Se trata de una imagen de San José María Escrivá de Balaguer, realizada para el Centro Pastoral "Jesucristo Resucitado" de la ciudad de Cáceres. Al tratarse de una representación figurativa de una persona fallecida en la segunda mitad del siglo pasado, y por lo tanto al disponer de multitud de información fisonómica sobre el mismo, el tratamiento aplicado a este simulacro ha consistido en la búsqueda de un carácter netamente retratístico, sin obviar la unción religiosa propia que debe de tener toda pieza destinada al culto.

Ha sido representado revestido ceremonialmente con dalmática blanca y casulla roja. Se muestra en una postura de dialogo cercano con los fieles, buscando el contacto directo con sus miradas; reforzado ello por la postura de brazos y manos, extendidos hacia delante, recordando los gestos propios que el santo tenía en vida.

Dicha escultura alcanza una altura total de 140 cm. Ha sido tallada en madera de cedro real, estucada con sulfato cálcico y cola animal. La fase de la ornamentación ha consistido en el dorado en oro metal a la sisa, estofado al temple de huevo graso y magro y pigmentos solubles al agua. La policromía ha sido realizada al óleo tratando de asemejar las carnaciones a la tonalidad de la dermis del retratado. Los ojos están tallados en la madera volumétricamente, cromatizados al óleo igualmente y distintos barnices.

Esta última obra del escultor e imaginero hispalense Antonio Jesús Dubé Herdugo fue bendecida el pasado sábado 4 de febrero por don Francisco Cerro Chaves, actual Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres. La aureola que le sirve de presea ha sido cincelada a mano por el taller sevillano de orfebrería Hermanos Fernández.