El artista onubense propone ahora una relectura, con ciertos tintes raciales, de la mítica tragedia romántica Romeo y Julieta a través de una serie fotográfica que podríamos dividir en tres escenas o momentos: el enlace clandestino, la galería de retratos y la muerte de los protagonistas.

Dos de las escenas principales del texto shakesperiano, el enlace y el suicidio, han sido recreadas en un marco de excepción: la capilla del antiguo Hospital de Nuestra Señora de los Ángeles, ubicado en el municipio onubense de Niebla. Se trata de un recinto mudéjar, recientemente restaurado, presidido por un fresco del siglo XVI, retocado al óleo, de considerable tamaño (324 x 250 cm), que representa la sacra conversación entre la titular hospitalaria, sedente y con el Niño en brazos, y los santos Lorenzo y Miguel Arcángel (CARRASCO TERRIZA, GONZÁLEZ GÓMEZ, Catálogo Monumental de Huelva, v. II, 2009, p. 42).

El resto de las instantáneas, tomadas en estudio, captan retratos de los tres personajes: Julieta es una sobrina de Elías Rodríguez Picón, mientras que Romeo y el fraile franciscano Lorenzo, que oficia la boda y proporciona la droga que llevará al inesperado y fatal desenlace, son amigos del autor.

Pese a la búsqueda de una ambientación, de un entorno (los dos candelabros que iluminan la capilla han sido hechos expresamente para la ocasión) y de un vestuario adecuados al contexto medieval de la narración, los tipos jóvenes de Romeo y Julieta recreados por Rodríguez Picón responden a su deseo de trasladar al ambiente contemporáneo la encendida defensa de los sentimientos que constituye la esencia del relato.