THE DISCOVERY OF SPAIN (EL DESCUBRIMIENTO DE ESPAÑA)

18/07/2009


 

 

 

Una espectacular celebración de la cultura española será la muestra más destacable del programa de exposiciones de las National Galleries de Escocia durante el Festival de Edimburgo 2009. La exposición The Discovery of Spain. Goya to Picasso. British Artists and Collectors: 1800-1930s explorará el trabajo de artistas británicos de finales del siglo XIX y principios del XX, como Sir David Wilkie, David Roberts, John Phillip y Arthur Melville, todos ellos cautivados e inspirados por España.

También examinará a los coleccionistas británicos que mostraron su preferencia a la hora de adquirir obras de maestros españoles como Diego Velázquez, El Greco (oriundo de Grecia), Bartolomé Esteban Murillo o Francisco de Zurbarán. La exposición, que sólo podrá ser vista en Edimburgo, incluirá más de 130 óleos, acuarelas, dibujos y grabados, con importantes préstamos de la Royal Collection, la Tate Gallery y la National Gallery de Londres, y otros distinguidas colecciones públicas y privadas del Reino Unido.

El siglo XIX fue un período de agitación en España, marcado por la Guerra de la Independencia. La lucha fue representada tanto por artistas de España como de Gran Bretaña. El pintor y grabador Francisco de Goya, por ejemplo, retrató al Duque de Wellington, general al mando de las fuerzas británicas que lucharon en España durante la Invasión Francesa y venció a las tropas de José Bonaparte en la Batalla de Vitoria, en el año 1813. El genio aragonés llevó a cabo también una serie de grabados titulada Los Desastres de la Guerra, en la que concentró toda la brutalidad y la crueldad del conflicto.

Así como Goya dejó España para pasar sus últimos años en Francia, Sir David Wilkie llegó a España y encontró la inspiración en las obras de una serie de artistas del país, entre ellos Diego Velázquez. Aunque conocido por sus escenas de la vida escocesa, el viaje español despertó el interés de Wilkie por los temas históricos, lo que culminó en unas espectaculares pinturas que ilustran la guerra de España contra los franceses, las cuales crearon sensación y fueron pronto adquiridas por el monarca Jorge IV.

 

 

Las colecciones británicas son ricas en pinturas españolas del siglo XVII e incluyen impresionantes ejemplos del trabajo de los mencionados Velázquez, Murillo, Zurbarán o El Greco. En un principio, dichas colecciones fueron desarrolladas durante el siglo XIX por particulares con un interés especial en el arte de España; más tarde, dicho interés se expandió a las colecciones públicas.

El trabajo del sevillano Murillo fue, posiblemente, el más apreciado por los coleccionistas británicos, especialmente a principios del siglo XIX, y sus escenas de género adquirieron enseguida una gran popularidad. La obra de El Greco, sin embargo, tardó mucho más tiempo en encontrar una audiencia agradecida en Gran Bretaña y no fue hasta en el siglo XX cuando alcanzó predicamento entre los coleccionistas.

En el siglo XIX, los estudiosos, críticos y artistas británicos mostraron un creciente interés en las creaciones del también sevillano Diego Velázquez, actualmente considerado como uno de los más grandes artistas de España. Sus pinturas tuvieron una importante influencia en los pintores británicos de finales del siglo XIX. Sir John Everett Millais, por ejemplo, se empeñó en imitar la riqueza de su técnica pictórica, mientras que James McNeill Whistler adoptó las poses de sus inmortales retratos.

El interés académico en la labor de Diego Velázquez fue llevado a cabo por varios historiadores británicos, en particular por el estudioso Sir William Stirling Maxwell, cuya publicación Velázquez y Sus Obras vio la luz en el año 1855. Stirling Maxwell sostuvo en la misma que "no hubo artista del siglo XVII que igualase a Velázquez en talento y variedad. Trató todos los temas y en todos ellos tuvo éxito".

 

 

 

Desde la década de 1880 en adelante, el color y la luz de España, mucho más intensos que los que se podían encontrar en los países del norte de Europa, atrajeron a varios de los artistas más progresistas hacia la Península Ibérica. Entre ellos está Arthur Melville, integrante de los Glasgow Boys, un grupo que había introducido su propia visión del impresionismo en Gran Bretaña. Melville se mostró especialmente interesado en capturar la brillantez de la luz y la intensidad de los colores españoles, lo que dio lugar a vibrantes óleos y acuarelas, ejecutados en colores fuertes y con técnica audaz, demostrando un notable interés por la abstracción.

La crisis de la Guerra Civil española provocó diversas respuestas por parte de los artistas, tanto en España como en Gran Bretaña. Por ejemplo, se convirtió en el tema de varias piezas maestras del malagueño Pablo Picasso, caso del famoso Guernica o de Mujer Llorando, ambas expuestas en una muestra destinada a recaudar fondos y asistencia para la causa republicana tras el bombardeo de las regiones por los nacionalistas.

Los artistas británicos contribuyeron a dicha causa y, en 1935, la Artists International Association (AIA) organizó una exposición titulada Artistas Contra la Guerra y el Fascismo, que incluyó obras de Eric Gill, Augustus John y Barbara Hepworth y tuvo el apoyo de modernistas como Fernand Léger y László Moholy-Nagy.

Por otra parte, Edward Burra visitó España en varias ocasiones durante la Guerra Civil y se vio profundamente afectado por el suceso. La violencia y la destrucción de las que fue testigo tuvieron un profundo impacto en su trabajo, hasta el punto de que, en lugar de seguir con sus imágenes de la cultura popular, la pintura de Edward Burra se concentra en este periodo bélico, con inquietantes escenas de crueldad y tortura que poseen ecos de las recreaciones medievales de batallas.

 

 

Desde el 18 de julio hasta el 11 de octubre de 2009 en el Royal Scottish Academy Building (Princes Street, Edimburgo)
Horarios: diario, de 10:00 a 17:00 horas; durante agosto, hasta las 18:00 horas; los jueves, hasta las 19:00 horas.

 

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