Se trata de la imagen de Malco, siervo del sumo sacerdote Caifás y miembro de la guardia del Sanedrín, realizado para la Hermandad de Pasión de Jerez de la Frontera. Recordar que Antonio Dubé Herdugo es el autor de todas las imágenes titulares de dicha corporación de penitencia, incluyendo las figuras de misterio del paso procesional, de las que les venimos informando desde el año 2013.

Según la tradición basada en estudios y en los relatos evangélicos, este sirviente fue el agredido por Simón Pedro en el huerto de Getsemaní, en el momento del prendimiento de Jesús de Nazaret por las fuerzas al servicio del poder religioso judío. Según relatan las Sagradas Escrituras, Jesús le sana la herida infligida por la daga del discípulo, frenando de ese modo la acción violenta que tratase de evitar el apresamiento.

La escena se sitúa en la casa de Caifás, en el momento de las negaciones de Pedro. Según el evangelio de Lucas, ello sucede cuando trasladan a Jesús a casa de Pilatos, mientras lo están sacando al patio, donde se encuentra el discípulo sentado calentándose con los sirvientes. Unos de los guardias que custodian a Cristo se encuentra en el momento de expulsarlo al exterior, pegándole con la pica en la espalda.

El escultor sevillano interpreta a Malco mostrando en su rostro clemencia y apiadándose del preso, situándose detrás del mencionado guardia, al que trata de frenar con su mano izquierda. Dubé Herdugo ha pretendido, por tanto, mostrar una faceta distinta a la habitual en las representaciones de este personaje, que suele aparecer en los misterios en actitud violenta o con el gesto duro.

Es una imagen de vestir, de 177 cm de altura, realizada en madera de cedro y anatomizada en las zonas del busto, manos y antebrazos -hasta la articulación con el brazo- y extremidades inferiores hasta la parte baja del cuádriceps femoral. Porta el casco, también de madera de cedro, en el brazo derecho. La policromía ha sido aplicada al óleo, entonando a base de veladuras al aceite, cera natural y pigmentos terrosos.