Esta mañana se ha presentado en la Parroquia de Sant Cosme i Sant Damià de El Prat de Llobregat (Barcelona) la nueva creación del escultor e imaginero onubense Elías Rodríguez Picón, un Cristo Crucificado con la advocación de la Fe para la Cofradía de Jesús Crucificado y Nuestra Señora de los Dolores.

Realizada en madera de cedro policromada al óleo, esta talla de tamaño natural (173 cm) es un Cristo muerto de tres clavos que cuelga de la cruz con cierta tensión aún en los brazos, mostrando la cabeza desplomada sobre el hombro derecho y moderado rictus sufriente en un rostro que busca la expresividad y las formas naturalistas con la boca entreabierta, los ojos hinchados, la nariz prominente y curvada, cabellos trabajados a guedejas que descubren la oreja izquierda y barba dividida en dos sinuosos mechones. Las carnaciones son trigueñas y poseen numerosos signos martiriales y regueros de sangre que surcan lentamente el rostro y los miembros.

El estudio anatómico de este Crucificado resulta muy interesante, remarcando el autor la musculatura de los brazos que soportan parte del peso del cuerpo, las costillas perfectamente delimitadas y la blandura del vientre. El aristado sudario, con pliegue diagonal en su centro, se halla anudado en ambos costados.