NUEVA OBRA DE EDWIN GONZÁLEZ SOLÍS
Con información de Eva Hernández Calderón (11/05/2019)
En un momento de gran auge profesional, se podría decir que este nuevo Cristo crucificado se presenta como la obra culmen del escultor Edwin González Solís, resultado de un estilo propio ya asentado que refleja todo lo aprendido durante estos años. Es una de sus esculturas más meticulosas, realizada sin prisas -hasta el punto que ha gastado tres años de trabajo para poder concluirla-, con una recreación extrema en los detalles y un gran protagonismo de las diferentes texturas. En realidad, desde que González Solís empezó hasta ahora, su manera de entender la escultura sigue siendo la misma pero con una lógica y necesaria evolución de ciertos elementos como el pelo, el sudario y las diferentes calidades de la piel, que ahora adquieren un nuevo valor. Es el segundo crucificado a tamaño natural que realiza, siendo el primero el Cristo de la Luz para Córdoba. Algo que llama la atención, y es característico de su estilo, es la importancia y el estudio que hace de la luz al incidir en la obra, utilizando ese doble juego de zonas iluminadas y en penumbra para crear diferentes planos de profundidad que enriquecen cada una de las perspectivas desde las que ésta puede ser vista. Para el artista no se trata sólo de un elemento más que sirve para dar forma a los volúmenes sino que también le ayuda en la propia concepción de la policromía. Se representa a Cristo muerto, con una expresión dulce, casi durmiendo. La figura destaca por el estudio de texturas, que se aprecia en las telas del sudario y la corona de espinas, en contraste con la piel lisa del Señor, donde incide la luz y se potencia así su anatomía y majestuosidad. El autor riza mucho el rizo, parándome bastante en las texturas, el calado del pelo, las profundidades para jugar con sombras y luces... Esta nueva obra que el artista muestra en exclusiva para la exposición Barro Madera y Sangre (ver enlace) es de tamaño natural (180 x 165 x 60 cm) y se encuentra disponible para su adquisición. Tal y como nos adelantó en la entrevista publicada en diciembre de 2018, es un proyecto que empezó sin que nadie se lo encargara. Edwin quería hacer algo con tranquilidad, sin fechas, y que no fuera tampoco un conjunto escultórico. |
Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.
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