sin cuya ayuda no hubiera sido posible esta obra. Personas que han sido y son siempre pilares fundamentales en su vida y en su trayectoria artística: a su maestro Juan Manuel Parra Hernández, que ha estado con él en todo momento, siendo su guía técnico y su apoyo moral, dedicándole un tiempo del que no dispone, y demostrando una vez más la gran persona que es; a Carlos Marqués Pámpano, que ha sido sus manos y su pies, y ha estado también con él codo con codo en todo momento, asumiendo la responsabilidad de esta gran obra como suya, alegrando sus días y soportando sus momentos difíciles, y a Francisco Carrasco Murillo, quien se ha implicado en este proyecto, como en todos, de principio a fin, aportando además de su inagotable ayuda, sus geniales dotes de diseño y sus valiosísimos conocimientos a nivel profesional en el campo de la conservación-restauración.

También Santiago Delgado Carrera, que en fechas muy próximas trasladará su residencia y su estudio-taller de Sevilla a Alosno (Huelva), su localidad natal, quiere dar las gracias al Grupo de Oración "Porta Coeli" y al párroco de San Isidro, Antonio Salvador, por su confianza a la hora de encargarle esta imagen de Nuestra Señora del Rosario; como hemos apuntado, su proyecto escultórico más importante hasta el momento.